viernes, 25 de enero de 2013

ELECCIONES PARA LA FELICIDAD


Cada chico viene dotado de mayores o menores habilidades para el habla, los papitos y las personas que cuidan y/o conviven con el bebé son de gran ayuda para estimularlo a comenzar a hablar; si bien a la fecha un método científico no existe, pero si está comprobado que la imitación y la necesidad hacen que el chico hable; de manera que se trata de estimular adecuada y oportunamente la habilidad del habla, eso sí, que se le hable claro y correctamente.

La comunicación con los papitos es de suma importancia porque desde la gestación, los chicos tienen una relación estrecha con ellos, una relación de cariño y amor que estimula muchísimo al niño a querer comunicarse con ellos, si los papitos están atentos a dialogar con su hijo, éste prestará más atención facilitando su aprendizaje. Al hablar con los chicos, como con cualquier persona se les debe mirar a la cara (contacto visual) que es importante debido a que aparte de aprender la comunicación verbal, el chico aprende a entender y usar las expresiones, gestos, estados anímicos, etc., puede ser que solo balbucee aún, pero pronto comienza a usar de todo para comunicarse, hasta llegar a las palabras.

Para lograr que un niño logre formar bases sólidas en el habla, se debe incentivar a hablar bien desde un inicio, con sus primeros balbuceos los cuales deben ser imitados por los papitos para que él sienta que es entendido y también para incentivarlo a seguir haciéndolo; más adelante, cuando pueda vocalizar las palabras ya puede enseñar el significado de las mismas y la forma correcta de pronunciarlas. También se debe hablar con el chico en un tono suave y pausado, amable y tierno, estas características les enseñan a imitar la forma de hablar, además de resultarle placentero este tipo de trato, hay que leerles cuentos utilizando la entonación y gestos acordes al contexto es también de gran ayuda.

El Si y el No, dos monosílabos que le van acompañar toda la vida, estos monosílabos , son expresados gestualmente con la cabeza, con un dedito, también identifican estados de ánimo, son monosílabos casi inherentes, a un bebé que se le da un jarabe con sabor desagradable, cierra su boca y llega incluso a mover su cabeza que asegura para él, que No quiere, su alegría en ciertas ocasiones, demuestra aceptación que se traduce en un Si; lo que demuestra que el Si y el No están asociados inicialmente a los estados de ánimo del chico. Entonces en este orden de ideas hay que aprender a reconocer los estados de ánimo desde bebés, y responder de la misma forma, alegre, o algo serio con el rechazo el No, el tono debe ser consecuente y congruente, de esta manera el bebé sabe que se le entiende. Si el bebé está alegre, hay que responder con sonrisas y alegría, y si está triste, hay que responderle compartiendo su tristeza, luego ir consolándolo y animándolo en el transcurso de la conversación.

Para el Si y el No, es vital usar los ejemplo, “Juan Si quiere papilla” y la mamita hace si con la cabeza y lo pronuncia claramente, y en ocasiones se comenta delante del chico y algunos otros familiares, en adelante siempre utilizar el Si con alegría y seguridad, con gestos amables, también preguntar, “Juan quieres papilla” y reforzar con gestos y palabras su respuesta. Actividades con fotografías familiares, libros de dibujos o mejor aún, libros que en vez de dibujos tengan fotos de los objetos, ayudan al bebé a reconocer los objetos, y reafirman el Sí, por ejemplo: “Dónde está el carro”, y cuando el chico señala correctamente se le puede hacer una “fiesta” al Si, y tener siempre presente la entonación y la claridad. Claro que decir Si, es fácil para la naturaleza humana, lo que es difícil es decir No, que definitivamente es un factor, preventivo, de abuso y maltrato.

Cuando los chicos incluso desde bebés usan el No con mucha frecuencia, puede mostrarse desafiante y radical, el No marca la diferencia en los chicos del bien y el mal, enseñar el No a los chicos es un reto para los papitos, obviamente el aprendizaje está asociado las etapas evolutivas que determinan el desarrollo motor, cognitivo y emocional de los niños, es decir, de igual modo que van creciendo físicamente lo van haciendo interiormente, lo indica que es hora de aprender a decir No, vale aclarar que cuando ellos saben el poder del No, se apropian de él y quieren utilizarlo para todo, por eso la enseñanza del No está asociada a la paciencia. 

