domingo, 26 de julio de 2015

HONESTIDAD PARA LA FELICIDAD

Las mentiras en los niño tienen su propio significado, lo que no pasa en los adultos los pequeños, en la primera infancia creen que sus papitos, son los “sabelotodo” e incluso creen que les leen el pensamiento. Cuando mienten por primera vez los chicos, creen que los papitos guardarán el secreto, y resulta que los papitos hacen de esa mentira un acontecimiento, social y familiar, situación que inmediatamente empieza a desmoronar la perfección de los papitos; y los chicos de alguna manera se dan cuenta que la realidad es distinta a la que ellos percibían.

En los chicos de menos de 4 años, los sueños, deseos y fantasías no siempre se diferencia de la realidad objetiva. La confusión entre la realidad palpable, y los deseos que se satisfacen en su mundo imaginario, inducen la mentira infantil, y es aquí cuando los limites afectuosos, amables, deben aparecer. Ahora bien, la mentira la deben diferenciar los papitos y los adultos del imaginario del juego, en ciertos momentos, los chicos elevan su autoestima con mentiras sobre el carro del papito, estas mentiras, son ocasionales en la mayoría de los niños y no se les debe dar el valor dado a la mentira moralmente como algo a sancionar con una penitencia o castigo, sino tratar de entrever la causa que lo llevó al niño a ese accionar y aclararle que eso es una mentira y como tal no se debe repetir.

También mienten los chicos, como una estrategia para ganar beneficios y evitar
oficios, tales como: lavarse los dientes, o decir que no tiene ganas de hacer chicha, para seguir jugando. Nuevamente hay que diferenciar las mentiras ocasionales de las mentiras reiteradas, ya que en este caso, están expresando algo por su medio, adquiriendo un valor particular que tiene que ver con cierta verdad histórica e interrelaciones de carácter familiar o social. Papitos y mamitas, las mentiras en los chicos llevan verdades inmersas de sumo cuidado, por ejemplo: “mami la profe dijo que yo soy el mejor”, y todo es mentira, lo que busca el chico es que le presten mas atención, que de alguna manera celebren sus logros, por eso la actitud de los papitos es vital, la honradez de la palabra debe ser limpia, sin exageraciones ni mermada, además no lo había dicho antes porque asumo está claro y entendido que el mejor maestro es el ejemplo y asuntos de mentiras, el ejemplo sigue siendo el mejor maestro.

A ciertas preguntas infantiles como, la muerte, el nacimiento de los niños, las respuestas o explicaciones que se les dan, distan la mayoría de las veces de la verdad, porque se asume que no entienden, si bien no entienden una explicación científica, técnica, larga y complicada, bobitos no son, y si se responde distorsionando la realidad no se ayuda para nada. Las preguntas de los chicos están íntimamente ligadas con sus historia de vida, y la edad de los por qué, que genera sus primeros interrogantes, de dónde vengo, por qué el abuelito se fue al cielo? Por qué mami no tiene pene? . Es una búsqueda permanente de la “verdad”, verdades que ellos aplican a las preguntas simple, por ejemplo, de dónde sacaste esa falda tan bonita? Y contesta, del closet, a lo que adulto hace una fiesta, se ríe, y el chico lo toma como una burla, en estos casos se están enviando mensajes distorsionados de la realidad, en su raciocinio el chico se confunde, y para evitar la “burla” la próxima vez, mas bien miente.

La tarea de los papitos, es un reto, trasmitir la verdad sin agredir el ímpetu curioso e imaginativo en el niño, su curiosidad por los grandes interrogantes que hacen a la humanidad y que cada uno tratará de apropiarse alguna respuesta. Los papitos normalmente están creyendo y queriendo hacer ver que la verdad es todo, pero simultáneamente involucran al niño en sus mentiras, “dile que mamita salio”, “dile a los abuelitos que fuimos a la playa”, y peor aún cuando las discusiones entre los papitos son por mentiras. Atención papitos, los chicos en la primera infancia son como esponjas, todo se lo están “pillando”. Es como vivir en una mentira, modelos de comportamiento que afectan el carácter, la personalidad, las habilidades y destrezas para la vida de los chicos.

