sábado, 19 de febrero de 2011

BESITOS PARA LA FELICIDAD


Amar a los hijos es fundamental, pero lo es más demostrárselo a través de abrazos, besitos de algodón de azúcar, caricias calientitas, palabras bonitas, elogios, atención, dedicarles tiempo con calidad, hablar con ellos; sus temas son interesantes porque siempre están impregnados de la magia de la sorpresa, del asombro y de un espíritu investigativo, en todas las edades sea chico o chica, qué tal la seducción a los dos años, la picardía de los tres años, la “sensatez” de los 4 años y así sucesivamente.

¡Papitos y Mamitas hay que ser afectivos con los chicos igual que con las chicas! Es que hoy en día en algunas culturas como la nuestra las demostraciones de afecto por los niños de sexo masculino son mermadas por falsos temores e ignorantes conceptos de hombría! La homosexualidad tiene orígenes diferentes a esto, al contrario cambia la historia del machismo y enseña a los niños a recibir y brindar afecto y no a ser una máquina sexual. Y con las niñas también, la primera relación con el sexo opuesto de una mujer es con el papito, entonces papitos a abrazar, acariciar, mimar, contemplar y besar con cariño y decirle lo bonita que es, para que su debilidad no sea el afecto y lo busque con cualquier muchacho.

Hay que recordar que las cosas materiales en cierto modo son un detalle de cariño y de afecto pero muchos papitos quieren llenar a sus hijos de juguetes y regalos en reemplazo del poco tiempo y afecto que les dan, y así no es, hay que traer los besitos de algodón de azúcar para la felicidad.

Volviendo a los besitos, seguramente las mamitas recuerden que muchas veces han tenido que decir “Por favor no lo besen en la carita”, o han pensado en decirlo y las mamitas se preguntan: ¿Por qué lo besan en la cara?, generalmente las personas tienden a demostrar su cariño a los bebés a través de besos y en la mayoría de los casos escogen su pequeña carita para dárselos. Eso desde un punto de vista emotivo está bien y es muy hermoso, y por su puesto carece de mala intención. Pero desde el punto de vista saludable la carita del bebé es el sitio menos recomendable para besar durante sus primeros días de vida o al menos hasta el tercer mes.

Como es sabido dentro del proceso natural, que un bebé de apenas días de nacido, se encuentre un poco indefenso y en periodo de adaptación a este mundo, su sistema inmunológico se está fortaleciendo pero mientras tanto es más vulnerable a contraer infecciones. Y en internet abundan los artículos que hablan que hay más bacterias en la boca de los adultos que en la tierra, sin embargo aproximadamente un 1% producen enfermedades. Y como continuamente se humedecen los labios con saliva y esta contiene gran cantidad de bacterias que con el más simple beso se puede trasmitir podemos transmitir a otra persona, con mayor razón a un bebé.

Desde este punto de vista, cuando un bebé es besado en alguna parte de la cara indudablemente quien lo besa transmite cierta cantidad de bacterias y abre la posibilidad de que esa bacteria o agente patógeno se convierta en el causante de una enfermedad. Pero no solo es el riesgo de contraer enfermedades lo que puede resultar inquietante, sino más bien un factor higiénico, cada beso va dejando residuos en su cara, cuando es besado muchas veces por una o varias personas su rostro puede adquirir un olor muy desagradable.

Durante los primeros días de vida el bebé debe ir adaptándose a muchas cosas nuevas, tanto en su vida personal como la vida se su familia, asimismo hay que aprender a actuar o reaccionar ante cada situación nueva, de demostraciones de afectos con la gente y los hermanitos mayores que quieren los hijos. Irónicamente los primeros días, meses y años, en que los chicos son tan delicados, son también los días, meses y años en que pueden recibir mas besos en la carita, en vista de que se trata de momentos especiales en los que se preparan bienvenidas o reuniones familiares dependiendo la tradición de cada zona, que sin duda son de mucha alegría pero también son propensos para que este tipo de cosas sucedan y se incremente el riesgo de que los niños contraigan alguna enfermedad al ser besados.

Lo ideal en estas situaciones es hablar sinceramente pero con delicadeza, no ser bruscos, ni groseros, y explicar porque puede ser riesgoso para la salud del bebé y el niño, sobre todo en esos primeros días de vida, y a su vez darle opciones con otras formas de expresar su cariño.

