viernes, 30 de abril de 2010

NIÑOS ENFERMOS PARA LA FELICIDAD


Son fines propios de Caricias Calientitas fomentar, promover y motivar y practicar las acciones que sean posibles para conseguir que los niños enfermos de leucemia y otros tipos cáncer tengan las mismas posibilidades de educación para la felicidad, con la máxima calidad de vida. Con tal fin, se espera con fe llegar a los papitos, adultos y personal médico encargado del cuidado y atención de los pequeños, sembrar gestos de cariño, palabras amigas, dulces sonrisas que tiendan a mejorar su calidad de vida.

El afecto es una necesidad, todos reconocemos la importancia del afecto en nuestras vidas pero no tenemos ni idea de lo que es ni del por qué de su importancia en los chicos que sobre llevan una leucemia u otro tipo de cáncer, lo primero es comprender la razón de su necesidad. El afecto es una necesidad básica primaria, que es imprescindible para la supervivencia de un ser vivo y que no puede ser sustituida o satisfecha por ningún otro recurso disponible. Por ejemplo, para la inmensa mayoría de los seres vivos, el oxigeno es una necesidad primaria, es decir, que sin una determinada cantidad de oxigeno disponible no podemos sobrevivir. El oxigeno no puede ser sustituido por ningún otro gas o sustancia. Es único y esencial para la supervivencia. Igual sucede con el afecto es vital para los chicos en mención. Así pues, lo que afirmamos en el título de este artículo es que el afecto es imprescindible para la supervivencia de los niños enfermos de leucemia y otros tipos cáncer y que tal necesidad no puede sustituirse por ningún otro tipo de recurso. En otras palabras, queremos demostrar que sin una determinada cantidad de afecto, ningún ser humano es capaz de sobrevivir o, lo que es lo mismo, que sin una cierta cantidad de afecto todo ser humano enferma y muere irremediablemente.

Cuando una noticia de estas llega a la casa, “el niño@ tiene cáncer”; los papitos se confunden en un mar de sentimientos, consultar libros, Internet, nuevos conceptos médicos, igual pasan por una etapa de culpabilización, que se centra en la pareja, cierto es que ningún papito o mamita esta preparado para aceptar la enfermedad de su tesoro. A pesar de esto existe una fuerza que la da el amor, que impulsa a los papitos y los guía paso a paso por los diferentes terrenos que hay en el camino de la curación.
Los papitos y familias en esta situación, cuando hablan de Curación, deben abrir sus mentes a la integralidad del ser “cuerpo, mente y espíritu”. Deben también, comprender que son parte del todo, del universo y que cuando toman la decisión de curar están haciendo algo por mejorar la calidad de vida de sus hijos, con una óptica de felicidad continua. Existen tres momentos principales en el proceso de una familia para enfrentar la enfermedad de su hijo: Adaptación, Estilos de Vida, y Retos.

Adaptación: El amor y la unión familiar hacen que el niño brille con luz propia, a partir del momento en que la familia recibe la noticia de que su hijo padece algún tipo de cáncer o leucemia, se inicia un viaje hacia un nuevo mundo por la curación y un aprendizaje sobre como ser una familia saludable, y aunque resulte difícil de comprender es de vital importancia la ayuda que da una actitud positiva y realista de la vida y de la enfermad que se enfrenta. Y seguramente pasan por momentos en que sienten derrumbarse por el dolor tan grande, es el amor por su pequeño que les da la fuerza para seguir adelante. La familia tiene una misión, que dice: A pesar de la enfermedad hay que ser una familia saludable. Hay un equipo de apoyo conformado por: el médico oncólogo, enfermeras, psicólogos, familias con situaciones similares, con este equipo las familias logran, fortalecimiento, aprendizaje, gestión y recuperación.

Estilo de Vida: La familia que se encuentra en esta situación llega a ocupar el corazón de las personas que de una u otra manera están en contacto con el chic@ durante su tratamiento, familiares, amigos, vecinos, personal médico o de apoyo, por eso es necesario trazar unos canales de comunicación, y jerarquía para que la toma de decisiones se haga adecuadamente y con las personas que deben ser, en otras palabras son quienes ponen las reglas de juego respecto al tratamiento de su hij@ y deben mostrar con cariño y agradecimiento al resto de la familia las pautas que se deben seguir. Los papitos deben tener presente que siguen siendo pareja, y resaltar el respeto por la diferencia, así generan apoyo y respaldo, para que, el que esté mejor anímicamente sea el soporte del que esta desanimado. Aprovechar la ayuda externa, distribuyendo las tareas y responsabilidades de manera equitativa teniendo en cuenta habilidades y destrezas. Es enfrentar un nuevo estilo de vida, haciéndole saber al pequeño cuanto se le ama con actos, palabras, caricias, compañía, fortaleza y positivismo. Es importante que el nuevo estilo de vida, incluya el traje del buen animo que está hecho con: tela de pensamientos positivos, tejido de hilos de esperanza, el color de la alegría, adornos y motivos para vivir, amar y crear, la moda en el aquí y el ahora, y por su puesto un detalle de serenidad que le da un toque de frescura.

Retos: En ocasiones, los tratamientos se deben recibir fuera de casa, o del lugar donde habitualmente reside la familia; entonces a tomar decisiones, ¿quién viaja y quién se queda?, aquí los gastos no previstos requieren de apoyo que se logra con gestión ante instituciones especializadas, en el nivel afectivo estas separaciones se convierten en pruebas , los que se van como los que se quedan necesitan atención y afecto, la esperanza por el éxito del tratamiento es el antídoto para enfrentar dicho reto. La celebración de fechas especiales aunque se esté separados u hospitalizados, cumpleaños, navidad, hay que darles un toque especial, trayendo la alegría, la fe, la fuerza de seguir celebrando, con un par de bombas, apagar una velita, envolver un detalle sencillo, hacen que el chic@ pasa un rato ameno.