Hay, mentiras comunes, por ejemplo lo que pasa en el jardín con su desempeño escolar, ice el viejo refrán que: “los borrachos y los niños nunca mienten”, y eso no es verdad”, los chicos mientes, especialmente cuando sabes que algo estuvo mal hecho, yo no fui, es su primera respuesta, e inculpa sin compasión al hermanito, a quien sea; y esto sucede por miedo al castigo, al regaño y en ocasiones a los golpes, mientes porque tienen pánico, y porque creen que su mentira es creíble, una vez conocí una niña de 5 años que no hizo su plana escolar, y cuando se la pidieron, dijo, “es que se me borró”, la profe llamó a su papá y ella delante de él se mantuvo diciendo, “es que se me borró”, todo por miedo físico a una fuerte golpiza, que en últimas se la dieron… Los chicos aprender a mentir para defenderse, de la agresión física, emocional, de la sanción que lo excluye familiar y socialmente.

Muchas veces las mentitas son una imitación de sus papitos, ellos oyen cuando
mienten y se dan cuenta, nuevamente recalcar que los chicos aprenden mas de las acciones que de lo que oyen, la clave está en hablar con el niño, hacerle entender con situaciones comprensibles para su edad los efectos de las mentiras, para quien las dice, y las situaciones malucas y desagradables que genera una mentira, lo mal que se pueden legar a sentir los otros y que a no nos gustaría eso para nosotros; yo soy de las que piensa que las mentiras son mentiras, que no existen las mentiras piadosas o que una mentirilla, para nada la mentira es eso, una mentira.

Cuando los papitos descubren a su hijito en una mentira, lo primero es asegurarse que no tenga un motivo poderoso para decirla, en caso contrario hay que sancionar la acción y explicarle dulce, respetuosamente la importancia que tiene la honestidad en su felicidad y la de los seres que lo aman. Todos los papitos y docentes alguna vez se enfrentan a la mentira infantil, a veces inocente, y otras veces con verdadera premeditación, lo cierto es que la mentira en el niño es casi una forma normal de comunicarse en el ambiente en que cotidianamente nos desenvolvemos. Cuando se le dice a un niño "Estás mintiendo", hay que tener sumo cuidado. Mentir es decir falsedades, es engañar a través de la palabra. Un niño que miente no siempre lo hace con intención. Normalmente, en la primera infancia los niños confunden la realidad con la fantasía. De ahí que sus juegos parecen tan reales. En esas edades, cuando un niño se acerca al adulto y dice: “Por favor cómprame esta sopita de letras, que prepare en mi restaurante”, está invitando a participar de su fantasía y no está intencionalmente queriendo engañar. Este tipo de "mentira" es inocente, sin premeditación y sobre todo sin querer conseguir ningún beneficio con ello. Queda claro, entonces, que durante la primera infancia la mentira se da como parte del juego, como viviendo su fantasía en la realidad.

Resumiendo los chicos mienten por imitación, por miedo, o respondiendo a una exigencia, es cuando se le hace ver que de él se espera mucho; y entonces mientes para satisfacer las expectativas de los papitos. Sea cual fuere la causa concreta de la mentira, siempre es señal de que el niño está en apuros. El que miente es porque lo necesita. Con la mentira, el niño nos está diciendo "auxilio".
No siempre la mentira es tan grave como para preocuparse. Cuando la mentira es surgida de la fantasía, normalmente con la madurez del niño, ésta desaparece. 

