lunes, 26 de octubre de 2015

SIN PATALETAS PARA LA FELICIDAD

Los berrinches o pataletas son comunes en los niños, ya que la primera infancia es la edad de querer que se haga lo que ellos dicen y quieren. Cuando son más pequeños y se empecinan en algo se les puede echar manos de los “sofismas de distracción”, distraerlos con otra cosa y cambiar su foco de atención para que se tranquilicen, pero conforme van creciendo se van dando cuenta que existen límites en su comportamiento y como no les gusta se ponen a hacer berrinches.

Siempre los papitos deben mantenerse firmes en sus decisiones, si un día se le dijo al pequeño, que no hiciera algo, pues al día siguiente y por siempre es No a esa situación, porque si al día siguiente se le permite, el chico puede pensar: si un día me dijeron que no y al día siguiente que si, “mejor me porto mal para que siempre me dejen hacer lo que quiera.” Esto demuestra que existe una falta de disciplina o reglas establecidas, lo cual hace que el niño trate de llevar el control de estas situaciones, pero ojo la disciplina no está asociada a los gritos, y mucho menos al maltrato, y de ninguna manera ponerlo en ridículo o humillarlo en público, sino más bien de hablarle con amor, paciencia, claridad y constancia para que entienda que cuando se le dice No es por una razón o circunstancia, que redunda en su bienestar.

Si el chico hace un berrinche o pataleta en la casa o en la calle, hay que tener
presente: Primero que los papitos no se enfurezcan porque pierden el control, hay que actuar serenamente, amables y decirle que si quiere pedirle algo no lo debe hacer gritando, ni llorando, que cuando lo pida decentemente, hablan; Luego escuchar su petición y analizar rápidamente si se le puede dar gusto o no; por eso siempre se les debe dar una respuesta clara de por qué si o no.

Todos creo hemos visto casos de adultos que pasan de tranquilos a enfurecidos en segundos, y parece ser que los chicos “son expertos” en lograr estos cambios, los de dos años, son maestros; los berrinches resultan porque los chicos son incapaces de manejar la frustración, la buena noticia es que hay algunas medidas que pueden tomar los papitos para prevenir algunas de estos “sainetes”. Primero hay que conocer bien las causas u orígenes de la pataleta, y tomen atenta nota, que no es porque los chicos son desobedientes o tercos, o porque el niño es terrible; ocurren sencillamente porque los no han aprendido a aceptar la frustración, sus sentimientos de impotencia e insatisfacción, les quedan grandes y la pataleta se convierte en un vehículo para liberar esos sentimientos; ahora bien tampoco es regla que todos los chicos hagan berrinches, de pronto los chicos entre 2 y tres años, hacen intentos una vez por semana, siendo definitiva la actitud de los papitos en su primer intento, y es que cuando ya pasa a ser parte del circulo habitual para conseguir algo puede durar entre 15 y 30 minutos.

Entonces una estrategia, puede ser sacar de su alcance objetos, juegos que son de su fascinación pero que aun no es capaz de manejar; hay que estar atentos a los signos de cansancio y asegurarse de que el niño tenga suficiente descanso. Hay una situación común en los papitos, obvio no en todos, llegan a la guardería o jardín, y dicen: “por favor no lo djen dormir”, por favor a los papitos nada mas incomodo e irritable que tener sueño y que no dejen dormir! Tampoco exceder en estimulación, mejor dicho, utilizar el No lo menos posible, los sofismas de distracción actúan perefectamente como tranquilizadores de un berrinche, ojo que no se con comida, es decir si el niño hace pataleta porque no quiere la sopa, tampoco es que haya que ofrecerle un helado a cambio! Mostrarles como se hacen las cosas correctamente, con dulzura, con amabilidad, alegría y mucha naturalidad, sin llegar a explicaciones científicas.

