sábado, 30 de agosto de 2014

ENFERMITOS PARA LA FELICIDAD

Son fines propios de Caricias Calientitas fomentar, promover y motivar y practicar las acciones que sean posibles para conseguir que los niños enfermos de leucemia y otros tipos cáncer tengan las mismas posibilidades de educación para la felicidad, con la máxima calidad de vida. Con tal fin, se espera con fe llegar a los papitos, adultos y personal médico encargado del cuidado y atención de los pequeños, sembrar gestos de cariño, palabras amigas, dulces sonrisas que tiendan a mejorar su calidad de vida.

El afecto es una necesidad, todos reconocemos la importancia del afecto en nuestras vidas pero no tenemos ni idea de lo que es ni del por qué de su importancia en los chicos que sobre llevan una leucemia u otro tipo de cáncer, lo primero es comprender la razón de su necesidad. El afecto es una necesidad básica primaria, que es imprescindible para la supervivencia de un ser vivo y que no puede ser sustituida o satisfecha por ningún otro recurso disponible. Por ejemplo, para la inmensa mayoría de los seres vivos, el oxigeno es una necesidad primaria, es decir, que sin una determinada cantidad de oxigeno disponible no podemos sobrevivir. El oxigeno no puede ser sustituido por ningún otro gas o sustancia. Es único y esencial para la supervivencia. Igual sucede con el afecto es vital para los chicos en mención. Así pues, lo que afirmamos en el título de este artículo es que el afecto es imprescindible para la supervivencia de los niños enfermos de leucemia y otros tipos cáncer y que tal necesidad no puede sustituirse por ningún otro tipo de recurso. En otras palabras, queremos demostrar que sin una determinada cantidad de afecto, ningún ser humano es capaz de sobrevivir o, lo que es lo mismo, que sin una cierta cantidad de afecto todo ser humano enferma y muere irremediablemente.

Cuando una noticia de estas llega a la casa, “el niño@ tiene cáncer”; los papitos
se confunden en un mar de sentimientos, consultar libros, Internet, nuevos conceptos médicos, igual pasan por una etapa de culpabilización, que se centra en la pareja, cierto es que ningún papito o mamita esta preparado para aceptar la enfermedad de su tesoro. A pesar de esto existe una fuerza que la da el amor, que impulsa a los papitos y los guía paso a paso por los diferentes terrenos que hay en el camino de la curación.

Los papitos y familias en esta situación, cuando hablan de Curación, deben abrir sus mentes a la integralidad del ser “cuerpo, mente y espíritu”. Deben también, comprender que son parte del todo, del universo y que cuando toman la decisión de curar están haciendo algo por mejorar la calidad de vida de sus hijos, con una óptica de felicidad continua. Existen tres momentos principales en el proceso de una familia para enfrentar la enfermedad de su hijo: Adaptación, Estilos de Vida, y Retos.

Adaptación: El amor y la unión familiar hacen que el niño brille con luz propia, a partir del momento en que la familia recibe la noticia de que su hijo padece algún tipo de cáncer o leucemia, se inicia un viaje hacia un nuevo mundo por la curación y un aprendizaje sobre como ser una familia saludable, y aunque resulte difícil de comprender es de vital importancia la ayuda que da una actitud positiva y realista de la vida y de la enfermad que se enfrenta. Y seguramente pasan por momentos en que sienten derrumbarse por el dolor tan grande, es el amor por su pequeño que les da la fuerza para seguir adelante. La familia tiene una misión, que dice: A pesar de la enfermedad hay que ser una familia saludable. Hay un equipo de apoyo conformado por: el médico oncólogo, enfermeras, psicólogos, familias con situaciones similares, con este equipo las familias logran, fortalecimiento, aprendizaje, gestión y recuperación.