Sólo el amor de los papitos ayuda a atravesar este paraje del destino, pues aunque estén cansados, agotados de luchar, llenos de dudas, con temores y culpas, sus corazones siempre quieren lo mejor para su hij@. La alegría y la esperanza y el día a día de los chic@s con leucemia u otros tipos de cáncer es inigualable, ellos son los mas dulces y tiernos. Una ultima acotación, siempre que tengan dudas médicas, pregunten una y otra vez hasta estar seguros de haber entendido.

Lo importante es curar el corazón, la mente y el alma de todo aquello que aleje a los papitos de la felicidad de sus chicos!

Con Caricias Calientitas

Comenzando con el efecto que esto tiene sobre los padres, se continúa con el niño con cáncer y otros niños en la familia, se mencionan las respuestas emocionales que suelen surgir con el cáncer y se ofrecen algunas sugerencias para sobrellevar la situación.

martes, 27 de abril de 2010

HIJOS UNICOS PARA LA FELICIDAD


Son muchos los asuntos que giran en torno al hijo único, tienen fama de mimados y consentidos y con dificultad para relacionarse con otros niños. Pues hay que profundizar que hay de cierto en esto y cuáles son las ventajas e inconvenientes que pueden tener estos chicos. Existen, errores comunes que suelen cometer los papitos al educar a un hijo único.

El hijo único tiene fama de ser un niño egoísta, mimado, mandón y caprichoso. Pero en realidad, esta fama es un asunto que no tiene por qué corresponder con la realidad, pues el carácter del hijo único depende sobre todo del tipo de educación que reciba. Lo que está claro es que al crecer sin hermanos y vivir sólo con adultos, les resulta más difícil relacionarse e integrarse con otros de su edad. Para que el niño aprenda a compartir y a relacionarse, los papitos deben procurar que su hijito tenga contacto con otros niños desde muy pequeño.

Para ello, es importante llevarle a la guardería, invitar a sus amigos a casa para que compartan sus juguetes y su espacio, procurar que juegue con otros niños para que aprenda a perder, ganar y respetar turnos, buscarle actividades fuera del horario escolar y en vacaciones llevarlo a algún campamento. Así se logra suplir lo que de forma natural no puede aprender en su casa. El hijo único no es un niño diferente a los demás, tan sólo crece en un entorno y con unas circunstancias que no coinciden con los de la mayoría. Algunas de las ventajas más sobresalientes: Son niños que disfrutan de la atención exclusiva de sus papitos, siempre están pendientes de él y no tiene que compartirlos con nadie. Esta situación, hace que el hijo único se sienta muy seguro de sí mismo y que tenga una autoestima muy alta.

Su desarrollo lingüístico es sorprendente y poseen una gran capacidad intelectual, debido a la intensa relación que tiene con el mundo adulto y a la gran atención y estimulación que reciben de sus papitos. Los resultados académicos suelen ser buenos, pues son niños que habitualmente están preparados y con una gran estimulación intelectual y por lo general son responsables y ordenados. Además expresan sus ideas con claridad. Al pasar muchas horas solos, sin la compañía de otros niños, desarrollan más la imaginación y aprenden a entretenerse solos. Esto también favorece el desarrollo de la afición a la lectura.

Obviamente también tienen inconvenientes: Son más egocéntricos y en los juegos de grupo les cuesta esperar su turno. Sin embargo, acostumbrado a ser el centro de atención de la casa, el rol de líder lo desempeña muy bien y por lo general, son muy queridos y valorados por sus compañeros. Al convivir sólo con adultos y al verse sometidos pronto a la forma de pensar y al comportamiento de los adultos, maduran a una edad demasiado temprana. Les cuesta ser generosos porque no están acostumbrados a compartir sus juguetes. En su casa, no pueden compartir sus experiencias con otros iguales. Aunar esfuerzos para conseguir un objetivo, ayudarse entre los hermanos o reconciliarse tras una pelea son experiencias de las que carecen. Pero sobre todo, lo que los hijos únicos nunca conocerán el amor tan especial que existe entre los hermanos.

El riesgo de sobreprotegerlos, es latente, las principales razones por las que las parejas deciden tener un hijo único, obedece a motivos económicos, profesionales, pues la incorporación de la mujer al mundo laboral hace difícil que pueda compaginar trabajo y familia, sobre todo en lo que al horario se refiere. También se influencia a que las parejas deciden formar una familia cada vez a edades más tardías, cuando ya han logrado una estabilidad profesional y económica. Ocurre con frecuencia, que los papitos se sienten culpables de esta decisión, pues ven al niño más solitario y con un fuerte deseo de tener un hermano. Estos sentimientos de culpabilidad hacen que los papitos quieran llenarlo de atenciones y regalos, dándole una educación obsesiva llena de actividades; inglés, natación etc. y corriendo el riesgo de que se le mime y consienta demasiado.

Pero, el principal riesgo que tienen los hijos únicos es la sobreprotección, es decir, los papitos caen en la preocupación excesiva por sus hijos y en sentir la necesidad de resolver sus problemas y solucionar los obstáculos que se le presentan. Así, no permiten que su hijo aprenda a desenvolverse socialmente y que crezca como un ser independiente. Por esto, es importante que los papitos aprendan a controlar la excesiva preocupación por su hijo y que traten de evitar cualquier sentimiento de culpabilidad que puedan tener ante esta decisión. Muchos son los tópicos que pesan sobre la idea de tener un hijo único: será un mimado, mandón, consentido, etc. Pero en realidad la experiencia del hijo único tiene sus riesgos y sus ventajas, y su evolución, como la de cualquier otro niño, depende de la educación que reciben de su núcleo familiar. Y son los papitos los que deben vigilar el no exagerar algunos comportamientos o algunas reacciones para evitar esas actitudes comunes que, erróneamente, se han asociado al hijo único. El riesgo más común es que esa atención exclusiva que se le presta se transforme en una actitud sobre protectora. Hay muchas maneras de evitarlo.

