miércoles, 30 de abril de 2014

RISITAS PARA LA FELICIDAD

La risa es uno de los primeros actos de socialización, que tiene el ser humano, y los bebés cuentan con una vida tranquila, no tienen problemas y ríen mucho, es algo innato que puede ir borrándose con el paso del tiempo por dificultades y problemas que surgen en la vida. No debemos permitir que eso suceda, por el contrario, se debe fomentar, si la risa fue borrada por adversidades debemos aprender a liberarla nuevamente y así beneficiarnos de ella., Las abuelitas en Colombia dicen que cuando un bebé recién nacido sonríe mientras duerme, es porque está jugando con los angelitos! 

Los bebés empiezan a aprender desde que nacen, incluso hay quienes afirman que ellos aprenden mientras están en el vientre de la mamita, sencillo igual desde que llegan aprenden interactuando con su medio ambiente inmediato, desde las personas que lo rodean, hasta los ruidos que los rodean. Lo más importante para los bebés es la interacción que tienen con los adultos. Es a través de estas interacciones que los bebés aprenden a confiar y aprenden a ver e identificarse a sí mismos como individuos y por su puesto si siempre se les sonríe aprenderán a sonreír. 

Es sabido de todos que la primera infancia es decisiva para el desarrollo físico y
mental. Es a través del afecto, el tacto, y el cuidado con amor, dulzura, ternura, que se logran niños felices, y así ellos aprenden a construir su autoestima. La manera como los tratan y los hacen sentir afecta cómo ellos se sienten sobre sí mismos. Volvamos a la sonrisa, cuando los bebés sonríen o lloran ellos están tratando de comunicar algo, es obvio, la sonrisa es la primera expresión de satisfacción, mientras que el llanto expresa incomodidad, dolor, angustia, si los bebés se angustian; entonces las respuestas de los adultos a cualquier edad ayudan a los niños a aprender más sobre su propio ambiente y sobre ellos mismos. Así es como ellos desarrollan sus destrezas sociales. Cuando los bebés van creciendo ya sonríen con tiernas y “derretidoras” carcajadas, y claro cuando están más grandecitos ni se diga como disfrutan de todo lo que les provoque sonrisas, pueden pedir al adulto que repita la misma acción –n- veces para ellos volver a reír. La sonrisa y el afecto y el habla les demuestran que les están prestando atención. El tono que se utilice debe ser amable, dulce, en lo posible no imitar voces con tonos chillones y estridentes; hay que hablarles de manera normal y ojala poner especial énfasis en sus reacciones, de tal manera que ellos vayan aprendiendo. Lo que más ayuda a motivar sonrisas en los niños es exponerlos a diferentes cosas que puedan tocar, oír, oler o saborear, siempre agradables sensaciones. Todo resulta tan sencillo si se le pone creatividad y mucho amor a cada momento de contacto y comunicación con el pequeño desde su nacimiento y mantener esta posición durante la primera infancia.

Volvamos a las sonrisas como tal, el cerebro libera catecolaminas, que son neurotransmisores asociados al placer y la felicidad; las sonrisas les aumenta las defensas (glóbulos blancos) fortaleciendo el sistema inmunológico y favorece la recuperación frente a una enfermedad, relaja los músculos del chico, sonreír es un ejercicio físico que aumenta la actividad del diafragma, cara, tórax, extremidades y pulmones, también beneficia la digestión: el reír es un masaje al tubo digestivo, incrementando el tránsito intestinal evitando el estreñimiento, incrementa la autoestima, tranquilidad, relajación, tolerancia, ánimo, etc. En el caso de niños hospitalizados, el uso de la riso terapia se hace necesaria, puesto que estos niños sufren múltiples cambios radicales: exámenes, tratamientos, rupturas con sus vínculos familiares, con sus pertenencias, con sus amigos; lo cual les genera angustias que pueden ser contrarrestadas con los beneficios de la risa y el buen humor. 