Cuando se trata de mentira propiamente dicha, tendríamos que preocuparnos si es recurrente o si se presenta como: La mentira patológica: La famosa "mitomanía" que surge del niño que intenta persuadir y convencer a los demás de la realidad de sus relatos. Esta es la mentira que se vuelve habitual, una forma normal de reaccionar en el niño. La mentira neurótica: Surge como producto de un nivel elevado de ansiedad en el niño o del temor en general. Por ejemplo el caso del niño que habitualmente miente acusando a sus profesores de mal trato para ocultar su rechazo escolar. Hay que cerciorarse de qué tipo de mentiras se está enfrentando, pues, se corre el riesgo de una equivocación garrafal en la intervención. Siempre reaccionar con calma aunque con disciplina. Felicitar o premiar al niño que confiesa la verdad. Si se le castiga a pesar de que ha confesado, se esta motivando el hábito de mentir (la próxima vez lo hará con más cuidado para que no lo descubran...). Sólo en última instancia habrá que acudir al castigo. Impulsar un ambiente de confianza, en la que el niño se anime a contar sus travesuras y sus errores. Estar alertas. Por mucho amor a los hijos, hay que aceptar que a veces fallan, que no son perfectos e ideales como los sueñan los papitos. Lo ideal es que estas condiciones se den como prevención de la mentira en el niño; esto desde el hogar, es allí donde se crea el primer modelo de comportamiento de los chicos.

¡Animo papitos! Un gran reto los espera en la formación de la honestidad en sus adorados tesoros.

Con caricias Calientitas

lunes, 20 de julio de 2015

HIGIENE PARA LA FELICIDAD

La hora de bañarse para los niños en su primera infancia, debe ser un momento de placer, y no una pesadilla envuelta en exagerados cuidados. La bañera bastará con que esté bien limpia. Hay cientos de productos en el mercado que aseguran ser implacables con los gérmenes. A la hora de enjabonar, pues los bebés recién nacidos no necesitan jabón, el jabón les reseca la piel, y los mas grandecitos se les debe enjabonar con productos supremamente suaves, al bebé o al niño, es mejor que sean las manos de la mamita las encargadas de bañarle, de pronto una manopla de algodón, y mucho cuidado con enjabonarlos muchos pues se vuelven resbalosos y puede suceder un accidente. La esponja no es recomendable ni para el cuerpo ni para la colita ya que por mucho que se enjuague y aclare, nunca estarás segura de que, entre sus múltiples poros, los gérmenes no se han quedado escondidos.

La mejor forma de enseñar higiene a los pequeñines, se aprende desde bebés, es
hacerlo mediante el ejemplo. Asegurarse de que el chico se lava las manos después de usar el lavabo, y tener un taburete en el cuarto de baño para que él pueda usar mas cómodamente el grifo del lavamanos; existe la formidable costumbre de lavar la colita en el lavamanos después de hacer popis, de paso se evitan las quemaduras. Cuando los chicos son más grandecitos, pocos son los que disfrutan con el lavado del cabello. De este modo, hay que procurar reducir el conflicto manteniendo el cabello corto, usando un champú infantil que no arda en los ojitos, u ofreciendo incentivos cómo permitir que el niño le lave a la mamita el cabello y le haga peinados divertidos. Los bebés recién nacidos no necesitan shampoo. A los chicos mas grandes les encanta lavar sus muñecos y juguetes preferidos.