No se trata de evitar que lo besen, lo pueden hacer pero no en la cara. Tampoco se recomienda besar en las manos, ya que este podría llevárselas a la boca y no estaríamos haciendo nada. Un bebé puede ser besado sutilmente en la cabeza lo más alejado de la frente o preferiblemente en sus pies, ya que son zonas si se quiere de menos alcance para las manos y la boca del bebé. Por su puesto queda totalmente prohibido dar besos en la boca… sobre argumentar tal prohibición! Besar es el acto que más repiten los papitos con los hijos. En especial cuando son recién nacidos, parece que existiera un imán y la mayor parte del día se la pasan dándoles besos. Es cuando se hace más evidente la frase de: “Te comería a besos”. Lo harían toda la vida, pero llega un momento en el que a ellos los chicos ya no les apetece tanto beso y apapuchus. Este acto, que refleja la máxima expresión del amor que profesan, cada mamita y papito, si se les da un mordisquito en un muslito no pasa nada o si se le da un beso en la orejita o en la nariz… pero dar un beso en la boca, y esta práctica no está aprobada porque tiende a convertirse en un abuso hacia el niño. El niño necesita abrazos y besitos para crecer y desarrollarse adecuadamente. Pero un beso en la boca puede entenderse como un beso de deseo o de pasión que está reservada a los adultos.

Las mamitas y los papitos cuando sus chicos están más grandecitos, casi los obligan para que beses, a los vecinos, tíos, tías, en fin y muchas beses ellos no quieren el beso debe ser espontáneo.

Para finalizar podemos decir que no se trata de cohibir a las personas y a sus papitos de expresar su cariño, sino de enseñar las muchas maneras que hay de expresarlo y de hacer que un bebé los sienta, pero siempre con el principio fundamental de brindar el mayor cuidado posible al chico para que crezca sano, fuerte y feliz. Besitos de algodón de azúcar después de un buen baño, en los pies, y qué tal los codos, la cabeza, la espalda, algunos cuando son bebés besan su nalgas, practica solo para la mamita y el papito, no permitida a otros; besitos voladores, besitos de cosquillas, besitos sonoros, besitos que cantan, besitos a montones, todos son validos cuando de expresión de amor se trata!


Con Caricias Calientitas




sábado, 12 de febrero de 2011

JUEGOS PARA LA FELICIDAD.


Desde la dulce espera los papitos imaginan el momento en que puedan jugar con sus hijos, pero en la mayoría de los casos esperan al año para jugar jugar! A los papitos les gustan los juegos sencillos pero movidos, como el tiovivo, juego en el que sujetan bien fuerte a los bebés de unos 8 meses, también juegan el avión, un juego que si bien es fácil hay que practicarlo con cuidado, porque cuando se eleva al pequeño en ocasiones se olvidad de aparatos como ventiladores; los papitos se van en ansias cuando nacen sus hijos por llevarlos al parque de atracciones, y para este juego hay que esperar un tiempo largo.

Cuando nacen los bebés los papitos solo atinan a colmarlos de besitos de algodón de azúcar, muchas caricias calientitas pero se olvidan del juego como tal, y resulta que hay juegos para crecer: Los clásicos como:

¡Achussss! El gran clásico e infalible para hacer reír a un bebé a partir de los tres meses. Simula un estornudo que tarda un siglo. Cucú-tras: Otro juego aún más tradicional, es poner la cara del papito o mamita frente a la del bebé y con un pañuelo o pañito se tapa la cara del papito, y se saca por los lados y se dice “Cu-cú”, como el reloj. Que te pillo. Como a unos 50 centímetros de distancia y el papito o la mamita se acerca lentamente mientras mueve los dedos de las manos y repite “¡Que te pillo!”. Cuando llegan hasta él, se le hacen cosquillitas suaves. A gatas: Dejar que el bebé se desplace a gatas por una cama grande; luego sujetarle las piernas y arrástrale suavemente hasta el punto de partida. Intentará volver a escaparse y se doblará de risa cuando lo atrapen. ¿A qué huele? Este fascina, se toma el pie del bebé, se acerca a la nariz y se hacen gestos divertidos y exagerados con la cara y manos de lo “mal que huele; luego se suelta y se repite con el otro pie. Besitos Sonoros: se le dan besitos suaves por todo el cuerpo y en su pancita se le dan besitos sonoros… esto les produce una risa. Muy grande: Mientras el niño está sentado o de pie, con los brazos bajados, se le toman las manos y se le pregunta: “¿cómo es de grande este niño?”. Después, levantan sus brazos sobre la cabeza gritando “¡así de grande!”. Quizás la primera vez se quede mirando con la boca abierta, pero pronto levantará los brazos él solito con una gran carcajada. Este juego les encanta desde los 6 meses a los dos años.