Igualmente existen beneficios académicos con las sonrisas e los chicos, el aprendizaje se hace estable y duradero, si los papitos se dirigen a los chicos sonriendo, captan su atención y esto hace que ellos retengan la información, estimulando la imaginación, creando un ambiente agradable, interesante, alegre y estimulante haciendo que el diario vivir sea mas feliz, ayuda a socializar, animar, aumentar la comunicación. En general, la risa expresa placer, felicidad y unión social, trayendo seguridad emocional y beneficios medicinales, es una expresión de vitalidad e indicador de buena salud facilitando el desarrollo del niño. 

Vivir en un ambiente alegre y divertido es la mejor vitamina para los chicos, y
para toda la familia, que no cuesta nada y sólo se necesita buen humor, disposición y por su puesto alegría. Finalmente, hay que mantener las rutinas de sonrisas que son las que crean el hábito, además las rutinas son importantes porque los niños más chicos todavía no tienen un sentido del tiempo. Siguen basándose en “lo que sigue”. Si existe una rutina ya establecida, el niño sabrá y eventualmente aprenderá el concepto del tiempo. También les da una sensación de seguridad. La primera cosa que hay que recalcar es que hay dos maneras decisivas en que los bebés aprenden a sonreír, observación e imitación.

Anoche me hice presidenta del club de fans de MAHIA una bebé de 7 meses colombo-francesa, su sonrisa me sedujo a tal punto que inspiro este artículo, su sonrisa contó a los presente que vive tranquila rodeada de amor, dulzura, ternura, y que tiene unos papitos que le apuestan a su felicidad. Mahia, está haciendo sus primeros pinitos en gateo, segura, confiada, definitivamente desde que se va en el vientre de la mamita se puede educar para la felicidad, Mahia es un testimonio que corrobora la teoría, claro que los papitos de Mahia son excepcionales, tienen muy claro que lo mas importante es la felicidad de Mahia. Mahia como todos los bebés siempre está aprendiendo. 

A sonreír todos, que así la vida de los chicos estará enrutada por el camino de la felicidad, como la sonrisa de Mahia que ilumina y alegra! 

Con Caricias Calientitas. 

viernes, 25 de abril de 2014

NORMAS PARA LA FELICIDAD

La disciplina es necesaria para que los chicos acepten los límites que se necesitan para vivir en armonía. Por eso las reglas, o parámetros deben ser apropiados, oportunos, concretos, claros, solo así la disciplina entra triunfante en la educación para la felicidad. La disciplina forma carácter y el chico va asimilando que cumple las reglas por su bienestar, no para agradar a los papitos. Las emociones que ponen los adultos en el momento de poner las reglas, deben ser objetivas, emociones serenas, sin gritar, exagerar con autoridad es retroceder en la creación o formación de la disciplina.

Las expresiones que usan los adultos, son genéricas, y los chicos desconocen el detalle, por ejemplo: "Pórtate bien", "Sé bueno", o "no hagas eso" y este tipo de expresiones se presta a todo tipo e interpretaciones, las “ordenes” deben ser más puntuales, por ejemplo, “debemos estarnos quietos en la visita al abuelito”, es importante involucrarnos en muchas de las recomendaciones, eso hace que el chico vaya asimilando comportamientos sociales, familiares respetuosos y es una forma de aumentar cardinalmente la relación de confianza con el pequeño. Hay que recordar que los niños pequeños no manejan bien la temporalidad, el mañana, la otra semana, hay que centrarse en el momento, y cuando son situaciones repetitivas, e puede traer a colación los escenarios anteriores.

Los chicos pueden ser disciplinados a su manera, por ejemplo, ordenar los juguetes, pues puede escoger guardar primero los carros, o las pelotas, es tener alternativas para “cumplir”, y además es una oportunidad para involucrarlo en la toma de decisiones, igual con la ropa que va a usar, dejarlos escoger su “pinta”.