Estilo de Vida: La familia que se encuentra en esta situación llega a ocupar el
corazón de las personas que de una u otra manera están en contacto con el chic@ durante su tratamiento, familiares, amigos, vecinos, personal médico o de apoyo, por eso es necesario trazar unos canales de comunicación, y jerarquía para que la toma de decisiones se haga adecuadamente y con las personas que deben ser, en otras palabras son quienes ponen las reglas de juego respecto al tratamiento de su hij@ y deben mostrar con cariño y agradecimiento al resto de la familia las pautas que se deben seguir. Los papitos deben tener presente que siguen siendo pareja, y resaltar el respeto por la diferencia, así generan apoyo y respaldo, para que, el que esté mejor anímicamente sea el soporte del que esta desanimado. Aprovechar la ayuda externa, distribuyendo las tareas y responsabilidades de manera equitativa teniendo en cuenta habilidades y destrezas. Es enfrentar un nuevo estilo de vida, haciéndole saber al pequeño cuanto se le ama con actos, palabras, caricias, compañía, fortaleza y positivismo. Es importante que el nuevo estilo de vida, incluya el traje del buen animo que está hecho con: tela de pensamientos positivos, tejido de hilos de esperanza, el color de la alegría, adornos y motivos para vivir, amar y crear, la moda en el aquí y el ahora, y por su puesto un detalle de serenidad que le da un toque de frescura.

Retos: En ocasiones, los tratamientos se deben recibir fuera de casa, o del lugar donde habitualmente reside la familia; entonces a tomar decisiones, ¿quién viaja y quién se queda?, aquí los gastos no previstos requieren de apoyo que se logra con gestión ante instituciones especializadas, en el nivel afectivo estas separaciones se convierten en pruebas , los que se van como los que se quedan necesitan atención y afecto, la esperanza por el éxito del tratamiento es el antídoto para enfrentar dicho reto. La celebración de fechas especiales aunque se esté separados u hospitalizados, cumpleaños, navidad, hay que darles un toque especial, trayendo la alegría, la fe, la fuerza de seguir celebrando, con un par de bombas, apagar una velita, envolver un detalle sencillo, hacen que el chic@ pasa un rato ameno.

Sólo el amor de los papitos ayuda a atravesar este paraje del destino, pues aunque estén cansados, agotados de luchar, llenos de dudas, con temores y culpas, sus corazones siempre quieren lo mejor para su hij@. La alegría y la esperanza y el día a día de los chic@s con leucemia u otros tipos de cáncer es inigualable, ellos son los mas dulces y tiernos. Una ultima acotación, siempre que tengan dudas médicas, pregunten una y otra vez hasta estar seguros de haber entendido.

Lo importante es curar el corazón, la mente y el alma de todo aquello que aleje a los papitos de la felicidad de sus chicos!

Con Caricias Calientitas

sábado, 23 de agosto de 2014

ENSEÑANZAS PARA LA FELICIDAD

Desde la dulce espera hasta los seis primeros años de vida tiene lugar en el ser humano un desarrollo físico y cognitivo, que se potencia a través de la cultura. El cuidado y afecto de los papitos, mamitas, familiares, cuidadores y adultos significativos es indispensable para la supervivencia de los niños y niñas, y para desarrollar un sano ambiente que le permita adquirir y aprender habilidades para desenvolverse en su medio y por sobre todo ser Feliz!

La crianza con amor, bondad, respeto, jamás será sinónimo de “permisividad”, vale la pena hacer esta aclaración, porque se está confundiendo la crianza con amor para la felicidad con la crianza permisiva e incluso negligente.

Hay un refrán o proverbio que dice, “hay que ponerse en los zapatos ajenos para
comprender”, igual con los niños, colocarse en su lugar, dejarlo jugar, mancharse, llorar y desahogarse, dejarlo correr, probar y caerse, respetarlo y hablarle con respeto, amabilidad dulzura, etc. El chico no está reñido con las normas de convivencia de la sociedad ni con los famosos “límites” que tantos pregona, está viviendo su infancia primera. Caricias calientitas defiende a capa y espada la crianza con amor y la importancia del afecto en la educación para felicidad de los niños y niñas; obviamente estos comportamientos afectuoso son objeto de críticas familiares, sociales e incluso escolares, precisamente porque aun se confunde la crianza con amor con la permisividad, y sí, los niños necesitan normas, limites pero con amor!

Existen dos maneras bien diferentes de “permitirles” a los hijos hacer algo: desde la comunicación, la mirada, la presencia paterna que respeta sus necesidades, su condición de niño y su personalidad; o desde la ausencia, desde la ignorancia, desde la pereza, la comodidad o la negligencia de los papitos, que simplemente “pasan” de sus hijos, no los escuchan ni los conocen, no pasan tiempo con ellos, y por tanto, tampoco los respetan, simplemente los ignoran. Es importante hacer esta distinción para incautos, la crianza con amor para la felicidad, se basa en el afecto, la mirada, la empatía, el tiempo dedicado y realmente compartido con los hijos. Educar es acompañar, con coherencia, con criterio, con creatividad, con alegría, con cariño y con respeto por el niño pequeño.

