La risa es uno de los primeros actos de socialización, que tiene el ser humano, y los bebés cuentan con una vida tranquila, no tienen problemas y ríen mucho, es algo innato que puede ir borrándose con el paso del tiempo por dificultades y problemas que surgen en la vida. No debemos permitir que eso suceda, por el contrario, se debe fomentar, si la risa fue borrada por adversidades debemos aprender a liberarla nuevamente y así beneficiarnos de ella., Las abuelitas en Colombia dicen que cuando un bebé recién nacido sonríe mientras duerme, es porque está jugando con los angelitos!
Los bebés empiezan a aprender desde que nacen, incluso hay quienes afirman que ellos aprenden mientras están en el vientre de la mamita, sencillo igual desde que llegan aprenden interactuando con su medio ambiente inmediato, desde las personas que lo rodean, hasta los ruidos que los rodean. Lo más importante para los bebés es la interacción que tienen con los adultos. Es a través de estas interacciones que los bebés aprenden a confiar y aprenden a ver e identificarse a sí mismos como individuos y por su puesto si siempre se les sonríe aprenderán a sonreír.
Es sabido de todos que la primera infancia es decisiva para el desarrollo físico y
mental. Es a través del afecto, el tacto, y el cuidado con amor, dulzura, ternura, que se logran niños felices, y así ellos aprenden a construir su autoestima. La manera como los tratan y los hacen sentir afecta cómo ellos se sienten sobre sí mismos. Volvamos a la sonrisa, cuando los bebés sonríen o lloran ellos están tratando de comunicar algo, es obvio, la sonrisa es la primera expresión de satisfacción, mientras que el llanto expresa incomodidad, dolor, angustia, si los bebés se angustian; entonces las respuestas de los adultos a cualquier edad ayudan a los niños a aprender más sobre su propio ambiente y sobre ellos mismos. Así es como ellos desarrollan sus destrezas sociales. Cuando los bebés van creciendo ya sonríen con tiernas y “derretidoras” carcajadas, y claro cuando están más grandecitos ni se diga como disfrutan de todo lo que les provoque sonrisas, pueden pedir al adulto que repita la misma acción –n- veces para ellos volver a reír. La sonrisa y el afecto y el habla les demuestran que les están prestando atención. El tono que se utilice debe ser amable, dulce, en lo posible no imitar voces con tonos chillones y estridentes; hay que hablarles de manera normal y ojala poner especial énfasis en sus reacciones, de tal manera que ellos vayan aprendiendo. Lo que más ayuda a motivar sonrisas en los niños es exponerlos a diferentes cosas que puedan tocar, oír, oler o saborear, siempre agradables sensaciones. Todo resulta tan sencillo si se le pone creatividad y mucho amor a cada momento de contacto y comunicación con el pequeño desde su nacimiento y mantener esta posición durante la primera infancia.
Volvamos a las sonrisas como tal, el cerebro libera catecolaminas, que son neurotransmisores asociados al placer y la felicidad; las sonrisas les aumenta las defensas (glóbulos blancos) fortaleciendo el sistema inmunológico y favorece la recuperación frente a una enfermedad, relaja los músculos del chico, sonreír es un ejercicio físico que aumenta la actividad del diafragma, cara, tórax, extremidades y pulmones, también beneficia la digestión: el reír es un masaje al tubo digestivo, incrementando el tránsito intestinal evitando el estreñimiento, incrementa la autoestima, tranquilidad, relajación, tolerancia, ánimo, etc. En el caso de niños hospitalizados, el uso de la riso terapia se hace necesaria, puesto que estos niños sufren múltiples cambios radicales: exámenes, tratamientos, rupturas con sus vínculos familiares, con sus pertenencias, con sus amigos; lo cual les genera angustias que pueden ser contrarrestadas con los beneficios de la risa y el buen humor.
Igualmente existen beneficios académicos con las sonrisas e los chicos, el aprendizaje se hace estable y duradero, si los papitos se dirigen a los chicos sonriendo, captan su atención y esto hace que ellos retengan la información, estimulando la imaginación, creando un ambiente agradable, interesante, alegre y estimulante haciendo que el diario vivir sea mas feliz, ayuda a socializar, animar, aumentar la comunicación. En general, la risa expresa placer, felicidad y unión social, trayendo seguridad emocional y beneficios medicinales, es una expresión de vitalidad e indicador de buena salud facilitando el desarrollo del niño.
Vivir en un ambiente alegre y divertido es la mejor vitamina para los chicos, y
para toda la familia, que no cuesta nada y sólo se necesita buen humor, disposición y por su puesto alegría. Finalmente, hay que mantener las rutinas de sonrisas que son las que crean el hábito, además las rutinas son importantes porque los niños más chicos todavía no tienen un sentido del tiempo. Siguen basándose en “lo que sigue”. Si existe una rutina ya establecida, el niño sabrá y eventualmente aprenderá el concepto del tiempo. También les da una sensación de seguridad. La primera cosa que hay que recalcar es que hay dos maneras decisivas en que los bebés aprenden a sonreír, observación e imitación.
Anoche me hice presidenta del club de fans de MAHIA una bebé de 7 meses colombo-francesa, su sonrisa me sedujo a tal punto que inspiro este artículo, su sonrisa contó a los presente que vive tranquila rodeada de amor, dulzura, ternura, y que tiene unos papitos que le apuestan a su felicidad. Mahia, está haciendo sus primeros pinitos en gateo, segura, confiada, definitivamente desde que se va en el vientre de la mamita se puede educar para la felicidad, Mahia es un testimonio que corrobora la teoría, claro que los papitos de Mahia son excepcionales, tienen muy claro que lo mas importante es la felicidad de Mahia. Mahia como todos los bebés siempre está aprendiendo.
A sonreír todos, que así la vida de los chicos estará enrutada por el camino de la felicidad, como la sonrisa de Mahia que ilumina y alegra!
Con Caricias Calientitas.