Los chicos necesitan de un adulto tranquilo, para irse serenando, necesitan calma, amabilidad y hasta unas caricias cuando termina el berrinche y una explicación clara y corta de porque es mejor sin berrinches. En otras ocasiones se puede dejar solo al chico, previendo que queda seguro y protegido; sólo por un periodo corto de tiempo. Otras veces, ayuda simplemente abrazar dulcemente al niño enojado. Ahora que si es en público, se debe sacar al chico del circulo y llevarlo a un lugar solitario o reservado hasta que se calme un poco. Siempre la tranquilidad es la invitada especial de los papitos, y si este es un reto, pero si ellos pierden el control, el berrinche será peor. De pronto si en alguna ocasión se le graba el llanto, el berrinche y se le pone en el momento adecuado eso ayuda!

Un vez más, queda en evidencia que se educa para la felicidad con el ejemplo!

Con Caricias Calientitas

sábado, 17 de octubre de 2015

GUÍAS PARA LA FELICIDAD

Estos consejillos están basados en la cotidianidad tanto de los papitos como de los hijos, lo único que pretende Caricias Calientitas, es promover un trato adecuado, amable, respetuoso, como quien dice una educación para felicidad, desde la autonomía y el respeto por la diferencia, es decir modales armónicos con el entorno.

En este orden de ideas desde que se nace y durante la primera infancia se debería: Estimular la exploración con todos los sentidos, en lugares familiares y nuevos, solos o con los demás, con cuidado y disfrute, explicar clara y amablemente sobre las habilidades básicas, explicándole el qué y el cuándo, qué es dentro y qué es fuera y el cómo funcionan las personas y las cosas; celebrar sus avances para aprender nuevas habilidades, pequeñas y grandes y su capacidad de ser único e individual, ser ejemplo para desarrollar nuevas habilidades, demostrándoles cómo practicar cada vez, de igual y diferentes maneras, con gente y con cosas nuevas.

Hay situaciones como la desaprobación inadecuada, las burlas, las negligencias,
o los castigos y esos momentos demandan protección, porque para nada resulta constructiva en la personalidad del niño una situación de este talante; la comunicación debe ser amable, clara, rica en sonidos, melodías, canciones, gestos, en involucrarlos en el fantástico mundo del lenguaje y sus aplicaciones cotidianas. Guiar y poner límites a sus reacciones es vital, desde pequeñitos, es una forma de enseñarle lo que es aceptable y lo que no, el valor de la solidaridad, la responsabilidad y el cariño, como la confianza aparecen dentro del marco de la normatividad.

Estos consejillos ayudan en todas las edades, en todas las culturas, su valor se extiende más allá de los primeros dieciocho meses, es una “guía” de adaptación al desarrollo y a las preparaciones del niño, para los nuevos pasos y las nuevas etapas de su desarrollo.

Consejos que resumen lo realmente importante de las actividades cotidianas del crecimiento de los pequeños; ahora el cometer errores es parte de ser papitos y la disciplina es un área donde constantemente se esta a prueba. Es una de las tareas más difíciles, y para hacerlo bien hay que tomar decisiones sensatas, claras y tomando en cuenta todo el contexto y para colmo de males eso hay que hacerlo exactamente en el mismo momento en que los papitos pueden estar cansados, frustrados, enojados o incluso avergonzados por el comportamiento de sus tesoros. Sentirse culpables no es la solución, hasta las mamitas mas eficientes y eficaces, amorosas y creativas se equivocan, por eso es bueno tener presentes los errores más comunes en los que se cae habitualmente, para tratar de evitarlos.