De todas maneras es importante que los adultos sepan cómo actuar cuando el chico se resiste a “obedecer”, pues ni mas ni menos actuar con firmeza, ojo esto no es sinónimo de violencia ni agresión; pues si el chico no recoge los juguetes, se le pueden guardar fuera de sus alcance y cuando “tu decidas” obedecer te los entrego; obviamente hay que ayudarse con una voz segura, sin gritos, y una seria mirada en el rostro, ojo mirada seria jamás condenativa, ni resentida, ni amenazante, muchos menos odiosa. A veces las “ordenes”, están mal dadas, por ejemplo a los adultos les encanta usar el “no”, entonces dicen: “no vas hacer tu tarea ahora”, ya va implícito el incumplimiento, ya el adulto esta decretando No vas… Es diferente decirle: mi cielo es hora de hacer tu tarea, ya debes empezar a mostrar como haces “tus” tareas de bonitas y correctas, de cualquier modo, para esas pocas obligaciones "debe estar hecho", los limites como la disciplina acercan la familia, los hace más unidos, hay camaradería, manteniendo la autoridad en un equilibrio que permite la conciliación y concertación.

Los niños son más propensos en llevar la contraria en vez de “obedecer”, ordenes
como: “te bajas ya de ahí”, es una orden subliminal a trepar más y seguramente a caerse porque usualmente los papitos rematan la orden diciendo: “ te vas caer”, en general, es mejor decir a un niño lo que debe hacer, en un tono amable, seductor, y convincente, por ningún motivo gritar, gritar solo aumenta el circulo vicioso de tener que gritar para todo, hay que recordar que el chico aprende más por imitación y del ejemplo. Cuando la orden es inmediata como “te bañas ya”, se crea una lucha de poder personal con los chicos, una buena técnica es involucrarnos: “es hora de irnos a dormir, a soñar, a descansar, y en lo posible anunciar el cuento e la noche. Todos los razonamientos son necesarios, un porque repalda la orden, de este modo, lo mejor cuando se aplica un límite, es explicar al niño el por-qué tiene y debe obedecer. Entendiendo la razón para el orden ayuda a los niños a que desarrollen valores internos de conducta o comportamiento- una conciencia. Antes de dar una larga explicación que puede distraer a los niños, hay que ser claros, concretos y amables; buscar argumentos que le hagan ver los “mal” que la pasan otras personas i la orden no se cumple, por ejemplo si le pegas a tu amiguito a él le duele, le da un ayayay, y se pone triste, eso cala mucho!

Cuando aparece un límite al comportamiento de un niño, hay que sugerir una alternativa aceptable. Así el chico siente que tiene ventajas obedecer, un ejemplo, el chico quiere caramelos antes de la comida, pues sencillo después de comida puedes comer los caramelos, ahí hacemos todos. Eso sí, la regla puntual para un efectivo límite es evitar una regla repetitiva. Rutinas y reglas son importantes en la formación del habito de la disciplina, y los adultos deben mantenerse en caso del incumplimiento o cumplimiento, dice el refrán: “lo prometido es deuda”. 

Recordar siempre que se censura la conducta y se elogia a los niños, jamás desaprobar al niño y mucho menos usar chantajes afectivos, por eso es importante que los adultos controlen sus emocione, pues el enojo es pésimo consejero, hace que se castiguen a los niños, y la disciplina con amor es básicamente enseñar al niño cómo debe comportarse. Todos los niños necesitan que sus papitos establezcan las guías para un comportamiento feliz aceptable. Solo así en el hogar se respira amor, confianza, tranquilidad, felicidad!

Con Caricias Calientitas


sábado, 19 de abril de 2014

TIEMPO Vs CALIDAD PARA LA FELICIDAD

Hoy los Papitos se debaten entre el tiempo y la calidad que dedican a sus hijos, algunos papitos creen que si han pasado una hora de tiempo “de calidad” con sus niños, ya es suficiente. Normalmente esta hora se pasa haciendo algo agradable: mirar la televisión, salir a comer algo, ir a mirar una película, etc. Vale decir que el tiempo se debe dedicar desde la gestación, hablarle, mimar la barriguita, ponerle música en fin.