El ritmo de la vida moderna, el gasto que supone la manutención de cada hijo o la decisión de muchas parejas de retrasar el momento de tener hijos, están provocando un aumento de lo que podría llamarse la "moda del hijo único". Actualmente, entre el 20 y el 30% de las familias tienen un sólo hijo. Muchos son los fantasmas que amenazan la tranquila decisión de tener un solo hijo. Muchas generalidades pesan sobre la idea de que un niño crezca sin hermanos. ¿Quién de nosotros no ha escuchado alguna vez algún comentario respecto al hijo único tipo "pobrecito, se va a aburrir" o "los hijos únicos 'salen' mimados" o egoístas, o mandones, o engreídos? Papitos de hijos únicos no se asunten, la educación para la felicidad de un solo hijo, como la educación de dos hermanos o de una familia numerosa, tiene sus pros y sus contras, sus riesgos y sus ventajas. Lo único que necesitan es información para saber cómo actuar ante determinadas situaciones, aprender a controlar algunos comportamientos y conocer aquellas virtudes que sería bueno potenciar.

Un hijo único, por el mero hecho de no tener hermanos, no está condenado a desarrollar ningún tipo especial de comportamientos. El principal riesgo que tienen los padres de un hijo único es caer en el exceso de atención, pero ojo, atención que da seguridad, estabilidad, confianza en sí mismo, autoestima y capacidad para desarrollarse correctamente, es saludable necesaria, vital; la atención que hay que evitar es el exceso de cuidados ligados a los miedos paternales a que a su hijo le suceda algo malo, de esa atención que puede transformase rápidamente en una actitud sobre protectora.

A continuación Caricias Calientitas relata algunas situaciones concretas en la que los papitos deben poner atención y algunos comportamientos que deben evitarse y/o vigilar y sus posibles alternativas: Demasiada atención puede desencadenar en una preocupación excesiva y en un miedo exagerado a que al niño le pase algo. Deben aprender a controlar el exceso de temor ya que podrían transmitir ese miedo al niño y no dejarle disfrutar de algunas actividades que podría vivir muy satisfactoriamente: irse de campamento, practicar deportes de aventura, etc. Ante este temor, los papitos deben pensar en “positivo”, también estar anticipando acciones como, “te vas a caer”, cuidado “te ahogas”, “pon cuidado”, “eso es peligroso”, es privarlo de acciones propias de su edad y sus pares. La posibilidad de que el niño sea engreído, egocéntrico o consentido depende, en gran parte, del lenguaje a con que se dirigen al niño los papitos, es la forma como se expresan y súper importante el cómo se alaban sus éxitos, jamás caer en una valoración de forma indiscriminada o gratuita, evitando frases como "eres el mejor", "eres el más guapo" "eres el más inteligente", sustituyéndolas por frases más realistas como: "¡Muy bien! Me ha gustado mucho el gol que has metido", "te felicito por la nota que has sacado en el examen de matemáticas" o "tienes unos ojos preciosos".

Al no vivir en la casa con otros niños de su edad, es posible que madure antes y desarrolle antes las habilidades adultas. Esto puede ser positivo, pero hay que recordar que se trata de un niño y que necesita compartir tiempo y espacio con otros niños de su edad. Para facilitarle el contacto con otros niños, puede ir a parques, a la guardería por periodos cortos, permitir que vaya a casa de sus amigos o que ellos a jugar, apuntarlo a excursiones, campamentos, deportes de equipo, etc.

Los hijos únicos carecen de experiencias como, los roces y peleas típicas entre los hermanos, peleas por competencia, conflictos por no querer compartir, discusiones por disputarse la atención de los papitos, entonces pueden tener más dificultad para madurar emocionalmente. Esta situación se puede agravar si son sobre protegidos y además se agrava si los papitos todo el tiempo evitan que "sufra", por ejemplo, defendiéndole inmediatamente cuando empieza a pelearse con otro niño. Por eso es importante que el niño entre en contacto con niños de su edad y los papitos mantengan las distancias, de esta manera aprende a relacionarse, compartir, competir y experimentar peleas y discusiones propias de la edad.

Los papitos tienen la tendencia a exagerar, llega el momento de pensar en todas las ventajas que depara la vivencia del hijo único, pues aunque suene trivial hay más recursos económicos a esa sola personita, dedicarle mucho tiempo y atención y a la vez disponer también de tiempo para los papitos, para compartirlo con los amigos, la pareja o dedicarlo a los hobbies o a la vida profesional y salvarse de la "terrible" vivencia de las peleas entre hermanos.

Los hijos únicos aprenden pronto a entretenerse solos y eso favorece el desarrollo de su imaginación e invención. Son capaces de recrear mundos de ficción en los que entretenerse largo tiempo y de pasar de una a otra actividad según sus intereses y apetencias. La generosidad y el orden. Ambos aspectos están favorecidos por el hecho de que el niño no tiene que 'defender' sus cosas constantemente de sus hermanos. Cuando presta sus cosas sabe que se las van a devolver porque sólo son suyas, no son "de los dos", de ahí que sepa mostrarse desprendido con otros niños. Cuando el niño deja sus cosas en un lugar sabe que más tarde seguirán allí nadie se las toca, nadie las desordena, nadie se las quita, por eso pronto aprenderá a responsabilizarse de mantener las cosas en un orden que depende exclusivamente de él. El trato con adultos agiliza su desarrollo intelectual y emocional, porque tendrá modelos que seguir. Disfrutará de todo el amor, la atención y el tiempo que sus papitos puedan dedicarle, no teniendo que compartir ninguna de estas cosas con un hermano. Eso evita que conozca los celos, la envidia, el sentimiento de rechazo y otros muchos sentimientos propiciados por el roce entre hermanos.