Eso es bien diferente de la familia “permisiva” donde los niños permanecen solos una gran parte del tiempo, haciendo lo que quieren, “entretenidos” para no “molestar” al adulto; donde unas veces son regañados o reciben gritos o golpes cuando sus papitos están enojados, o de mal humor, y otras son consentidos o se les permite hacer lo que quieran siempre que “no molesten”; donde se cambian el tiempo, la presencia y la atención por regalos y objetos materiales; donde los papitos están en el bar o fumando un cigarrito mientras los niños juegan solos todas las tardes en el mismo parque; donde los niños se crían solos sin apoyo y sin sostén emocional; donde no hay coherencia ni criterio educativo; donde los papitos, ya sea por trabajo, por inconsciencia, por pereza o por falta de recursos materiales, intelectuales y emocionales, permanecen ajenos a las auténticas necesidades del niño, y este sigue siendo huérfano de mirada, contacto y atención… Más que de educación permisiva, parece más adecuado hablar en este caso de educación negligente, o incluso de no educación, simplemente abandono. 

El presente frente a la crianza de los niños, está contaminado por el conductismo, sin embargo, existen estudios científicos profundos, en los afectos y las emociones y en la comprensión de la primera infancia, que demuestran que el amor es el pilar fundamental en la crianza para la felicidad desde la autonomía y respeto por la diferencia.

Tampoco llegar a los extremos, simplemente es comprender la importancia que
tiene la primera infancia, que es y ha sido completamente ignorada por las posturas “oficiales”, que aún hoy siguen defendiendo más que nunca como la gran victoria de la “igualdad” que propone “abandonar” las criaturas en escuelas infantiles a las 16 semanas de vida. Es darle el lugar que merece a la primera infancia, pues cada etapa se construye sobre la base de la anterior. Y si no ha sido, no importa, nunca es tarde para comenzar a respetar y a construir una relación con los hijos basada en la sinceridad, el afecto, la comunicación y la presencia, la amabilidad, el respeto.

Y ni mas faltaba que se trate de culpabilizar a las mamitas, si se culpabiliza a alguien, es en todo caso a la sociedad en su conjunto que no apoya ni prestigia a las mamitas ni a la maternidad, que está exclusivamente enfocada en la producción y no en la re-producción, que hace invisible todo lo que se sale de los circuitos de la producción y el consumo, que no invierte recursos en apoyar la primera crianza de los bebés en manos de sus propias familias, y mucho menos tiene en cuenta las necesidades afectivas de los niños pequeños.

Pareciera que implementan una teoría absurda: el niño se educará bien a sí mismo si lo dejamos solo. Los principios de la crianza con amor se basan precisamente en la defensa crucial del afecto, de la corporalidad materna para los bebés, de la importancia de la presencia maternal y paternal a lo largo de toda la infancia y la adolescencia de los hijos. Los seres humanos no son innatamente buenos ni innatamente malos, la interacción con el entorno es lo que los convierte en una cosa u otra.

El pilar fundamental de la crianza amorosa y respetuosa es la empatía con los niños, la verdadera empatía por sus necesidades y también el conocimiento de lo que realmente necesitan los bebés humanos para su desarrollo emocional. Muchos de los conceptos que promueve la crianza con amor pueden parecer raros, obsoletos o exóticos, por eso es importante asimilar menudito para que se comprenda bien algo fundamental: lo verdaderamente importante es el bienestar del hijo, hay situaciones que la crianza con amor considera básicas pero como ya se sabe, cada familia es un mundo y cada bebé una personita individual con sus gustos, apegos, emociones, etc.

La crianza respetuosa debe despojarse un poco y paulatinamente de todas las imposiciones culturales con las cuales se convive a diario, por ejemplo siempre hay algún “metido” que dice: ¿Tan grande y todavía toma pecho? Ya va siendo hora de que lo destetes. ¿Y cuándo lo vas a sacar de tu pieza? Si no lo ponen a dormir en su habitación se malacostumbra y después no lo sacan con nada. No lo cargues que se acostumbra a estar en brazos. Es mejor una palmadita a tiempo.