Paro la pregunta es ¿?¿? Y a qué horas tantos juegos si se la pasa durmiendo? Pero no importa el bebé desde que nace se inicia en la ardua tarea de tocar y agarrar, en estos primeros meses, los mejores juegos son los que estimulan el tacto, la vista y el oído. En la cuna, acariciar su cuerpo con un sonajero suave diciéndole las partes del cuerpo que se recorren. De vez en cuando parar en una zona y hacer sonar el juguete, hay que hablarle de lo que está sintiendo. En el baño, dejarlo que flote en el agua y, antes de vestirle, dale un masaje de amor, dulce y tierno, además de relajarse aprende las primeras nociones sobre su cuerpo. Cada bebé tiene su ritmo y a su vez las mamitas y papitos van incursionando en el juego y sin darse cuenta, se vuelven unos expertos jugadores.

Desde los cuatro meses más o menos los bebés “resiste y disfrutan” balanceos con canticos como “arre caballito”, sentados en las piernas de los papitos y éste a su vez subiendo y bajando la piernas, ó a caballito, un juego que le encanta, el papito cruza su pierna y el niño cabalga sentado sobre su zapato. Mientras se le canta: “En un caballito verde, el niño se fue a verte, al paso, al paso, al paso, al trote, al trote, al trote, al galope, al galope, al galope…”.

Siguiendo con los bebés desde pequeñitos se puede jugar al escondite, detrás de una toalla, a los sonidos, buscando, cantar es una forma de jugar, hay muchas canciones que además de estimular el conocimiento los divierten, como: “En mi cara redondita, tengo ojos y..” ó “saco mi manito la llevo a pasear, la cierro, la abro…”, otro juego para bebés mas grandes gateadores por ejemplo, los papitos se ponen en cuatro en el suelo haciendo un túnel que el bebé debe pasar! Y el trapecio, el niño dos años en adelante, el niño se dobla hacia adelante y pasa sus manos entre sus piernas y papito se las agarra y tira de ellas hacia arriba, le da la voltereta y cae sobre sus pies, y como a las mamitas no les gusta mucho este juego, porque se preocupan por los hombros de sus niños, pues mejor hacerlo de vez en cando. La carretilla, para chicos de tres años en adelante, papito lo sujeta por los tobillos y lo recorre por la casa caminando sobre las manos, en prados abiertos resultan unas competencias fabulosas, con más chicos y papitos carretillas y es aún más divertido.

Mas juegos que durante la primera infancia son una linda y exquisita forma de sembrar confianza, seguridad, comunicación con los hijos, la alfombra mágica, para este juego, se necesita un suelo despejado y pulido, se pone una manta en el suelo y papito arrastra al chico, con cambios de velocidad y produce una risa! Si hay varios chicos se puede jugar al primero de la fila papito se pone el primero de la fila y los niños detrás, él hace todo tipo de payasadas: mover los brazos, saltar a la pata coja, caminar sobre los talones, de puntilla… todos los niños le deben imitar en la fila, ahora que el papá como está de primero se voltea y todos deben estar quietos y si pilla a uno de los niños moviéndose, este niño ha perdido. El perdedor tiene que ponerse a la cabeza de la fila y sigue el juego. Y jugar al camping, se coloca una manta muy grande en la mesa que llegue hasta el piso, entonces los niños juegan a que están de paseo, es aún más divertido de noche porque se apagan las luces y se alumbran con linternas. Por su puestos están los juegos dentro de la “carpa”, jugar a las adivinanzas, contar chistes, decir secretos…

Muchos profesionales consideran el gateo como una etapa específica del desarrollo motor del bebé por la que deberían pasar todos los niños si se evitasen los corralitos, la estimulación forzada y precoz del andar y, sobre todo, si a los bebés se les diera la oportunidad de jugar el tiempo suficiente en el suelo. El gateo ayuda a madurar adecuadamente el tono muscular de abdominales, lumbares, glúteos y cuádriceps, entre otros. Por lo tanto, hay que proporcionar a los bebés gateadores un espacio adecuado y ropa cómoda para que descubra por sí mismo, cuando lo necesite, cómo sentarse, cómo gatear y cómo ponerse de pie. Hay que favorecer que se mueva, pero sin adelantarse a sus posibilidades, forzándole a posturas que no haya alcanzado por sí mismo.