Aunque hoy el mundo se mueve de prisa y los papitos quedan volando sin saber
qué hacer, Caricias Calientitas les hace recomendaciones para pasar tiempo con calidad durante la primera infancia. Hay que marcar la diferencia de tiempo con calidad y tiempo sin calidad; por ejemplo los papitos separados que pasan un fin de semana con sus hijos hay que asegurar que sea un tiempo divertido, sin olvidar la integralidad del pequeño, pues si asiste al jardín hay que estar pendientes de sus logros, de estimular sus recientes conocimientos, su espíritu investigativo, es decir hay que trascender la diversión. Por supuesto se le abona y reconoce el esfuerzo que hacen los padres por pasar tiempo con calidad, las limitaciones del tiempo y su conocimiento de lo que el niño necesita de los papitos, y bueno nuevamente una declaración a que quieren ser los mejores papás y mamás. Sin embargo, aparece el sentimiento de culpa, y tristemente tratan de suplirlo u opacarlo dándoles gusto en todo y así no es; esta es una manera de obrar que se conoce como “crianza culpable”. Este tiempo dedicado puede causar efectos nocivos en la relación y la confianza.

En vez de ser honestos, compensamos excesivamente y actuamos como amigos en vez de como padres. Es importante observar que esto no es exclusivo de los papás, aunque tradicionalmente éstos tienen menos tiempo para estar con sus niños. Basta decir que la crianza culpable compensa excesivamente y hace que los niños se vean como víctimas. Y esto es por el ejemplo que nuevamente recalco es el mejor maestro, entonces los chicos imitan el comportamiento y exigen y acusan a los papitos. Habrá que examinar el concepto del termino tiempo, una máxima dice: “El tiempo es lo más precioso que tenemos”. Pero como los adultos llevan vidas con tiempos llenos de precipitación, preocupaciones y actividades, a menudo se recalca la importancia de pasar “un” tiempo con calidad con los niños.

Pero en realidad y aunque suena supremamente triste, la última prioridad es la de
los hijos, cuando de tiempo con calidad se refiere, seguramente sus necesidades básicas de, comida, vestido, techo, están satisfechas, pero el afecto, la ternura, la comprensión, el juego ¿dónde quedan? Se les asegura peor aún se les promete pasar un tiempo con ellos, y en la mayoría de casos se les involucra en actividades propias de los padres y se dejan de lado sus verdaderas necesidades.

Se ven chicos desde recién nacidos en las colas de los supermercados atestados.. por favor, se les ve en los coches al lado de mesas humeantes de cigarrillo mientras los papitos y mamitas departen con sus amigos, durmiendo entre comillas con una música estridente a todo volumen…. Así habría que concluir que la calidad se fue y bien lejos. El punto es que la cantidad de tiempo es tan importante, o tal vez más importante, que el tiempo de calidad. Si bien llevar a los niños a Disneylandia está bien, esto no remplaza la buena crianza con calidad en el tiempo dedicado. 

Los papitos son los principales presentes en la vida de sus niños. Esto significa crear buenos momentos, amables, dulces, con normatividad, pero, lo que es más importante, estar presentes cuando las situaciones se tornan difíciles. Significa ser un participante activo de las luchas diarias de su hijo/a. Por ejemplo: acompañarle en su proceso de lenguaje, motricidad, leerle cuentos, canalizar sus rabietas, estimularlo, y esto demanda tiempo con paciencia, lo que lo hace tiempo con calidad; si acciones cotidianas, como lavarse lo diente, hacer pis antes de dormir, comer amenamente, pasa a un segundo plano, pues queda en evidencia que se dedica tiempo en cantidad pero carente de calidad; es que por ejemplo los papitos creen que después de ir a un parque finaliza su tiempo con calidad y el resto a quién se le encomienda?. Aquí hay que traer a la colación al feo señor dinero, que se ha ido robando el tiempo, la mayoría de los adultos se la pasan trabajando para conseguirlo y claro suplir las necesidades básicas materiales, y de paso se sacrifica el tiempo de todos y para todo, por eso es muy importante jerarquizar las prioridades, y los chicos son la principal preferencia de toda familia, y sociedad, pues la solución está ahí, es sencilla y simple: decidirse a hacer que la familia sea feliz. Cuando la felicidad de los chicos es la prelación resulta más fácil eliminar las actividades que necesitan mucho tiempo. Tan sencillo que antes de tener hijos el tiempo era todo nuestro, y con la familia cambia, pues a tomar decisiones, fáciles y difíciles, eso implica decir “no” a las personas y a las actividades que no son importantes en la calidad del tiempo dedicada a los niños. Obviamente, esto es un acto de equilibrio, pero mientras más se elige, más clara es la prioridad de dedicarles tiempo con calidad a los hijos.

