viernes, 4 de abril de 2014

SONDEOS PARA FELICIDAD

La ecografía, también llamada ultrasonido, fue utilizada por primera vez durante la segunda guerra mundial para la detección de submarinos. Años después se descubrió que la misma tecnología podía servir para observar al feto dentro del útero y estudiar su crecimiento y bienestar, además sirve para confirmar la dulce espera y la ubicación intra o extrauterina, igualmente es una herramienta importante para controlar el desarrollo normal del bebé, estimar su peso y también muestra donde está implantada la placenta. Es un procedimiento ampliamente utilizado en el embarazo normal y es sumamente útil en embarazos complicados por alguna enfermedad. Y hablando de amor, ternura, fe, esperanza, es un contacto con el bebé, ya que se puede ver y escuchar los latidos desde la sexta o séptima semana de gestación. Es emocionante, conmovedor, apasionante, excitante ver al bebé moviéndose en la pantalla, mucho antes de que la mamita sienta sus movimientos realmente. Este método también permite diagnosticar el sexo tempranamente.

Por su puesto descartadas las complicaciones lo que resulta arrollador es saber el sexo del bebé; motivo suficiente para soñar más exactamente, cuarto, ropa, nombre, y lo más importante se puede empezar una comunicación más exacta a través de las caricias, llamarlo por su nombre, cantarle con su nombre, y soñarlo feliz, sano, triunfador. Algunos papitos se preocupan porque hay rumores bajitos sobre los efectos de la ecografía en la formación del bebé; pues a la fecha no se conocen efectos adversa para el bebé o para la mamita, como todo en la vida no se debe abusar y realizarse solo las necesarias? Deberían realizarse tres ecografías durante un embarazo sin complicaciones. La primera entre las 6 y 12 semanas para el diagnóstico de embarazo, la segunda entre las 16 y las 20 semanas para el diagnóstico de malformaciones fetales y la tercera luego de las 32 semanas para controlar el crecimiento fetal.

Desde siempre, el primer momento en que se sabe de la existencia de un aparece
la curiosidad de saber el sexo del bebé, antiguamente no era una tarea fácil, además giraba en torno a muchos, mitos, como la forma de la pancita, si la mamita tenia agrieras o no, hacía pruebas con tenedores y cucharas, los antojos, en cambio hoy es esperar unos días un tiempo prudencial y la ecografía como un hada mágica resuelve la pregunta; también existe un fuerte tendencia en Europa por no saber el sexo del bebé, se ve de todo. El método más efectivo para poder saberlo es acudir al técnico en ecografías entre la semana 16 a la semana 20, es decir antes de cumplir los cinco meses para determinar el sexo.

Esta situación puede variar, ya que el tiempo dependerá si es que el bebé se encuentra tapándose los genitales durante el examen. En algunos casos, es importante saber el sexo del bebé, por ejemplo en los casos en que el bebé está atravesando por riesgos de ciertas enfermedades congénitas.

Caricias Calientitas invita a las mamitas a apostarle a la ecografía emocional, incluso hoy en día ya se habla de la ecografía emocional; diferente, su objetivo es acercar lo máximo posible la imagen del bebé y su vida dentro de la casita de agua en la pancita de la mamita, se trata de fortalecer el lazo afectivo que los une y que debe ir en aumento con el embarazo y tras el parto. La ecografía emocional permite a los demás miembros de la familia conocer al nuevo miembro, su cara, sus gestos, antes de nacer, acrecentando la ilusión de la dulce espera y adelantando el vínculo que los une para siempre, la ecografía emocional le permite a los papitos soñar en colores, experimentar sensaciones extraordinarias, asombrosas, milagrosas, fabulosas, fantásticas, una mágica forma de incidir en el estado emocional de ese nuevo ser, semilla de amor y para la mamita representad, paz, serenidad, bondad, como quien dice la ecografía emocional la lidera la mamita con su actitud! 

Pareciera que un tema como la ecografía nada tiene que ver con la felicidad, pues
todo lo que toca a los niños desde su concepción es vital para sembrar la felicidad en su vida, pues todos los detalles médicos, afectivos, logísticos, nutricionales son medios para abonar la felicidad que se merecen nuestros mayores tesoros. Es como soltar muchas palomas blancas y globos de colores, que se eleven al cielo con voces auténticas, claras, llenas de ilusión por tener un bebé para amar y adorar, que el corazón palpite al ritmo de la ternura y la dulzura de ese precioso bebé.

Con  caricias  Calientitas. 

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