Por último, hay que destacar, que cuando entre el primer y segundo hermano hay una diferencia de siete años o más, se puede considerar al hijo mayor como hijo único, puesto que en sus primeros años de vida, los más decisivos desde el punto de vista de desarrollo psicológico y emocional, se cría como tal. Por eso es tan importante que el niño crezca en un ambiente familiar equilibrado, como un miembro más y no como el centro de atención, para que le sea fácil y natural el hecho de compartir espacio, afecto, tiempo, objetos, papitos.

Con Caricias Calientitas

Únicamente un hijo. Se ha formado una mala fama para el hijo único. Por Antonio Martínez, ...hijo? quiza esos serían los pensamientos clave y que no son razón para embarcarse en la búsqueda de un segundo hijo. Si para procrear un hijo no se necesito ni se pidió la intervención de terceros, la decisión de un segundo hijo tampoco debe pasar por allí. Es un hecho que, fundamentalmente debe desearse por sí mismo.


viernes, 23 de abril de 2010

PENSAMIENTOS PARA LA FELICIDAD


La estimulación adecuada, conocida también como estimulación temprana; busca estimular al pequeño, de forma oportuna como su nombre lo indica, se trata de que sea oportuna, jamás de hacerla antes de tiempo, por ejemplo enseñar a leer al bebé recién nacido el uso del baño… pues no, cada aprendizaje tiene su momento, el objetivo es desarrollar niños con pensamientos felices, no es adelantarlos en su desarrollo natural, es proporcionarles una amplia gama de experiencias que sirvan como base para futuros pensamientos.

A pensar también se aprende, se basa en experiencias previas, entonces, mediante la estimulación se le proporcionarán situaciones que le inviten al aprendizaje de pensar. La idea es abrir canales sensoriales para que el niño adquiera mayor información del mundo que le rodea. Es sumamente importante estar al tanto de la normalidad en los etapas de evolución del niño (a) y hacerle una valoración observación focalizada, para saber por dónde empezar a ofrecerle las experiencias, dando énfasis en sus áreas de desarrollo y al mismo tiempo ir estimulando la atención, la memoria y el lenguaje.

La estimulación oportuna para el pensamiento, debe enmarcarse en dos corrientes o teorías: apoyar el desarrollo madurativo del niño (a) y que el desarrollo del pensamiento es un producto de experiencias y aprendizajes. La idea es lograr cruzar ambas conjeturas, por un lado respetando el nivel de madurez de cada chico, así como sus características personales y, por el otro, proporcionar experiencias enriquecedoras en las áreas por desarrollar.
Estudios genéticos dicen que la inteligencia está determinada en un 80% por la herencia y en un 20% por el medio ambiente, por lo tanto, lo que se puede hacer por los niños es sorprendente, los investigadores han informado a los educadores que el cerebro tiene una evolución desmedida en la primera infancia por lo tanto es el momento justo donde el aprendizaje tendrá una fuerza impresionante, de ahí la necesidad de una “Estimulación oportuna y adecuada”.

Es fundamental que los papitos, y más adelante los educadores, le brinden al niño (a) un ambiente rico para poder despertar sus energías ocultas. Con esto lograremos en un futuro niños(a) más investigadores, seguros, audaces, y capaces de ir en busca de la satisfacción de sus propias necesidades teniendo con esto aprendizajes significativos para ejercer con autonomía, lo cual quiere decir que el pensamiento tenga un sentido real para el niño (a), dejando atrás el aprendizaje mecánico y vacío, que posteriormente llevará a muchos al fracaso escolar, por ejemplo, enseñar a memorizar capitales, nombres de presidentes, identificar banderas, son aprendizajes memorísticos que para nada son adecuados y mucho menos estimulan el pensamiento creativo.

Desde antes de nacer, en el cerebro del niño comienza a presentarse la sinapsis, que consiste en las conexiones entre neuronas. Este proceso se prolonga hasta los seis o siete años, momento en el cual no se crean más circuitos. Durante éste tiempo algunos circuitos se atrofian y otros se regeneran, por esto, la misión dentro de la estimulación del pensamiento es conseguir el mayor número de conexiones para que no se pierdan. La estimulación hace que un circuito se regenere y siga funcionando y mantenga viva a la célula.
Es importante que el bebé participe en un programa de estimulación oportuna y adecuada a partir de los 3 meses, ya que antes de esto el niño se está adaptando a su nuevo mundo, su nuevo hogar, sus papitos y a su ambiente. Además durante las primeras semanas de vida la cantidad de estímulos es inmensa. Hay que dar tiempo a que el bebé se adapte para después llevarlo a una asimilación gradual de un mundo más amplio y con estímulos de mayor magnitud y diferentes entre sí.
La estimulación debe iniciarse de manera espontánea en casa, casi se puede afirmar que es inherente a la cotidianidad de su familia. Desde que el niño nace los papitos encuentran sus respuestas y aunque éstas sean de una manera automática a los estímulos exteriores, son los reflejos con los que viene dotado todo ser humano. Los reflejos van desapareciendo en la medida que el sistema nervioso vaya madurando, por lo tanto, es recomendable darle masajitos suaves al bebé, acariciarlo, hablarle con dulzura y mucho amor, por ejemplo; a la hora del baño irle nombrando las partes de su cuerpo, hacer movimientos ligeros de piernas y brazos; trabajar su sentido visual estimulando primeramente la fijación de un objeto y posteriormente el seguimiento del mismo, por ejemplo con móviles; su sentido olfativo se estimula con diferentes aromas; su sentido auditivo se estimula favoreciendo la capacidad de atención a los sonidos, lo cual es todo un proceso sin fin, pero maravilloso. Es primordial que durante el primer año, el niño (a) tengan amplias y agradables experiencias que le permitan ir conformando su mundo y su SER.