 ¡Los niños son muy manipuladores! Estas frases y otras similares nos son dichas
a diario a los papitos que cometen tamaños errores con los hijos y dejan que duerman en su habitación, los cargan mucho, jamás les pegan, les permiten seguir al pecho cuando están “mayorcitos” -a propósito, ¿qué mente iluminada; dijo alguna vez cuándo son “demasiado mayorcitos” para tomar pecho? y acuden inmediatamente cada vez que los reclaman. Pues bien, a donde quiero llegar es aquí: todas esas creencias son elaboraciones culturales que van surgiendo con el tiempo casi sin que lo advirtamos, son prejuicios invasores, están por todas partes y lo común es que jamás los papitos se toman el tiempo de sentarse a pensar un poco si tienen algún sentido, si son ciertas, si contradicen el instinto y lo más importante si coinciden con la naturaleza de su hijo.

En la crianza con amor hay que apostar por el respeto. El amor no conoce “términos medios”, aunque cada uno ve el “centro” según la cantidad y calidad de los afectos que haya recibido en su propia vida. Es una forma de entender la educación infantil que ha tenido muy pocos antecedentes -escritos- en la historia de la sociedad occidental hasta hoy día. Es criar y educar desde el amor profundo, que comienza desde la dulce espera, en la importancia del continuum con el cuerpo de la mamita en los primeros meses del recién nacido, continúa con la identificación emocional en los primeros años, y sigue con la comunicación profunda toda la vida.

El amor expresado desde la dulce espera, demuestra que cuando el niño o la niña
nacen, ya tienen un pasado de nueve meses amoroso, cálido. Los papitos deben ser conscientes de: las necesidades de contacto físico de sus niños, de la importancia de aceptar sus emociones sin juzgarlos y aceptando la expresión de sus sentimientos, la confianza que deben depositar en sus habilidades, la importancia de conocer sus ritmos de aprendizaje, la importancia de la motivación, la calidad y dedicación de tiempo que deben brindarles, al igual que la autonomía que deben adquirir para que resuelvan sus propios conflictos. Como quien dice: SI a la Crianza con Amor y Respeto! NO al Castigo físico y trato humillante!

Con Caricias Calientitas

viernes, 15 de agosto de 2014

PARTO PARA LA FELICIDAD

Ser madre es la tarea más dulce, en la vida de una mujer, claro sin desconocer que también es difícil. Tal vez por eso muchas mujeres dudan si están o no preparadas para ello. Durante la dulce espera, o sea el tiempo de gestación, además de las emociones y de las expectativas, también surgen dudas en cuanto al parto, al dar o no el pecho al bebé, o si sabrá controlar los llantos del pequeño. Dudas como estas siempre rondarán las cabecitas de muchas mamitas. Para despejar esas inquietudes, lo mejor es buscar estar más preparada a todo. Preguntar al médico sobre los cursos de preparación para el parto, y los que también dan informaciones acerca de los cuidados y las técnicas correctas para dar el pecho. Y la verdad a medida que pasa el tiempo las mamitas van aprendiendo con la experiencia. 

El trabajo de parto es una de las principales preocupaciones de la mujer embarazada, especialmente de las que son primerizas; ser mamita es un trabajo que se aprende con la práctica, y prepararse para el parto es una cuestión de informarse para que puedan estar más tranquilas. Aunque se desconozca acerca del proceso y de las etapas del parto, los cursos de preparación para el parto pueden ayudar en este sentido. También hay que conocer los alternativos métodos de parto, y hablar con el médico acerca del parto que le es más conveniente. Existen llamados universales al parto como las contracciones cada 5 o 10 minutos, romper la placenta y la expulsión de un líquido de color marrón verdoso oscuro con manchas, este fantástico momento de abrazar ya al bebé suele durar de 8 a 12 horas. Claro que existen excepciones. Todo depende del estado de la mamita y del bebé. El trabajo de parto se inicia con las primeras contracciones provocadas por la reducción del cuello uterino hasta que este desaparezca por completo. Las contracciones suelen ocurrir cada 20 ó 30 minutos, con una duración de 15 a 20 segundos cada una. Una vez desaparecido el cuello del útero, las contracciones aumentan debido a la dilatación progresiva del cuello que deberá presentar una apertura máxima de 10 cm para que pueda dar paso al bebé. Hasta que el bebé salga, este proceso suele durar aproximadamente de 6 a 8 horas, dependiendo si es o no el primer parto de la mamita. Se siente una sensación de calor, estiramiento y ardor en la vagina, acompañado de sudoración alrededor de la boca, cuando el cuello alcance los 10 cm de dilatación, se inicia el proceso de expulsión del bebé, hay quienes aseguran que el momento del nacimiento es “orgasmal”. En este momento preceden dolores, pero el sentimiento de alivio será intenso y la mamita puede disfrutar de la alegría porque, ¡el bebé acaba de nacer! El parto se termina con la expulsión de la placenta.