Bañar una chica es diferente a bañar un chico, lave toda la zona cubierta por el pañal ( y secarla con cuidado. Cuando el niño tenga tres o cuatro años de edad, el prepucio estará más suelto y podrá retirarse sin emplear la fuerza. El momento del baño es íntimo, no hay que invitar al vecindario, a la familia, para nada, es un momento de contacto de amor, de dulzura, de nanas tiernas de masajitos, de caricias. Y bueno hay que seguir unos pasos simples para que el baño sea todo un éxito, En los bebés ponerlos en un sitio seguro mientras se alistan las cosas, ojo con la temperatura del agua, con el codo se puede probar la temperatura del agua, antes de poner al bebé dentro del agua. El agua no debe estar tan caliente, mucho menos helada. Los bebés pueden sufrir quemaduras serias si el agua está muy caliente. Bueno las sonrisas son vitales en un baño reconfortante, hay que sonreírle al pequeño y contarle que se va a bañar con agua, repetir la palabra agua, resulta estimulante para el pequeño, pues muy rápido por sus sonidos guturales que los primeros el bebé sorprende diciendo agua..! Sonreírle y hablarle mientras se le quita la ropita, obviamente cuando es bebé hay que sostenerle la cabecita, y los hombros si el niño todavía no puede sentarse. Despacito hay que irlo metiendo en el agua, nunca soltar al bebé, siempre mantener una mano sobre él/ ella. Con la otra mano enjabonarlos suavemente y con muy poco, poco jabón, en la cabeza y la cara jamás jabón; con una prenda de algodón supremamente suave se limpia cara y cabeza; cuidadosamente se saca el chico del agua, y se envuelve en una toalla de uso personal, si el clima lo permite se puede acostar un ratito desnudo para que chapaleé con sus piernas y explore sus pies, hay que secarlo con suaves toques, y hablarle del pie, la manino, el ombligo..todo.

Ojo jamás por ningún motivo dejarlo solo en la bañera.. no y no, ni siquiera por unos segundos! Y cuando los que se bañan son niños mas grandecitos, hay que poner reglas, por ejemplo no pararse en la tina, pues puede resbalarse, el uso del jabón son sumo cuidado, pues pueden deslizarse y caerse y un bebé enjabonado es muy escurridizo; si resulta difícil bañarle en el lavabo sin hacerle daño con los grifos, hacerlo en la bañera grande es incómodo, de modo que es casi imprescindible disponer de una bañera especial para bebés.

En climas calidos o costeros el baño es casi regla dos veces al día, los chicos que
van al jardín por la mañana y en la noche después de piscina y mar es obligatorio el baño; la costumbre del baño diario, realmente es conveniente en los niños, recordar que la piel tiene sus propios mecanismos de limpieza y el excesivo uso de jabón y shampoo pueden irritarla, especialmente en bebés que la tienen muy sensible y cuando se emplea agua demasiado caliente. Un breve baño diario en agua tibia es bueno y a muchos bebés les relaja, convirtiéndose en una rutina a la que pronto les cuesta renunciar; pero, especialmente al principio. Por supuesto, hay que lavarles tantas veces como sea necesario la zona del pañal, la cara, las manos, las axilas y los pliegues de la piel, o cualquier zona que se haya ensuciado. Los bebés agradecen la seguridad de lo rutinario; lo más habitual es bañarlos antes de la última toma del día, pero se puede hacer a cualquier otra hora si a los papitos les va mejor.

Desde luego, no es nada recomendable intentar bañar a un bebé que está llorando de hambre, en general, es mejor que el baño no sea después de las tomas, no por el riesgo de un corte de digestión, que sólo podría producirse si pasasen frío, sino porque suelen preferir dormir y también es fácil que los movimientos provoquen alguna regurgitación.

Los jabones y shampoo para bebés deben ser suaves, neutros o muy poco ácidos, para no modificar la acidez natural de su piel; cuanto más sencilla sea su composición y menos fragancias incorporen, mejor. Las cremas o leches hidratantes aplicadas después del baño son muy útiles para mantener la humedad de la piel, pero un bebé con una piel sana no las necesita. Las colonias ocasionan problemas con cierta frecuencia; si se desea utilizar alguna, es mejor aplicarla sobre la ropa del bebé que sobre su piel. Y en adelante que el baño se convierta en momento de dulzura, sueños, que tal pompas de jabón, pispirispis, cuentos, cantos!!!

Con Caricias Calientitas

domingo, 12 de julio de 2015

RISAS PARA LA FELICIDAD

"Cuando los niños sonríen, los ángeles cantan y sonriendo también suspiran. La sonrisa de los niños ilumina el cielo entero como el sol por la mañana o como la luna y las estrellas al anochecer."