Las librerías e Internet, están repletas de manuales, y métodos, libros, metodologías, pedagogías, además de las cátedras de las abuelitas, tías, vecinas, amigos, pediatras, pero la cuestión realmente es que no existe un enfoque único que sea efectivo para todos. Algunos niños tiemblan solamente con que se les hable fuerte mientras que a otros no les afecta en lo más mínimo. Algunos aprenden la primera vez que se les dices algo, a otros hay que repetírselo mil veces, hasta la desesperación (del adulto por supuesto), unos escuchan de inmediato, otros necesitan tiempo para gritar antes de que de que la mamita pueda hacerse oír. Y no es sólo cuestión de temperamento, es la edad y el desarrollo por el que esté pasando cada niño. La principal tarea del pequeño es retar los límites, hacer las locuras que le han dicho una y otra vez que no se deben hacer, es empezar a afirmar su independencia. Por supuesto que ninguno se quedará escuchando una larga conferencia. Un niño más pequeño necesitará una estrategia de disciplina sencilla, directa y rápida, eso si, siempre con bondad, amabilidad, respeto, cariño; un chicos mas mayorcito, es probable que responda mejor si el castigo tiene que ver con separarlo de sus compañeros de juego, por ejemplo. Lo fundamental es escoger el enfoque adecuado con respecto a la etapa de la vida en que se encuentran.

El “castigo” debe ser acorde a la falta y obviamente, el chico debía estar avisado
de la norma y la sanción; jamás debe equipararse al nivel de frustración del adulto. Esto quiere decir que no hay que imponer sanciones o una reprimenda exagerada o errada solo porque el adulto está cansado y de mal humor. Hay que ser responsables y coherentes con las decisiones, por ejemplo mandarlos a su habitación toda la tarde y luego arrepentirse, pues luego la mamita recuerda que hay que ir al súper de compras!! Un buen método para utilizar sobre todo en público es decirles con el tono apropiado de voz: firme, pero no gritando y una mirada totalmente seria, pero serna y amable: “Si continuas así, ya sabes lo que ocurre”. Y si el mal comportamiento infantil no se detiene, debe haber consecuencias, a veces es bueno preguntarle a ellos mismos: “¿Qué crees que debería ser la consecuencia?” Es interesante cómo los niños a menudo llegan a un justo castigo (por ejemplo, pedir disculpas y dejar que al hermano jugar con su juguete favorito por el resto del día).

Es importante recordar como una premisa verdadera, que se sanciona la acción y se elogia al niño. Y por su puesto aquí hay que traer al ejemplo, total él es mejor maestro!!

Con Caricias Calientitas

lunes, 5 de octubre de 2015

FIESTAS… PARA LA FELICIDAD

En la primera infancia los padres sobre todo el primer año son los que quieren celebrar, pues los chicos aun no poseen el espíritu de tal celebración, pero bueno hay que celebrar, las fiestas de un año, deben ser cortas, con actividades propias de esa edad, para que el homenajeado disfrute la fiesta, porque en la mayoría de los casos, son los que menos disfrutan, entonces hay que lograr que el cumpleañero sea el centro de la fiesta, por ejemplo, los gorritos, a los bebés no les gustan y se vuelve una peleilla para que se dejen tomar las fotos, su vestuario debe permitirle que si el helado se le riega no pase nada, porque los adultos quieren a los bebés de un año mantenerlo impecables con vestuario “acartonado”, bueno rico poner el toque del festejado en las tarjetas de invitación, qué tal la huella? Queda preciosa y le marca la diferencia.

La hora debe ajustarse al horario del bebé, para que este despierto y con energía, hay que hablarle de la fiesta, se le puede enseñar a mostrar su dedito cuándo le pregunten cuántos años tiene?. También se le puede enseñar a apagar la velita. Para los dos años el niño debe participar más activamente de los preparativos. Feliz cumpleaños a ti!! Todo es nuevo, abrazos a granel, besos de las tías con colorete, música, todo el mundo quiere que el bebé este radiante y a la orden del día. Una celebración en la primera infancia es como una lluvia de emociones, porque los chicos de 3, 4, 5 y 6 años la pasan súper en sus fiestas.