Una buena clase de preparación para el parto puede ser aconsejada por el médico
o por el hospital donde nacerá el bebé. Hay que acudir a los cursos, hablar con la instructora, asegurar que el horario es adecuado para los papitos, las clases ayudan a aprender técnicas de respiración y relajación que se deben utilizar para aliviar los dolores de la mamita durante el proceso de parto. Hoy en día estos cursos se toman con varias parejas de manera que se esta acompañada, situación que produce seguridad y tranquilidad. Cada parto es distinto y no se puede generalizar. Después del parto la mamita estará en observación para asegurarse de que no existen problemas. Le medirán la temperatura, el pulso, la respiración y la presión. Si su estado está dentro de la normalidad ya podrá empezar a dar el pecho al bebé. En realidad, el mejor trabajo de parto no tiene que ver con una fórmula mágica, sino que debe responder a los deseos y fantasías de la mamita gestante, por lo tanto, el mejor parto es el que más se disfruta o el que menos se padece. Soñar con el momento del nacimiento es entrar en un túnel hacia el futuro en donde se mezclan un poco de realidad y un poco de fantasías. La mamita puede crear su propia historia desde lo que conoce. Utilizar las experiencias buenas y desechar las que no fueron tan buenas. La forma de vivir el trabajo de parto tiene que ver con la personalidad, con lo preparada que se esté para recibir al tesoro mas grande que alguna vez existió; y también con el umbral del dolor. Tal vez el secreto esté en amigarse con las contracciones y dejarlas que ayuden a la hora de completar la dilatación y la expulsión del recién nacido. Algo como: “Gracias contracción por ayudarme a dilatar el cuello del útero y permitirme tener fuerzas para sacar a mi bebé” De todos es bien sabido que ¡sin contracciones no hay parto! Las mamitas como una preparación emocional pueden soñar, imaginar el momento del parto que les encantaría tener, la actitud que le gustaría expresar al bebé, es como inventar un cuento del nacimiento que se quiere para ese hijo.

Por su puesto la felicidad debe estar presente en ese cuento como protagonista de la dulce bienvenida; contemplar con los ojos cerrados la perfección, que tal los tobillos son como puntitos de ternura, escuchar música suave, y botar los miedos, que también son normales, pero mejor desecharlos. Repasar el cuento compartirlos con todos los que hacen parte de él, alimentar el cuento con las fantasías del papito, sin entrar en detalles de la fantasía el obstetra debe conocer los deseos de la mamita, claro porque el es un protagonista importante, si quieres un parto vaginal, si quieres natural sin anestesia, con un parto vaginal, él médico tiene que saberlo, obviamente las decisiones deben estar basadas en la seguridad del bebé y la mamita. No sé si secretos para eliminar los temores, pero si es una forma de llegar al parto con una actitud, serena, amable, dulce como debe ser; por ejemplo escribir en una hoja los temores y luego pasarlos a positivo, ejemplo: miedo, tengo miedo a la episiotomía – Positivo: si el médico decide practicar una episiotomía, seguramente será porque mi bebé es grandote y para impedir que me desgarre. Otro de los temas que hay tocar cuando de parto se trata es la famosa epidural, y recordar siempre que, «es un derecho» y es la mujer, y sólo la mujer, la que debe decidir si quiere dar a luz con esta anestesia o sin ella, por experiencia aconsejo el parto sin anestesia, la recuperación física es mas rápida, pero igual está demostrado que anestesia se tranquilizan las mamitas y sufren menos, aunque un parto natural «es sencillo y gratificante». Estar rodeadas de otras mamitas gestantes es un importante como apoyo moral, vídeos, charlas, respuestas, una visión general y específica, la visita al centro hospitalario, todo ello hace sentir más segura a la mamita, al igual que comienza a relajarse. Aprender a respirar es una medida importante y necesaria para controlar el dolor y poder superar mejor el parto, esta enseñanza tiene que llegar también a los felices papitos, para que entre los dos consigan que todo sea más sencillo. En los centros de salud se organizan estas charlas dependiendo de los meses de gestación, y los grupos se dan cita en las mismas instalaciones para recibir ese apoyo que tanto busca la feliz pareja.