La risa es uno de los primeros actos de socialización, que tiene el ser humano, y los bebés cuentan con una vida tranquila, no tienen problemas y ríen mucho, es algo innato que puede ir borrándose con el paso del tiempo por dificultades y problemas que surgen en la vida. No debemos permitir que eso suceda, por el contrario, se debe fomentar, si la risa fue borrada por adversidades debemos aprender a liberarla nuevamente y así beneficiarnos de ella., Las abuelitas en Colombia dicen que cuando un bebé recién nacido sonríe mientras duerme, es porque esta jugando con los angelitos! 

Los bebés empiezan a aprender desde que nacen, incluso hay quienes afirman

que ellos aprenden mientras están en el vientre de la mamita, sencillo igual desde que llegan aprenden. Justificar a ambos lados interactuando con su medio ambiente inmediato, desde las personas que lo rodean, hasta los ruidos que los rodean. Lo más importante para los bebés es la interacción que tienen con los adultos. Es a través de estas interacciones que los bebés aprenden a confiar y aprenden a ver e identificarse a sí mismos como individuos y por su puesto si siempre se les sonríe aprenderán a sonreír.

Es sabido de todos que la primera infancia es decisiva para el desarrollo físico y mental. Es a través del afecto, el tacto, y el cuidado con amor, dulzura, ternura, que se logran niños felices, y así ellos aprenden a construir su autoestima. La manera como los tratan y los hacen sentir afecta cómo ellos se sienten sobre sí mismos. Volvamos a la sonrisa, cuando los bebés sonríen o lloran ellos están tratando de comunicar algo, es obvio, la sonrisa es la primera expresión de satisfacción, mientrás que el llanto expresa incomodidad, dolor, angustia, si los bebés se angustian; entonces las respuestas de los adultos a cualquier edad ayudan a los niños a aprender más sobre su propio ambiente y sobre ellos mismos. Así es como ellos desarrollan sus destrezas sociales. 

Cuando los bebés van creciendo ya sonríen con tiernas y “derretidoras”
carcajadas, y claro cuando están mas grandecitos ni se diga como disfrutan de todo lo que les provoque sonrisas, pueden pedir al adulto que repita la misma acción –n- veces para ellos volver a reír. La sonrisa y el afecto y el habla les demuestran que les están prestando atención. El tono que se utilice debe ser amable, dulce, en lo posible no imitar voces con tonos chillones y estridentes; hay que hablarles de manera normal y ojala poner especial énfasis en sus reacciones, de tal manera que ellos vayan aprendiendo. Lo que más ayuda a motivar sonrisas en los niños es exponerlos a diferentes cosas que puedan tocar, oír, oler o saborear, siempre agradables sensaciones. Todo resulta tan sencillo si se le pone creatividad y mucho amor a cada momento de contacto y comunicación con el pequeño desde su nacimiento y mantener esta posición durante la primera infancia.

Volvamos a las sonrisas como tal, el cerebro libera catecolaminas, que son neurotransmisores asociados al placer y la felicidad; las sonrisas les aumenta las defensas (glóbulos blancos) fortaleciendo el sistema inmunológico y favorece la recuperación frente a una enfermedad, relaja los músculos del chico, sonreír es un ejercicio físico que aumenta la actividad del diafragma, cara, tórax, extremidades y pulmones, también beneficia la digestión: el reír es un masaje al tubo digestivo, incrementando el tránsito intestinal evitando el estreñimiento, incrementa la autoestima, tranquilidad, relajación, tolerancia, ánimo, etc. En el caso de niños hospitalizados, el uso de la riso-terapia se hace necesaria, puesto que estos niños sufren múltiples cambios radicales: exámenes, tratamientos, rupturas con sus vínculos familiares, con sus pertenencias, con sus amigos; lo cual les genera angustias que pueden ser contrarrestadas con los beneficios de la risa y el buen humor. 