Esto condiciona claramente las estrategias educativas a la pedagogía de la ternura, es decir las expectativas de los papitos con el Si y el No, deben ser reales al alcance de los chicos, jamás pretender que ellos con una vez tengan claro cuando decir Si o No, cuando se está enseñando el No nunca estímulos como dulces, porque un dulce es el gancho utilizado por los abusadores; en momentos como el baño, se debe hacer énfasis en el No, "Solo la mamita baña tu pene, tu vagina": en esta situación el Si y el No, caben perfectamente el Si, porque hay que enseñar a limpiar sus partes íntimas, enseñar el aseo, el No como prevención. El Si y el No, están asociados con las normas y limites, de manera que al chico el Sí, le debe llegar como una responsabilidad, “Si, puedes tocar los cubiertos así”, es explicar el Si desde el cómo, y enfatizar el No, cuando el cómo sea diferente a lo explicado, muchas veces. Cuando el Si y el No son aprendidos por el chico, ya está listo el plan básico para estimular el cumplimiento de las normas y el respeto de los limites, igual con las sanciones acordadas. 

Los chicos perciben la existencia de reglas, que tienen un claro origen externo, con la utilización clara del Si y el No, en función de unos estímulos externos, que dicho sea de paso no deben existir premios y sanciones para todo, hay acciones que deber ser así, porque así son, y no deben depender, de un helado, o regalo; y el No, debe ir acompañado de una explicación corta, concisa, clara, muy clara; para el entendimiento del Si y el No, los chicos pueden recibir besitos, abrazos, por la acción, está situación de aprendizaje del Si y el No, está también ligada a la seguridad emocional y la confianza en sus papitos, por ejemplo, muchos chicos sin conocer la gravedad del abuso en termino de caricias, jamás le dicen a Papá o mamá, porque se dejan intimidar, tienen miedo, por eso lo importante que el Si y el No se basen en relaciones de confianza, cariño, amabilidad y protección.

Por lo tanto, lo primero que deben hacer los papitos para la enseñanza del Si y el No, es invertir energía, tiempo, claridad y por sobre todo acordar entre ellos cuándo el Si y cuándo el No, porque de lo contrario se crea en el chico confusión; ante todo el cariño, pero hay que incluir la firmeza, los razonamientos que se usen tanto para el Si y el No, deben ser acordes a la edad del chico, a los 4 años suponen los expertos es la edad perfecta para reforzar la utilización adecuada del Si y el No. Los niños necesitan utilizar el Si y el No adecuadamente para crecer felices.

El Si y el No, se aprenden sin gritos, visualmente con el lenguaje corporal de los papitos, con la seguridad y sin ansiedad, con el ejemplo, sin comparaciones odiosas y mucho menos amenazas, por lo tanto nuevamente por enésima vez, hay que elogiar al chico y censurar la conducta, los niños que crecen sin un aprendizaje sólido de la utilización del Si y el No, se sienten confusos, no comprenden normas, son niños inseguros, de alta vulnerabilidad al maltrato y el abuso, por lo tanto, papitos y mamitas a decir Si a la educación con amor y a decir No al maltrato.



Con Caricias Calientitas

miércoles, 9 de enero de 2013

PENTAGRAMA PARA LA FELICIDAD


La música ayuda notablemente al desarrollo del cerebro en la primera infancia, un experimento desarrollado por psicólogos canadienses comprobó que la enseñanza musical acelera el desarrollo del córtex cerebral de los niños desde su gestación hasta los 6 años, música adecuada por su puesto, pues también tiene un efecto positivo sobre la memoria y la atención. Es increíble pero gracias a la mejora de memoria como efecto de la música, los chicos adquieren una facilidad de aprendizaje en su proceso de lecto-escritura, y pre- matemáticas, todas las ventajas que produce una buena estimulación musical, contribuyen positivamente a su óptima ubicación en el entorno y contexto, e incluso aumenta el coeficiente intelectual.