El gateo le permite a los bebés desplazarse a su antojo experimentando nuevas texturas –parquet, terrazo, moqueta–, nuevos objetos –cajones y puertas– y puntos de vista diferentes –por ejemplo, la mesa del comedor desde abajo. Moviéndose, obtiene nueva información que capta con todos sus sentidos –no sólo con la vista– y eso consolidará las bases que le permitirán después manejar el espacio mentalmente cuando tenga que resolver rompecabezas o identificar por ejemplo, la dirección en la que se trazan las letras. Esta libertad de movimientos despierta su inteligencia, dado que le proporciona los primeros problemas a solucionar: cómo hacer para pasar entre la silla y la pata de la mesa del comedor, cómo trepar hasta el sillón o cómo liberar el pie. Sobra decir que jamás debe estar solito, en estos juegos de exploración, permitirle gatear le ayuda en la maduración del tono muscular, el gateo permite al niño entrenar los reflejos de caída que le librarán de muchos chichones y brechas cuando comience a caminar. Una vez que su cerebro aprende la mecánica del gateo, empiezan los juegos de coordinación como hacer zig-zag por debajo de las sillas del comedor sin golpearse ni quedar atrapado, buscar juguetes con pistas que le da la mamita, cuentos. Con el gateo, el bebé conquista “la independencia física de mamita! quien a su vez ha hecho de los espacios de gateo, zonas protegidas de peligros mayores.

Los juegos hacen parte de la cotidianidad de los chicos, incluso cuando están enfermitos, porque hay combinarles el descanso con el entretenimiento; la compañía y el juego no curan, pero ayudan. Entretenerle y prestarle atención cuando está enfermo le hará más llevadera su dolencia. Pero eso sí, hay que respetarle su ritmo, habrá ratos en los que solo tenga ganas de dormir. Leerles cuentos aunque el chico sepa leer, y si en su biblioteca tiene algún cuento que hable de niños que están malitos y se curan rápidamente si siguen las recomendaciones del médico y sus papitos, mejor que mejor. Si le duele el cuerpo por la fiebre o le molesta el estomago, darle un suave masaje; le alivia y le relaja. Además, quitándole la ropa, se favorece la pérdida de calor de su cuerpo, lo que le ayudará a bajar la fiebre. Otro juego mientras están enfermitos es jugar a buscar familiares en el álbum de fotos! Juegos tranquilos como: dibujos, puzles, construcciones… También “jugar” a repasar lo aprendido para que así no pierda el ritmo del colegio –sobre todo si la enfermedad se alarga muchos días–.Juegos con palabras, veo, veo, por ejemplo… Películas infantiles, la compañía amena siempre es bienvenida cuando se está enfermito. Y para cuando esté recuperado totalmente el juego entre en acción, un juego planeado o inventado, a los chicos les encanta inventar juegos.

El juego es una actividad natural para los niños. Niños en todas las regiones y de todas las culturas del mundo se dedican al juego, y esto siempre ha sido así. Los papitos deben tener claro que el juego es una actividad positiva para los niños. Cuando están jugando, los niños se mantienen ocupados y también se entretienen. Asimismo, ver a sus hijos sonreír y divertirse provoca en los papitos alegría y satisfacción. Papitos y mamitas jamás deben olvidar que el juego contribuye al desarrollo de sus hijos. El juego es esencial para el crecimiento y desarrollo de un niño. Forma la base de las destrezas que el niño desarrollará y aplicará posteriormente en la vida. El juego es la forma en que los niños aprenden: llegan a conocer y comprender el mundo que les rodea y la forma en que ellos interactúan con él.

Como siempre una invitación a todos los educadores para felicidad; jugar con chicos, revitaliza el niño que todos llevamos dentro.

Con Caricias Calientitas.