Igualmente existen beneficios académicos con las sonrisas de los chicos, el aprendizaje se hace estable y duradero, si los papitos se dirigen a los chicos sonriendo, captan su atención y esto hace que ellos retengan la información, estimulando la imaginación, creando un ambiente agradable, interesante, alegre y estimulante haciendo que el diario vivir sea mas feliz, ayuda a socializar, animar, aumentar la comunicación. En general, la risa expresa placer, felicidad y unión social, trayendo seguridad emocional y beneficios medicinales, es una expresión de vitalidad e indicador de buena salud facilitando el desarrollo del niño. Vivir en un ambiente alegre y divertido es la mejor vitamina para los chicos, y para toda la familia, que no cuesta nada y sólo se necesita buen humor, disposición y por su puesto alegría. Finalmente, hay que mantener las rutinas de sonrisas que son las que crean el hábito, además las rutinas son importantes porque los niños más chicos todavía no tienen un sentido del tiempo. Siguen basándose en “lo que sigue”. Si existe una rutina ya establecida, el niño sabrá y eventualmente aprenderá el concepto del tiempo. También les da una sensación de seguridad. La primera cosa que hay que recalcar es que hay dos maneras decisivas en que los bebés aprenden a sonreír, observación e imitación. 

Hace nueve   meses  me hice presidenta del club de fans de Ana  Lucia  una bebé
samaria, su sonrisa me sedujo a tal punto que inspiro este articulo, su sonrisa cuenta a los presente que vive tranquila rodeada de amor, dulzura, ternura, y que tiene unos papitos que le apuestan a su felicidad. Ana  Lucia , está haciendo sus primeros pinitos en pasitos  sola, segura, confiada, definitivamente desde que se va en el vientre de la mamita se puede educar para la felicidad, Ana  Lucia  es un testimonio que corrobora la teoría, claro que las abuelitas  de Ana  Lucia  son excepcionales, tienen muy claro que lo mas importante es la felicidad de Ana  Lucia. Ana  Lucia  como todos los bebés siempre está aprendiendo.

A sonreír todos, que así la vida de los chicos estará enrutada por el camino de la felicidad, como la sonrisa de Ana  Lucia  que ilumina y alegra! 

Con Caricias Calientitas. 



domingo, 5 de julio de 2015

CAMINADOR PARA LA FELICIDAD

El Caminador, un utensilio que tiene cuatro patas con ruedas y viene protegido con una baranda para que el bebé se sostenga y no se vaya de bruces; el niño estando sentado o semi-sentado puede con sus piernas impulsarse y desplazarse. Su uso es antiguo, es casi una costumbre que actualmente se está dejando de lado por recomendación de la mayoría de los pediatras. El caminador no enseña a caminar al niño, aunque a la vista parece desplazarse fácilmente, e inclusive mueva sus piernas como si estuviera caminando, no está aprendiendo a sostener su cuerpo ni ejercita su equilibrio, que son requisitos básicos para poder caminar; la verdad el caminador no goza de buena reputación entre lo expertos, tiene una serie de desventajas como: retrasar la función motora: para caminar es recomendable pasar por etapas (sentarse, gatear, ponerse de pie, etc.), al usar el caminador o andador continuamente, el niño estará saltándose estas etapas y sólo estará sentado o semi-sentado impulsándose con los pies; el pequeño tiende a caminar hacia los lados en vez de caminar de frente, el balanceo de los brazos al caminar desaparece, lo cual es indispensable para la coordinación para caminar bien, la noción del espacio se distorsiona y su equilibrio se estanca porque no lo ejercita. . Y sin ser fatalista el caminador es causal de accidentes, y peor aun los adultos se confían de que el pequeño esta seguro y lo abandonan sin supervisión y entonces la libertad se vuelve líder de la exploración y como no tiene noción del manejo del espacio, puede fácilmente rodar por las escaleras, coger objetos peligrosos (medicamentos, insecticidas, objetos que se pueden romper, etc.), entrar a la cocina y quemarse, volcar objetos pesados, etc. Otro detalle maluco es que los chicos experimentan pereza por esforzarse solos, pues el caminador los “mal sostiene” .