A partir del primer año, se debe extender la estimulación fuera de casa, en un lugar donde se ofrezcan objetivos claros de acuerdo al nivel de madurez del niño, o, por el contrario, seguir en la casa pero con un plan más estructurado para despertar en el bebé todo su potencial. Es un tiempo mágico en el que el bebé responde a su entorno a través de la reflexión de sus acciones y poco a poco va tomando conciencia del pensamiento y decisiones sobre cómo debe reaccionar, el bebé va recopilando información de sus experiencias y luego las revierte a la realidad. El niño es un participante activo e interactúa con su mundo. El bebé descubre las cosas examinando cómo su mundo afecta su cuerpo. Las sensaciones en su aprendizaje juegan un papel importante para el desarrollo del pensamiento, cuando el pequeño es capaz de tomar las cosas en sus manos, comienza a explorar y a entender la relación entre causa y efecto, como quien dice esta pensando. Se puede ver también cuando suelta un objeto y lo vuelve hacer repetidamente, está observando y descubriendo qué es lo que sucede, posteriormente lo lanzará desde su silla. Un bebé adquiere nuevas habilidades y destrezas para su pensamiento constantemente.

Todo el pensamiento es inseparable de la acción y depende de ella, en la acción se aprecian los procesos de adaptación, es decir, de adaptación a las relaciones que establece el niño con su medio. A través de estos intercambios y con base en la experiencia, el bebé va construyendo su pensamiento. El niño viene dotado de ciertas habilidades innatas y es responsabilidad de quienes están en su entorno lograr que esas habilidades sigan su desarrollo al máximo. La forma en que el niño procesa información tiene cambios muy fuertes durante el primer año de vida: la procesa cada vez más rápido; esto da lugar a los cambios que se suscitan en el cerebro. Los genes son los que proporcionan el potencial, pero es el medio ambiente el que determinará cuánto de ese potencial se utilizará. Por tanto la herencia y el ambiente se cruzan entre sí una vez más. El niño, desde el nacimiento hasta aproximadamente los dos años y medio, se encuentra en la etapa sensorio-motriz. Como su nombre lo dice es una etapa motora en que el niño experimenta un progreso de todo su cuerpo para lograr erguirse y caminar. También en esta etapa el niño conoce su mundo a través de los sentidos (chupando, palpando, viendo, oyendo, sintiendo, etc.).

Resulta sano que a un niño se le lea y se le ponga en contacto con las letras (lenguaje). Es más importante llenarle su mundo de cosas concretas que de abstractas, por tanto es necesario sacar los libros a la vida real, permitiéndoles que los toquen, manipule, chupen y huelan, que utilicen material que se encuentra plasmado en los libros en la vida real. Por ejemplo, si el cuento habla de una gallina y sus pollitos, ojala tener la oportunidad de que vea en vivo la gallina y los pollitos, así va estableciendo sus propias relaciones cognitivas. La gallina y los pollitos pueden ser también de peluche, de plástico con sonido, etc., así, el niño encuentra mas significado y por lo tanto tendrá mayor interés y se enriquecerá con las experiencias, partiendo siempre de experiencias para aprender, lo que se conoce como Aprendizaje del pensamiento significativo.

Un niño no sabe más por el simple hecho de leer o caminar antes que otros, un niño (a) sabrá más en relación a la estimulación que se le proporcione y al lograr despertar en él el interés por el conocimiento y la investigación. Es recomendable que se les lean cuentos todos los días y, en la medida de lo posible, de acuerdo a su edad, se debe iniciar con preguntas acerca de qué creen que sigue o de qué piensan que se tratará el cuento por el título del libro (lo que se conoce en lectura como anticipación). Es bueno seguir la lectura con el dedo ya que los niños comienzan a darse cuenta de la direccionalidad así como de que en las letras dicen algo y comienzan a darle significado a las mismas. Si bien es cierto que hay niños que a los dos años y medio ya leen algunos letreros, también lo es que se trata de una forma memorística – mecánica (como leen la mayoría de los niños (a) y adolescentes), ya que para iniciar con este aprendizaje se necesita de cierta madurez para la comprensión de aspectos arbitrarios como lo son las letras. El niño debe haber adquirido una lateralización espacial, discriminación visual, discriminación auditiva, coordinación viso-motriz y buena articulación en su lenguaje. Si todo esto anda bien junto con su aspecto emocional y la motivación que se le da al acto de leer, el niño aprenderá a pensar de manera gustosa y placentera. Así hay seguridad de que será un gran lector y, lo que es más importante, que será en el momento en que su nivel de madurez se lo permita y cuando realmente le encuentre un gusto y una utilidad.

Además si el niño (a), adquiere ese gusto natural por la lectura, será un beneficio interminable a lo largo de su vida; donde realmente se trabajó un proceso analítico, que respetó su proceso psicológico o de análisis y que puso al niño frente a la palabra o frase con un significado para él, dejando atrás signos, sonidos o letras sueltas o muertas, pues no significan nada por sí solas. A los chicos jamás hay que forzarlos a que aprendan algo antes que los demás, pues esto únicamente es por la necesidad de satisfacer el ego de los papitos. Hay que darles estímulos amorosos creativos, y armas suficientes en las que basen sus futuros pensamientos y sobre todo mucho afecto, cariño, atención; esto sí es realmente importante en su primera infancia, con esta fortaleza los niños aprenderán a pensar, es más importante formar personas felices que personas intelectualmente desarrolladas pero inadaptadas socialmente.

Adelante con estos niños y niñas, que de acuerdo a la estimulación y apoyo recibido, serán individuos exitosos y felices. El aprendizaje del pensamiento no se limita a los niños y niñas de determinada edad ni depende de la existencia de un ámbito escolar estructurado. De hecho, los bebés aprenden rápidamente desde su nacimiento. Crecen y aprenden más cuando reciben afecto, atención y estímulos además de una buena alimentación y atención de la salud adecuada. Las inversiones en el desarrollo de los niños mediante actividades de aprendizaje en la primera infancia y de preparación para la escuela, así como en las actividades relacionadas con su salud y alimentación, aumentan las probabilidades de que terminen la escuela primaria.