El amor no es tema exclusivo de los enamorados, el amor debe impregnar,
saturar, el amor se debe respirar durante el parto; hoy en día los científicos de diversas disciplinas han llegado a una conclusión: la importancia que tiene todo lo que sucede en el inicio de la vida para desarrollar la capacidad de amar. Es fundamental no perturbar demasiado el parto para que la mamita y bebé puedan desarrollar ese amor. Para que un parto sea fácil, hay que redescubrir las necesidades básicas de afecto que compartimos con todos los seres humanos, y el amor debe liderar esté momento, por lo tanto el entorno debe ser calido, tierno, amable, dulce, diligente, oportuno, el entorno debe estar lleno de amor, la mamita revestida con una actitud maternal inagotable, recordar su cuento y al momento de tener el bebé en brazos ojala entes de cortarle el cordón umbilical, llamarlo por su nombre y cubrirlo de besos de algodón de azúcar, besitos tiernos. Un tema esquivo es la presencia de los papitos en el parto, pues nuevamente la decisión esta en manos de la feliz pareja, pero ojo que algunos papitos resultan flojos y se desmayan.. Entonces mas sirve quien no estorba dice el refrán.

Una psicoterapeuta explica las principales causas de la ausencia del vínculo afectivo – amor- entre la mamita y el recién nacido, entre las que aparece el tipo de parto que se tenga, por ejemplo dicen que parto natural mas amor, cesárea menos amor, Caricias Calientitas se inclina mas por la actitud, de manera pues para todas las lectoras embarazadas próximas a dar a luz felices partos,  en fin para todas una lluvia de gotitas de amor para que ese momento sea de felicidad perpetua. 

Con Caricias Calientitas. http://youtu.be/DdJvQkYSWL0

jueves, 7 de agosto de 2014

DIFERENCIAS PARA LA FELICIDAD

El Respeto: Hoy en día se nota que la gente cada vez es mas intolerante y mas susceptible a faltar el respeto, a veces sin querer y otras a propósito, se ve en el día a día, en la calle, en las oficinas, en las áreas sociales, familiares, deportivas, escolares. Entonces se hace apremiante hablar del respeto, la idea es que el respeto recobre su lugar, que su valor se apodere por siempre de las actitudes cotidianas de nuestros niños desde la primera infancia, se trata de tomar conciencia por parte de los papitos y educadores y “cuidadores”, de los chicos, es que cada uno se empiece a respetar, pues como ya se ha dicho en otras oportunidades, en casi todas, no se puede dar de lo que no se tiene. Respeto es el reconocimiento de que algo o alguien, es tener valor, el respeto se define como la base del sustento de la moral y la ética, el respeto en la vida empieza en el justo momento de la concepción, en el reconocimiento del bebé como entidad única que necesita que ser comprendido y amado. 

El respeto, como aprendizaje traspasa la barrera de lo conceptual, es mas un ejercicio, un habito, una destreza y habilidad, el respeto debe ser compañero inseparable durante toda la vida del niño; por eso hay que iniciar una aceptación y comprensión del bebé, de su forma de actuar, expresarse, aunque los papitos quieran que su bebé sea como a ellos les parece, los chicos vienes armados genéticamente para un carácter x, y eso hay que respetarlos, no quiere decir esto que reine la anarquía y los chicos hagan lo que les venga en gana, ni mas faltaba.

Es tan difícil saber quién tiene la razón y quién no; sin embargo el respeto nace
de la primera relación desde que el bebé esta en el vientre con sus papitos, esto quiere decir que se respeta el bebé sí, se evita todo aquello que le pueda significar daño tanto físico, como mental y emocional, por ejemplo, la mamita lo respeta cuando no fuma, ni ingiere licor, cuando lleva una vida sana y feliz, cuando la familia lo espera con amor, cuando el papito no arremete contra la mamita, con insultos o maltratos físicos, en fin, allí empieza el respeto. Hay que partir del respeto por la diferencia, si el chico crece en un ambiente donde reina el respeto, empezará por espetarse a si mismo y por ende respetará a los otros, hay que aprender a Respetar y aceptar la forma de ser y pensar de los demás, ese debe ser el mayor ejemplo. Por lo tanto los papitos deben evitar criticar, condiciones religiosas, sociales, de raza, políticas.