Actualmente el caminador esta lleno de enemigos, pero como todo también tiene algunitas ventajas, siempre y cuando se le catalogue como parte de entretenimiento y no como una forma de enseñarle a caminar, costumbre o como una forma de descansar del niño: por aquello de la libertad que experimenta el pequeñín, la alegría lo invade, su espíritu aventurero se descarga con emociones indescriptibles, mejor dicho un chico a todo dar!!!!!! Esta experiencia debe ser por momentos cortos con una guía con amor, dulzura, ternura, atención, dedicación, por ejemplo supervisar juiciosamente la distancia entre el piso y las ingles de niño, pues si es muy corta el ejercicio estará incentivando que las piernas se arqueen, y posteriormente los problemas serán mayores. Los papitos y educadores para la felicidad deben tener bien claro que el caminador no es una “ayuda” sino que debe considerarse una distracción para el niño, el niño sólo se beneficiará de un caminador siempre y cuando: Jamás usarlo “para que no moleste a los adultos”, “para poder hacer las cosas de la casa” porque en estos casos el pequeñín no estará supervisando y el niño puede sufrir un accidente. Recodar que el niño necesita gatear, caminar agarrándose de los muebles o de su mano, que el caminador sea una experiencia corta en el día a día del niño.

El caminador se ha ganado la antipatía de muchos pediatras y de varios papitos
que consideran al taca-taca como el “anti-ayudador” para aprender a caminar y el causante de graves accidentes. Los médicos no recomiendan su uso, y hasta hay quienes piensan que debería estar prohibido como sucede en Canadá. Según los expertos, no está comprobado que cumpla una función de aprendizaje de la marcha y son muchas las desventajas que acarrea su uso. Como que puede llegar a arquear las piernas del bebé al colocarlo cuando aún no están preparadas para soportar su peso. Que, al estar semi sentado, no le enseña a ejercitar el equilibrio. O que los niños llegan a adquirir una velocidad que luego no es la del caminante real, sin la ayuda de las ruedas; y que adquieren una falsa autonomía, una sensación de omnipotencia irreal, entre otras contras.

Otro tema preocupante es la alta incidencia de accidentes provocados por el caminador. Según la Asociación Española de Pediatría se encuentra entre las causas frecuentes de accidentes graves en el segundo semestre de vida. Caídas por las escaleras, golpes, heridas, vuelcos, quemaduras y una infinita cantidad de etcéteras están a la orden del día. El caminador le brinda al niño demasiada movilidad antes de lo que sería normal, poniendo a su alcance objetos o situaciones potencialmente peligrosas como cajones, estufas, escalones, productos tóxicos y más. Para los papitos puede parecer una tranquilidad que el bebé sea algo independiente y los hace bajar la guardia ante posibles riesgos. Se conocen casos en los que el niño aprendió a caminar en puntas de pie por el entrenamiento que había tenido con el caminador, con las consecuencias negativas que eso puede tener a nivel muscular. Para que el bebé se entretenga con seguridad hay buenas alternativas al caminador como pueden ser las mantitas interactivas, el saltador que se engancha al marco de la puerta, ponerle juguetes en la bandeja de la trona, el corre-pasillos para cuando empiezan a mantenerse de pie, o simplemente sentarlo en el suelo rodeado de sus juguetes favoritos, y con un papito una mamita brindando una mano amiga, que le ofrece seguridad, calidez, jugando a que el chico de pasos en pos de un juguete llamativo, dándole aplausos de estimulación, caricias, besitos cada vez que el chico hace una acción de marcha correcta, animando después de caídas pequeñas, estimulando con amor y celebrando esta maravillosa etapa en vez de dejarla a merced de un caminador.

Todas las etapas de crecimiento, son maravillosas oportunidades para expresar afecto, seguridad, calidez, mimos, son momentos que pasan supremamente rápido y lo mejor de todos los momentos aprovechados es que se crean lazos de afecto, confianza duradero, estables, irreversibles, animo papitos y mamitas que educar para la felicidad sea su mayor felicidad!

Con Caricias Calientitas