Hay que alentar a los niños a que jueguen e investiguen, a que aprendan y avancen en su desarrollo social como emocional, físico e intelectual. No se debe subestimar la importancia que tiene el juego en el desarrollo cognoscitivo. El juego cumple una función primordial con respecto al aprendizaje del pensamiento infantil, independientemente de su contenido real. El proceso del juego es una experiencia de aprendizaje poderosa en el pensamiento y multifacética. El juego infantil implica la exploración, la experimentación con el lenguaje, el conocimiento y el desarrollo de las aptitudes sociales.

Los niños aprenden a comportarse imitando la conducta de quienes les rodean. Por eso los papitos, maestros y otras personas que cuidan los niños deben contar con los conocimientos y las aptitudes necesarias para brindarles en la primera infancia los mejores ámbitos de aprendizaje y de interacción; ser capaces de reconocer los síntomas y señales que indican deficiencias en el crecimiento y desarrollo de los niños y niñas. En el pensamiento infantil funciona mejor la habilidad de reconocer que la de recordar. El recordar es necesario para el procesamiento y uso de la información. La memoria está influida por la motivación de destreza, las estrategias de estudio, el conocimiento general y las interacciones sociales. Según Piaget, el niño está en la etapa pre-operacional. Debido al recuerdo, el pensamiento no se limita a los hechos del entorno, pero el niño aún no puede pensar en forma lógica. La función simbólica aparece y se demuestra en la imitación, el juego y lenguaje simbólico, que le permite al niño representar mentalmente a las personas, objetos y sucesos.

Caricias Calientitas invitan a todos los papitos y adultos a que estimulen pensamientos felices, amables, autónomos, responsables, el pensamiento infantil es influenciable y se nutre de estímulos.

Con Caricias Calientitas

El Día del Niño o Día Universal del Niño es un día consagrado a la fraternidad y a la comprensión entre los niños del mundo...

lunes, 19 de abril de 2010

TRES AÑOS PARA LA FELICIDAD


El bebé ya es un niño, despierta para la conciencia. Sorprende con confidencias en torno a cómo se siente. Es más sociable, e incluso hace algún gesto de cariño a otros niños. Su manera de jugar estará más condicionada a otros niños. Se une a otros niños para jugar y comparte sus juguetes con más facilidad. Al mismo tiempo demuestra más independencia de sus papitos. A los tres años, el niño puede hojear libros, y sujetar el lápiz de una forma más correcta. Además de garabatos, el niño dibuja con más sentido. Consigue incluso escribir algunas letras y su primer nombre, demuestra interés y entusiasmo para tocar instrumentos como la pandereta, el tambor o el acordeón. Su agilidad es tremenda. Puede realizar dos actividades al mismo tiempo. Juega con la pelota mientras corre, come helado, sube escaleras, come y habla por el teléfono. Algunas investigaciones afirman que esta es una buena edad para iniciarles con rutinas a hábitos saludables.

Capta expresiones emocionales de los otros, le gusta jugar solo y con otros niños, de ser dócil pasa rápidamente a rebelde, posee una conducta sociable, y tiene una "crisis de independencia", manifiesta afianzamiento del yo y continuamente se involucra en conflictos que tienen que ver con su identificación con el adulto, asume claramente la diferencia de sexo. A los tres años el niño no se ocupa de saber a quién habla ni si es escuchado. Es egocéntrico, porque el niño habla más que de sí mismo, pero sobre todo porque no trata de ponerse en el punto de vista de su interlocutor. El niño sólo le pide un interés aparente, aunque se haga evidente la ilusión de que es oído y comprendido.
Le encanta la repetición o ecolalia, el niño repite sílabas o palabras que ha escuchado aunque no tengan gran sentido para él, las repite por el placer de hablar, sin preocuparse por dirigirlas a alguien. Desde el punto de vista social, la imitación parece ser una confusión entre el yo y el no-yo, de tal manera que el niño se identifica con el objeto imitado, sin saber que está imitando; se repite creyendo que se expresa una idea propia. Como un monólogo el niño habla para sí, como si pensase en voz alta. No se dirige a nadie, por lo que estas palabras carecen de función social y sólo sirven para acompañar o reemplazar la acción. La palabra para el niño está mucho más ligada a la acción que en el adulto. De aquí se desprenden dos consecuencias importantes: primero, el niño está obligado a hablar mientras actúa, incluso cuando está sólo, para acompañar su acción; segundo, el niño puede utilizar la palabra para producir lo que la acción no puede realizar por sí misma, creando una realidad con la palabra (fabulación) o actuando por la palabra, sin contacto con las personas ni con las cosas (lenguaje mágico), por eso es importante que los adultos utilicen lenguajes amables, gratos, dulces, lenguajes que refuercen la felicidad como una forma de vida. Para el niño de tres años es irrelevante; el interlocutor sólo funciona como incitante, ya que se suma al placer de hablar por hablar el de monologar ante otros. Se supone que en el monólogo colectivo todo el mundo escucha, pero las frases dichas son sólo expresiones en voz alta del pensamiento de los integrantes del grupo, sin ambiciones de intentar comunicar nada a nadie.

Es capaz de agrupar objetos como alimentos, ropas, etc, identifica colores. Utiliza la mayoría de los sonidos del habla pero puede distorsionar algunos de los sonidos más difíciles, como l, r, s, ch, y, v, z; estos sonidos puede que no se controlen completamente hasta la edad de 7 u 8 años. Recurre a consonantes al principio, en el medio y al final de las palabras; puede distorsionar algunas de las consonantes más difíciles, pero intenta decirlas, puede describir el uso de objetos como "tenedor", "carro", etc. Se divierte con el lenguaje: disfruta los poemas y reconoce los absurdos del lenguaje como "¿Tienes un elefante en la cabeza? Expresa ideas y sentimientos más que simplemente hablar sobre el mundo que le rodea. Utiliza verbos que terminan en "ando" e "iendo", como "caminando" y "corriendo". Responde a preguntas simples, como "¿Qué haces cuando tienes hambre?" Repite frases.