En esta sociedad tan rápida, las relaciones necesitan tiempo y atención. Pasar tiempo con los niños no debe ser visto como “hacer tiempo”—no debe sentirse como un castigo. (Si éste es el caso, jugar con su hijo/a será la medicina más grande, ya que te enseñará a relajarte). Repensar la vida: un día por semana, ajustar el horario a su vida familiar, en vez de la familia a su horario. Buscar actividades que puedan hacer juntos como familia. Asegúrese de dar una atención personalizada a cada uno de sus niños. Hablar con sus hijos; saber cómo están. Hacerse solidario con lo que sienten, piensan y hacen sus hijos. Esté fácilmente disponible, incluso si está ocupado. Pasar el tiempo no quiere decir necesariamente hacer algo especial. 

Basta con que usted dé su interés y su atención, con amor, alegría, amabilidad, y si tiene demasiadas tareas que hacer en la casa, pídale a su hijo/a que le ayude. Invitar a otras personas a ayudar en las tareas de rutina facilita la conversación y la conexión. Sobre todo, cerciórese que usted no esté usando las golosinas, el dinero, los juguetes o los viajes para compensar por no estar disponible. 

Recuerde que a menudo esto es una defensa astuta para apaciguar el sentimiento
de culpa. El tiempo no programado (tiempo pasado espontáneamente y dado libremente) es un gran remedio para sanar las relaciones. Aprenda a darles tiempo a las personas en su vida. Tenga algunos días o al menos algunos momentos en los que pueda dar su tiempo libremente. No se preocupe si la ropa lavada no ha sido doblada, o si tiene miles de cosas que hacer. Ponga todo de lado y dele tiempo a sus niños. Al hacer esto les estará dando la cosa más valiosa que usted posee, tiempo con calidad.


Con Caricias Calientitas

domingo, 13 de abril de 2014

ESTÍMULOS PRENATALES PARA LA FELICIDAD

La estimulación prenatal o durante la dulce espera, es el proceso que siembra el aprendizaje por el bienestar, la felicidad, en los bebés aun en el útero, optimizando su desarrollo mental y sensorial.

Existen muchos estudios juicios que sugieren casi con certeza científica que es posible promover el desarrollo del cerebro del niño aun antes de nacer. Importantes investigaciones demuestran que los estímulos como los golpecitos tiernos y amables en la barriguita de la mamita, sonidos suaves y melodiosos, el sonido de la voz humana -especialmente el de la mamita, así como las vibraciones y la luz son placenteros para el bebé.

Se dice también, que el bebé puede aprender a relacionar estos estímulos a sus significados sólo si son presentados en una manera organizada; de otra forma probablemente los olvide o los ignore. Hay que enseñarle al bebé que estos estímulos tienen un significado relacionado al presentarlos en un contexto coherente y repetitivo. Es sabido que cuando las experiencias ocurren en un patrón determinado y consistente, pueden ser mejor organizadas en el cerebro del bebé y ser usadas, luego, en circunstancias similares mediante asociación.

Los bebés estimulados antes de nacer, tienden a exhibir un mayor desarrollo
visual, auditivo y motor. Tienen también mayor capacidad de aprendizaje y superiores coeficientes de inteligencia. La manera como los papitos interactúan con los bebés antes de nacer tiene un impacto en el desarrollo posterior del niño. Una persona puede confiar en sí misma porque se sabe amada desde el momento en que fue concebida. Optimismo, confianza y cordialidad son consecuencias naturales de este sentimiento y puede ser transmitido fácilmente cuando el útero se convierte en un cálido y enriquecedor ambiente, se asimila a su casita de agua.