El respeto, es una forma de vida, se podría decir que de acuerdo al ejemplo que reciben los chicos en el hogar, “adquieren” diferentes modalidades de respeto, o formas de respetar: Respetar por temor: el más antiguo y tradicional, y es muy común en los chicos con sus relaciones con los papitos, y maestros, es un respeto basado en el miedo, este tipo de respeto influye en que el chico se vuelva mentiroso, pues por el falso respeto y miedo miente para evitar un “irrespeto” mayor por parte del adulto. También los chicos e incluso los adultos respetan por admiración: se da mucho en el mundo de la primera infancia, cuando los chicos idealizan a sus papitos, hermanos mayores, porque quieren ser como ellos, es como un respeto pasajero; incluso puede llegar a convertirse con un mal manejo en respeto por conveniencia, porque inconcientemente los chicos esperan afectos, mimos, atención, cariño, caricias, es importante que los papitos estén alertas a estas señales, pues como todos los valores, el respeto esta asociado al saber ganar y perder, a la humildad y la soberbia. 

Cuando el respeto va acompañado del amor, cuando hay admiración, asombro, atracción, y un encanto, el respeto sobrecoge a los chicos y su entorno inmediato, es cuando realmente se esta sembrando respeto por la diferencia. Sin embargo los chicos en las diferentes etapas de su primera infancia les cuesta respetar, ellos pasan por etapas que a veces se imponen sobre el respeto: El egocentrismo, los chicos creen y asumen que todo gira en torno a sí mismo es inevitable que tiendan a despreciar a los demás y por lo tanto, que no los traten con el respeto que merecen. La intolerancia aprovecha la ausencia del respeto para hacer de las suyas, mas en los papitos que en los chicos, es que a veces los papitos esperan que todo el mundo piense y actúe como ellos, obviamente el respeto la diferencia se refunde y en estos casos la injusticia, la ira controlan la situación y como semejantes sentimientos son los peores consejeros, se desencadena un ciclo de irrespeto que puede llegar al maltrato físico, y todo porque falta formación y practica del Respeto por la Diferencia. Entonces los chicos son otras victimas más de la falta de respeto, y lo más triste se empobrece hasta la miseria la educación para la felicidad de los chicos. La falta de valores o de formación en valores desde la primera infancia hace que los chicos crezcan con grados de desadaptación social, familiar, escolar, y su edad adulta ni que hablar! Se puede asegurar que esta situación es hija de la mala educación y mala crianza; son chicos que crecen basando sus actuaciones en conseguir unos objetivos materiales y en satisfacer sus propios deseos o caprichos sin respetar a los demás. 

La mala educación: Que hace que muchos chicos no sepan guardar unas normas básicas de convivencia, son chicos que crecen en ambientes, donde la burla y la difamación son el ejemplo diario en sus hogares, oyen a sus papitos hablar mal hasta de las abuelitas, oyen critica, se nutren con rencores y así resulta imposible hablar de “Respeto”. Pues ojo papitos porque si bien se necesita una autoridad, esa autoridad que normalmente es el progenitor debe ser el mejor ejemplo de respeto que tenga el chico, los papitos creen sembrar respeto, y acto seguido dan un portazo, utilizan una palabra soez para referirse al mecánico del auto, se burlan de la suegra, hacen chiste contra el sexo opuesto…. Todos ejemplos de falta de respeto. Cabe recordar que todos los chicos poseen una dignidad por el hecho de ser personas, y como tal se merecen todo el respeto, al igual que un trato adecuado a su dignidad humana, este derecho básico incluye, tratarlo con amor, respetar sus ritmos, habilidades y destrezas, respetar su vida, su fama, su intimidad,... 
Sin embargo: algunos chicos por sus características de especiales merecen un respeto mayor debido a una dignidad superior, por ejemplo, los chicos especiales, los chicos con alguna limitación física o emocional, definitivamente los papitos deben respetar primero sus diferencias, respetarse a si mismo, para que sus hijos crezcan con el abono ideal y perfecto del “respeto por la diferencia”, con un ejemplo impecable de parte de sus papitos! 

Con Caricias Calientitas