El interés por las diferencias entre los sexos, es lo que más llama la atención de los niños a esta edad. Ellos intentan reafirmar de qué sexo son, imitando el comportamiento de la mamita si es niña, e imitando el del papito si es niño. Se inicia la etapa fálica. Descubre sus genitales y aprende a proporcionarse placer de manera deliberada. No hay que regañarlos y mucho menos castigarlos, es absolutamente normal esta situación.

Es la época perfecta para que los papitos y docentes o adultos dedicados a su cuidado los encasillen bajo el titulo de “hiperactivos”; pues parecen estar continuamente en movimiento, camina para adelante, para atrás, en puntas de pie, sobre los costados, talones y camina de costado, saltan con los pies juntos hasta 30 cm, le encanta la actividad motriz gruesa, puede apilar cubos de a 9 o 10, tiene pies mas seguros y veloces, aumenta y disminuye la velocidad con facilidad, da vueltas más cerradas, una expresión mágica de la energía por sorberse el mundo de un solo tiron, son adorables, solo hay que ser comprensivos, tolerantes porque los niños a los 3 años son tesoros de pilas larga duración, que viven de sorpresa en sorpresa, todo es una novedad.
Descubre que hay una realidad exterior independiente a él, sabe que es una persona y que los demás también lo son, realiza pequeñas tareas, por eso hay que ir involucrando tareas como: guardar la ropa sucia en tal lugar, tapar la crema dental, guardar los juguetes, el complejo de Edipo aparece; por su puesto controla esfínteres perfectamente, si no es así se debe consultar porque puede haber algún problemilla fisiológico o emocional. Aparece el complejo de Edipo. Es inestable y tiene estallidos emocionales, mas conocidos como berrinches, y los adultos se estresan, y l berrinche puede ser la causa de una cadena de situaciones agresivas verbales e incluso físicas, por su puesto todo lo contrario de lo que se debe hacer, en esta edad los chicos pueden ser violentos con un objeto o juguete, tienen ansiedades prolongadas y celos; la llegada de un hermanito puede causar violenta angustia e inseguridad, es una edad que demanda paciencia, dulzura, comprensión, hay que recordar que en estos momentos el control es vital para el adulto, si se pierde la cordura, y se deja entrar a la ira, seguramente las mamitas, papitos, adultos y docentes van a necesitar ayuda externa, pues la “violencia” solo genera mas violencia, y además se crea un circulo vicioso: el niño grita, la mamá grita, pero al final cede, entonces el chico aprende e interioriza que para tener algo hay que llorar hacer berrinche y logra lo que quiere!!
Los niños a los 3 años se miran, tocan y buscan, son tremendamente curiosos, y esto los hace esponjas del conocimiento ojala útil, adecuado y acertado, también son esponjas en la forma de expresar sentimientos, y aquí nuevamente entra el ejemplo, ellos son los mejores para fantasear y buscar explicaciones imaginativamente a los aspectos de la realidad.

En relación a los sentimientos existen dos tipos, uno es el del propio poder donde el niño siente deseos de poseer objetos y personas, a esta edad los chicos siempre dicen. Mi mamá, mi papá, mi maestra, mi, mi, todo les pertenece, es decir su sentido de pertenencia se pasa, adquieren un saber afectivo, de lo que puede y no puede hacer y también de su valor personal a través de la relación que establece con los demás, en el experimentar la aprobación, la admiración y el castigo. El otro tipo de sentimiento es el de inferioridad, el niño es muy sensible a las reacciones que tienen los adultos, se puede sentir muy orgulloso o muy avergonzado si lo retan, en esta etapa está consiente de que debe hacer muchas cosas que no entiende, que es dependiente de los mayores; sus sentimientos son más duraderos y diferenciados y se centran en las relaciones familiares. Quieren mucho a los papitos y les expresan su afecto con exageraciones, tienen celos y envidia de sus hermanos y se alegran cuando son castigados.

Otro punto que se debe tener en cuenta es la formación del yo, el niño se convierte en objeto de vivencias, se vuelve consciente de sí en su encuentro con el mundo y en su actividad en él. Aun el niño en esta edad no tiene conciencia de identidad y de simplicidad no reflexiona sobre su yo. El niño experimenta frente a las cosas su propio poder y su impotencia, por este medio encuentra paulatinamente el camino para llegar a su yo. El yo social se desarrolla con otras personas y es portador de sentimientos de simpatía y antipatía. El yo activo se desarrolla a partir de la relación con los objetos y se verifica en forma de juego, por tal razón el yo lúdico es la forma más importante del yo activo en esta etapa.

En lo concerniente a disciplina y obediencia que se conoce como: "del egocentrismo", de Piaget que se refiere a una actitud cambiante en relación a las reglas que rigen el comportamiento. Las reglas cambian de acuerdo a las necesidades, deseos, intereses del niño. El niño imita a los adultos, pero sin conciencia, reproduce los movimientos, las conductas, ideas de otros, pero sin darse cuenta de lo que hace. El niño confunde el "yo" y el "no yo", no distingue entre el otro y la actividad de sí mismo. El niño puede tomar dos actitudes una es "conformista", es decir, reglas impuestas por los adultos actúa como si fuesen voluntad de él mismo, aún cuando sea voluntad de otro. El niño se conforma con lo que le dicen los adultos porque ellos son los que ponen las reglas. Otra actitud es la "inconformista", es decir, se resiste a la voluntad del otro. En lo referente a autoestima - concepto de sí se puede decir que los niños de esta edad tienen que enriquecer la primera imagen de sí mismo con características y atributos que sirvan para definirse a uno mismo como persona con entidad y características propias diferenciadas de los demás.