Comunicarse con el bebé, aparte de ser una experiencia sublime, dulce, tierna, le proporciona al bebé el ambiente estable y amoroso que todo niño necesita para aprender y crecer...siendo este el propósito u objetivo principal de la estimulación prenatal. Aprovechando las capacidades de sentir, oír y ver del niño por nacer. Potencializando los sentidos que son la base de los futuros aprendizajes. Es preferible que participen el papito y la mamita.

Lo ideal es iniciar la estimulación en el área auditiva a partir de la sexta semana de gestación (aproximadamente dos meses). Se debe hablar con el bebé, suave y claramente, cantarle, leerle cuentos, decirle que se le ama y ponerle música suave. También se puede mover un sonajero o hacer funcionar una cajita de música cerca del vientre materno y balancear el cuerpo al compás de la música. La música favorece el bienestar físico y mental del bebé que la escucha en su casita de agua intrauterina y el resto de su vida. La mamita potencia sus facultades por medio de la música y le transmite al bebé sus sentimientos. El recién nacido al escuchar la música, la asocia con el sentimiento placentero experimentado en el vientre materno.

Los niños que han sido estimulados antes y después del nacimiento: Tienen mejores aptitudes para la lectura y matemática, agudizan su memoria y concentración, aumentan la coordinación, desarrollan la creatividad y enriquecen sus emociones y fortalecen sus relaciones interpersonales y familiares.

Mientras se estimula auditivamente al bebé también se le puede “acariciar” dando
suaves masajes en el vientre materno. Estas caricias pueden ser suaves toquecitos con las manos en busca de estimularlo y lograr la comunicación con él. Puede iniciarse la estimulación de este tipo a partir de la quinta semana de gestación. Asimismo, se recomienda dejar que el agua tibia (sin mucha potencia) caiga sobre el abdomen mientras la mamita se baña. Aquí se está estimulando el tacto.

Su visión, a partir de la décima semana de gestación se hace más efectiva, ya que el bebé puede percibir las variaciones de la luz a través del vientre materno. Por ejemplo, si se colocara una linterna prendida con la luz dirigida al vientre materno y se mueve suavemente por toda la superficie del abdomen, el feto la nota y se mueve. Se puede enriquecer con la estimulación auditiva y táctil. Asimismo, se puede cambiar el color de la luz colocando papeles de celofán transparentes de color delante del foco de luz. Esto es muy estimulante y placentero para el feto.

Y claro el ejercicio para estimular sus funcione motoras, se brinda cuando la mamita hace ejercicios, aproximadamente a partir del quinto mes de embarazo, no antes porque puede ser perjudicial para el bebé, sobre todo si la mamita está en el grupo de gestantes de alto riesgo. Estas técnicas mejoran el centro de equilibrio del bebé y lo pone alerta. Hoy están de moda las técnicas de relajación de “yoga prenatal”, ayudan a que la mamita realice un trabajo consciente con los músculos y órganos que tienen actividad directa en el parto, y se estimulan las glándulas endocrinas, igual la gimnasia psicofísica prenatal, el trabajo de estiramiento y respiración, los ejercicios de relajación, el trabajo de posturas, la meditación y la concentración.

Estos consejillos básicos, sencillos y que nacen del corazón, solo son portadores
de abundantes beneficios para la salud, equilibrio emocional y relajación de la mamita lo cual brinda un ambiente placentero al feto y preparación para el momento del parto. La dulce espera se hace más maravillosa cuando día a día se le da al bebé el apoyo, con palabras amorosas, dulces sonrisas, caricias calientitas, gestos de cariño, todos,   muestra de la presencia de la felicidad en la vida del tesoro más preciado, un hijo.