La buena música, representa siempre beneficios para el niño, mejora sus capacidades cognitivas, y estimula de forma amable y dulce la sensibilidad de los niños, en el periodo de 2 años y medio en adelante los niños que han sido estimulados con música adecuada, tienen mayores probabilidades de aprender a tocar un instrumento, es tan especial y necesaria la música en la primera infancia, que opinan los expertos sobre el lenguaje maternal y su asociación melodiosa al ritmo de asimilación del niño, cabe recordar que a partir del sexto mes de embarazo, el bebé ya distingue la voz de la mamita, la música siempre en toda etapa de la primera infancia, ofrece una metodología que permite, descubrir, experimentar y desarrollar la sensibilidad musical del niño. 

Estas no resultan ser afirmaciones traídas de la nada por su puesto son resultados de experimentos serios realizados por investigadores idóneos, por ejemplo en medir la actividad del cerebro del pequeñín a través de la técnica conocida como magneto-encefalografía, mientras los niños escuchaban dos tipos de música: una procedente de un violín y otra de un bullicio. Igual con chicos más grandecitos se han realizado test musicales donde se les pedía distinguir entre armonías, ritmos y melodías, y una prueba de memoria en la cual tenían que escuchar series de números, recordarlas, y luego repetirlas. Y de esta manera se hizo posible verificar de que maravillosa forma los niños captan, perciben e integran los sonidos musicales, así como los cambios inducidos por la actividad musical sobre el córtex cerebral, además, estos niños alcanzaron una capacidad de memorización más importante que los del segundo grupo.

Desde su vida intra-uterina, el niño tiene su primer contacto con el universo de los sonidos y ritmos. Los latidos del corazón de la mamita, otros que realiza su propio cuerpecito, y también del exterior. Cuando nace, van apareciendo otros sonidos: los cantos de la mamita y el papito, imita palmitas, todos estos sonidos y cantos van estableciendo, a su vez, una relación afectiva con el bebé: con su voz los educadores para la felicidad le brindan afecto, cariño, contención y comprensión.
Al poner a los niños en contacto con el hacer musical (cantar, bailar, tocar instrumentos, explorar sonidos y jugar con ellos) se les está dando la entrada a expresarse creativamente a través de otro lenguaje y por supuesto, se está beneficiando su desarrollo cognitivo y emocional. 

Los niños aprenden a escuchar en lugar de oír, a establecer relaciones, a memorizar, a expresar. La música los mueve y los conmueve con sus melodías y sus fraseos, con sus ritmos y estilos. Y los niños juegan con ella, se divierten con sus padres y sus pares.

¿Hay música para “niños”? En realidad sí y no. Hay canciones que se llaman de repertorio infantil que, por su forma sencilla, sus frases cortas, poca extensión melódica, son las más aconsejadas para cantar con niños pequeños ya que ellos pueden reproducirlas, porque existen “adultos” que exponen a los pequeños a memorizar y cantar en público, canciones que distan de la inocencia del niño y en ocasiones en todas, son vulgares, obviamente el niño, debe pasar por la música clásica como una alternativa válida y oportuna para su estimulación, desde clásico a rock, hasta folklore o jazz. Pueden escucharla, bailarla, acompañarla con instrumentos… Esta “música del mundo” no sólo nos conecta con otras culturas sino con otras emociones, y permite que los niños puedan entrar en contacto con variados estilos y compartir gustos con sus familiares. Los bebés emiten sus primeros sonidos antes del mes y se les conoce como "guturales" pues la g va inmersa en cada sonido, de ahí que bebés de 6 meses se les oiga decir agua, claro si los han estimulado. Los chicos tienen marcadas características de aprendizaje musical en la primera infancia, de acuerdo al desarrollo evolutivo de cada uno. Éstas son muy variadas e incluyen canciones infantiles, actividades de expresión corporal con música, acompañamiento de canciones, baile, exploración instrumental y cuentos sonoros, entre otras. Nuevamente sale airoso y líder el ejemplo que es el mejor maestro. 

Algunos adultos sienten pena o creen que están haciendo el ridículo cuando cantan o bailan con los pequeños, y absurdo por el contrario, en estos momentos los chicos nos dan enseñanzas de creatividad, sensibilidad, expresión corporal y por su puesto clases magistrales de ternura! De manera que a cantar a ponerles en el vientre, hacer de sus cotidianidades una melodía para la vida feliz.

Con Caricias Calientitas