Existen muchos estudios juicios que sugieren casi con certeza científica que es posible promover el desarrollo del cerebro del niño aun antes de nacer. Importantes investigaciones demuestran que los estímulos como los golpecitos tiernos y amables en la barriguita de la mamita, sonidos suaves y melodiosos, el sonido de la voz humana -especialmente el de la mamita, así como las vibraciones y la luz son placenteros para el bebé.
Se dice también, que el bebé puede aprender a relacionar estos estímulos a sus significados sólo si son presentados en una manera organizada; de otra forma probablemente los olvide o los ignore. Hay que enseñarle al bebé que estos estímulos tienen un significado relacionado al presentarlos en un contexto coherente y repetitivo. Es sabido que cuando las experiencias ocurren en un patrón determinado y consistente, pueden ser mejor organizadas en el cerebro del bebé y ser usadas, luego, en circunstancias similares mediante asociación.
Los bebés estimulados antes de nacer, tienden a exhibir un mayor desarrollo
visual, auditivo y motor. Tienen también mayor capacidad de aprendizaje y superiores coeficientes de inteligencia. La manera como los papitos interactúan con los bebés antes de nacer tiene un impacto en el desarrollo posterior del niño. Una persona puede confiar en sí misma porque se sabe amada desde el momento en que fue concebida. Optimismo, confianza y cordialidad son consecuencias naturales de este sentimiento y puede ser transmitido fácilmente cuando el útero se convierte en un cálido y enriquecedor ambiente, se asimila a su casita de agua.
Comunicarse con el bebé, aparte de ser una experiencia sublime, dulce, tierna, le proporciona al bebé el ambiente estable y amoroso que todo niño necesita para aprender y crecer...siendo este el propósito u objetivo principal de la estimulación prenatal. Aprovechando las capacidades de sentir, oír y ver del niño por nacer. Potencializando los sentidos que son la base de los futuros aprendizajes. Es preferible que participen el papito y la mamita.
Lo ideal es iniciar la estimulación en el área auditiva a partir de la sexta semana de gestación (aproximadamente dos meses). Se debe hablar con el bebé, suave y claramente, cantarle, leerle cuentos, decirle que se le ama y ponerle música suave. También se puede mover un sonajero o hacer funcionar una cajita de música cerca del vientre materno y balancear el cuerpo al compás de la música. La música favorece el bienestar físico y mental del bebé que la escucha en su casita de agua intrauterina y el resto de su vida. La mamita potencia sus facultades por medio de la música y le transmite al bebé sus sentimientos. El recién nacido al escuchar la música, la asocia con el sentimiento placentero experimentado en el vientre materno.
Los niños que han sido estimulados antes y después del nacimiento: Tienen mejores aptitudes para la lectura y matemática, agudizan su memoria y concentración, aumentan la coordinación, desarrollan la creatividad y enriquecen sus emociones y fortalecen sus relaciones interpersonales y familiares.
Mientras se estimula auditivamente al bebé también se le puede “acariciar” dando
suaves masajes en el vientre materno. Estas caricias pueden ser suaves toquecitos con las manos en busca de estimularlo y lograr la comunicación con él. Puede iniciarse la estimulación de este tipo a partir de la quinta semana de gestación. Asimismo, se recomienda dejar que el agua tibia (sin mucha potencia) caiga sobre el abdomen mientras la mamita se baña. Aquí se está estimulando el tacto.
Su visión, a partir de la décima semana de gestación se hace más efectiva, ya que el bebé puede percibir las variaciones de la luz a través del vientre materno. Por ejemplo, si se colocara una linterna prendida con la luz dirigida al vientre materno y se mueve suavemente por toda la superficie del abdomen, el feto la nota y se mueve. Se puede enriquecer con la estimulación auditiva y táctil. Asimismo, se puede cambiar el color de la luz colocando papeles de celofán transparentes de color delante del foco de luz. Esto es muy estimulante y placentero para el feto.
Y claro el ejercicio para estimular sus funcione motoras, se brinda cuando la mamita hace ejercicios, aproximadamente a partir del quinto mes de embarazo, no antes porque puede ser perjudicial para el bebé, sobre todo si la mamita está en el grupo de gestantes de alto riesgo. Estas técnicas mejoran el centro de equilibrio del bebé y lo pone alerta. Hoy están de moda las técnicas de relajación de “yoga prenatal”, ayudan a que la mamita realice un trabajo consciente con los músculos y órganos que tienen actividad directa en el parto, y se estimulan las glándulas endocrinas, igual la gimnasia psicofísica prenatal, el trabajo de estiramiento y respiración, los ejercicios de relajación, el trabajo de posturas, la meditación y la concentración.
Estos consejillos básicos, sencillos y que nacen del corazón, solo son portadores
de abundantes beneficios para la salud, equilibrio emocional y relajación de la mamita lo cual brinda un ambiente placentero al feto y preparación para el momento del parto. La dulce espera se hace más maravillosa cuando día a día se le da al bebé el apoyo, con palabras amorosas, dulces sonrisas, caricias calientitas, gestos de cariño, todos, muestra de la presencia de la felicidad en la vida del tesoro más preciado, un hijo.
Con Caricias Calientitas
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