Con Caricias Calientitas


viernes, 4 de abril de 2014

SONDEOS PARA FELICIDAD

La ecografía, también llamada ultrasonido, fue utilizada por primera vez durante la segunda guerra mundial para la detección de submarinos. Años después se descubrió que la misma tecnología podía servir para observar al feto dentro del útero y estudiar su crecimiento y bienestar, además sirve para confirmar la dulce espera y la ubicación intra o extrauterina, igualmente es una herramienta importante para controlar el desarrollo normal del bebé, estimar su peso y también muestra donde está implantada la placenta. Es un procedimiento ampliamente utilizado en el embarazo normal y es sumamente útil en embarazos complicados por alguna enfermedad. Y hablando de amor, ternura, fe, esperanza, es un contacto con el bebé, ya que se puede ver y escuchar los latidos desde la sexta o séptima semana de gestación. Es emocionante, conmovedor, apasionante, excitante ver al bebé moviéndose en la pantalla, mucho antes de que la mamita sienta sus movimientos realmente. Este método también permite diagnosticar el sexo tempranamente.

Por su puesto descartadas las complicaciones lo que resulta arrollador es saber el sexo del bebé; motivo suficiente para soñar más exactamente, cuarto, ropa, nombre, y lo más importante se puede empezar una comunicación más exacta a través de las caricias, llamarlo por su nombre, cantarle con su nombre, y soñarlo feliz, sano, triunfador. Algunos papitos se preocupan porque hay rumores bajitos sobre los efectos de la ecografía en la formación del bebé; pues a la fecha no se conocen efectos adversa para el bebé o para la mamita, como todo en la vida no se debe abusar y realizarse solo las necesarias? Deberían realizarse tres ecografías durante un embarazo sin complicaciones. La primera entre las 6 y 12 semanas para el diagnóstico de embarazo, la segunda entre las 16 y las 20 semanas para el diagnóstico de malformaciones fetales y la tercera luego de las 32 semanas para controlar el crecimiento fetal.

Desde siempre, el primer momento en que se sabe de la existencia de un aparece
la curiosidad de saber el sexo del bebé, antiguamente no era una tarea fácil, además giraba en torno a muchos, mitos, como la forma de la pancita, si la mamita tenia agrieras o no, hacía pruebas con tenedores y cucharas, los antojos, en cambio hoy es esperar unos días un tiempo prudencial y la ecografía como un hada mágica resuelve la pregunta; también existe un fuerte tendencia en Europa por no saber el sexo del bebé, se ve de todo. El método más efectivo para poder saberlo es acudir al técnico en ecografías entre la semana 16 a la semana 20, es decir antes de cumplir los cinco meses para determinar el sexo.

Esta situación puede variar, ya que el tiempo dependerá si es que el bebé se encuentra tapándose los genitales durante el examen. En algunos casos, es importante saber el sexo del bebé, por ejemplo en los casos en que el bebé está atravesando por riesgos de ciertas enfermedades congénitas.

Caricias Calientitas invita a las mamitas a apostarle a la ecografía emocional, incluso hoy en día ya se habla de la ecografía emocional; diferente, su objetivo es acercar lo máximo posible la imagen del bebé y su vida dentro de la casita de agua en la pancita de la mamita, se trata de fortalecer el lazo afectivo que los une y que debe ir en aumento con el embarazo y tras el parto. La ecografía emocional permite a los demás miembros de la familia conocer al nuevo miembro, su cara, sus gestos, antes de nacer, acrecentando la ilusión de la dulce espera y adelantando el vínculo que los une para siempre, la ecografía emocional le permite a los papitos soñar en colores, experimentar sensaciones extraordinarias, asombrosas, milagrosas, fabulosas, fantásticas, una mágica forma de incidir en el estado emocional de ese nuevo ser, semilla de amor y para la mamita representad, paz, serenidad, bondad, como quien dice la ecografía emocional la lidera la mamita con su actitud! 

Pareciera que un tema como la ecografía nada tiene que ver con la felicidad, pues
todo lo que toca a los niños desde su concepción es vital para sembrar la felicidad en su vida, pues todos los detalles médicos, afectivos, logísticos, nutricionales son medios para abonar la felicidad que se merecen nuestros mayores tesoros. Es como soltar muchas palomas blancas y globos de colores, que se eleven al cielo con voces auténticas, claras, llenas de ilusión por tener un bebé para amar y adorar, que el corazón palpite al ritmo de la ternura y la dulzura de ese precioso bebé.

Con  caricias  Calientitas.