Ojo que la celebración es para un niño, no para el adulto, por lo tanto el menú
debe ser infantil, por ejemplo un refrigerio Nutri-lúico preparado por ellos, un heladito payaso encima de la torta, unas hamburguesitas marcianas: se tiñe el queso crema de verde (anilinas vegetales), de ojos 2 torrejitas de zanahorias, de boca salsa de tomate, de antenitas pimentones en julianas, de cabellos ricitos de lechuga, y ellos asesorados la van armando y aunque resulte difícil de creer se comen las verduras, y cero platos fríos, es que a veces los atiborran de comida, torta sencilla, caserita, a ellos no les gustan las tortas negras envinadas; jugos naturales y helado es suficiente.

En cada familia la celebración del cumpleaños tiene su particularidades, incluso vienen ajustadas al aspecto cultural e incluso religioso. Cada cumpleaños de un niño es motivo de celebración para la familia. Hoy como los padres trabajan, las celebraciones se trasladan a las sala-cunas y jardines en otras ocasiones se contratan lugares especializados, y en algunos casos la nana, o niñera es la que organiza la fiesta, en fin cada familia decide el tipo de celebración, pero bien importante si es tener en cuenta los gustos del menor, por ejemplo los niños de 1 a 3 años para qué un mago? No tienen la capacidad de concentración 30 minutos quietos, los bebés un concurso de bebés gateadores, carritos de arrastrar, espacio seguro, música suave infantil, cantos, palmitas, tortitas, mejor dicho dejar volar la imaginación, cajitas musicales, mostrarles laminas alegres y leerles cuentos, de 2 años en adelante títeres cortos, los payasos a gusto del cumplementado, existen chicos que les tienen miedo.

Cuando el niño participa de los preparativos de su fiesta, esta estimulando su toma de decisiones, aumentando su capacidad de recibir afecto y manifestar agradecimiento, establece huellas en su memoria, construye razonamientos propios e independientes, adquiere noción de pasado y presente, y ni que decir de la creatividad y la ilusión. La sensación de seguridad se apodera del pequeño pues, ver a sus padres juntos y alegres lo aproxima realmente a la felicidad; sus primeras celebraciones son como las bases de su interacción social, importantísimas para el correcto desarrollo del niño, para que se sostenga y crezca de forma saludable.

Cuando son muy pequeñitos si la fiesta va a ser sorpresa se debe medir el nivel de ansiedad del niño, porque de pronto los sorprendidos son otros, los padres e invitados, puede enojarse mucho porque la situación no es como él la imaginó, ó en lugar de alegrarse, el niño puede asustarse, ya que no entiende lo que está sucediendo. Por eso lo mejor es que el niño participe en los preparativos, en la escogencia de los invitados, el menú, las sorpresas, las actividades; además en esta actividad esta estimulando al 100% sus sentidos, participar en los preparativos, el puede ver, escuchar, manipular, organizar y tocar y de esta manera aprenderá a hacer, dejar hacer, cambiar, modificar o no hacer más; y aquí nuevamente aparecen los beneficios su proceso de maduración esta aumentando.

Recalcar nuevamente la importancia de tener en cuenta los hábitos y gustos que
el pequeño tiene por algunos juguetes o cosas. En los mas grandecitos influye la publicidad consumista… es mas la mayoría de los “conflictos” con los niños en la primera infancia se originan alrededor de los regalos: lo que quiere el niño no es lo que sus padres consideran más bueno o más educativo para él, o los allegados no pueden permitirse el gasto del juguete que quiere el pequeño, en este momento el niño aprende a recibir y a dar; estima que el valor del regalo no es monetario sino el gesto y el cariño con que se lo dan; en este orden de ideas la celebración es ensayo perfecto para fortalecer actitudes. Es conveniente después de la fiesta ver las fotografías en compañía del niño y así se esta estimulando la memoria y los recuerdos agradables! Feliz celebración!

Y por supuesto celebrar el día del no cumpleaños como Alicia en el país de las maravillas. 

Con Caricias Calientitas