La comunicación es vital con los chicos a esta edad, pues ellos ahora mas concientes, entienden, y razonan, sobre las consecuencias de sus actos, es importante que las reglas estén claras, y “lo prometido es deuda” los adultos suelen prometer para bien o para mal mucho, y no cumplen, pues esto solo lleva al deterioro de la confianza en los papitos, otra cosa, papitos y mamitas recuerden que se sanciona la acción y se premia al niño, jamás, por ningún motivo acudir a chantajes afectivos, es vergonzoso, que le digan te dejo de querer si no haces… Por favor!

Como a cualquier edad los tres años son una etapa para vivir amablemente, para formar en la felicidad, hay que disfrutar los tesoros que son los hijos, dejar las quejas y los continuos lenguajes de descalificación de quejas permanentes, como si los hijos pesaran que rico que los papitos entren al fabuloso mundo de sus hijos d y de ellos aprendan la nobleza, la ilusión, la ternura, aprendan que los besitos voladores existen y son mágicos, aprendan a volar con la alas de la imaginación de los pequeños.

Nuevamente repito un video que ilustra de manera perfecta el efecto de seducción que tienen nuestros hijos a cualquier edad!

Con Caricias Calientitas

Entonces nos entra la prisa y queremos que respete todas las normas de una vez. O no hacemos nada y seguimos riéndole los pedos hasta los diez años, cuando la cosa tendrá difícil solución. Ninguno de estos dos extremos es bueno.

lunes, 5 de abril de 2010

CIRUGÍAS PARA LA FELICIDAD

Aunque en menor medida que los adultos, de vez en cuando los niños también ingresan al quirófano. Y es deber de los papitos hacer que la experiencia no sea traumática. Existen diferencias marcadas entre las intervenciones a los adultos y los pequeños, pues los niños tienen sus propias enfermedades y no se “entregan” como los adultos, por lo que hay todo un trabajo por parte del médico y del resto del equipo para ganar su confianza. El aspecto técnico, aunque es similar, se adapta para que los niños no sientan temor tanto en la sala de cirugía como en la aplicación de la anestesia. Los papitos cumplen un papel fundamental. Tienen que estar al lado del niño con amor, calma, confianza, serenidad, en todo el proceso, porque son los más cercanos para transmitirles seguridad. Por eso, en ocasiones, alguno de los papitos se le permite entrar a la cirugía; y ambos deben estar presentes cuando el niño despierta en la sala de recuperación.

Es vital poner al niño al tanto de su cirugía, dependiendo de la personalidad, pero en general es mejor evitar palabras chocantes para los niños como sangre o bisturí. Hay que contarles con palabras claras, dulces, amables, y por sobre todo recalcar que va a quedar muy bien, que la operación se hace para mejorar totalmente su estado, decirles que van a dormir junto a los papitos y que mientras duermen les van arreglar lo que no funciona bien. Mientras más información tenga el niño, mejor. Es más sano contar al niño lo que le va a pasar para que no se angustie por no saber qué ocurrirá. Eso sí, teniendo en cuenta la edad y personalidad del niño y cuidando cómo se le entrega la información.

Los papitos frecuentemente presentan estados de ansiedad, es común que por culpa de esto, los papitos pregunten insistentemente en la consulta –frente al niño cosas como ‘¿le va a doler?, ¿va a sangrar?’. Eso transmite inseguridad al niño y lo pone nervioso. Por su puesto existen cirugías de urgencia; como, la apendicitis y la peritonitis; y entre las operaciones planificadas, la hernia inguinal, la fimosis –o circuncisión y las cirugías testiculares. La anestesia es otro temor que invade a los papitos, qué si puede ser grave?, pues no más que en los adultos. Operar a un niño hoy día es algo muy seguro. Los anestésicos son todos de última generación y es realmente extraño que provoquen una reacción alérgica. De hacerlo, con la tecnología que se tiene, el monitoreo de los signos vitales es tan exhaustivo que cualquier reacción adversa se detecta instantáneamente y hay todo un equipo médico para controlarla.

La recuperación de los chicos es mejor que la de los adultos, sobre todo porque muchas de las cirugías infantiles se hacen de forma mínimamente invasivas. Antes de los 15 años la recuperación celular es rapidísima. De una operación de apendicitis, un niño no tarda más de dos días en recuperarse, mientras que un adulto demora una semana. Cuando la cirugía demanda hospitalización, porque no es ambulatoria, los chicos se enfrentan a una experiencia aventurera, amable, pues los pisos pediátricos están ataviados con imágenes infantiles, y su recuperación se convierte en un proceso entretenido. Es oportuno llevar le su muñeco favorito. y controlar as visitas ruidosas. Las habitaciones de los pabellones infantiles, están decoradas con colores vivos, y cubrecamas son de motivos infantiles. A los que no pueden ir a la sala de juegos se les llevan entretenciones a la habitación, y los papitos pueden estar todo el día en la habitación con sus hijos, incluso dormir con ellos. Jamás amenazarlos con la toma de los medicamentos, que si no te la tomas se te cae la mano, por ejemplo para nada ayuda esta pedagogía, mas bien recurrir a argumentos mas dulces, tiernos y estímulos de ser un campeón, solo las reinas se toman los remedios, te contaré mas cuentos!!


Existen cirugías que demanda cuidados pos operatorios mas complejos para los niños, como la cirugía ocular que, aunque permite una rápida recuperación del paciente y la disminución de las molestias tanto pre como postoperatorias, necesitan transcurrir de manera serena, por ejemplo evitar a toda costa que el chico se frote los ojos, porque como va a sentir algún ardor y escozor, y los papitos aquí deben armarse de paciencia creativa, tener a la mano muchos cuentos para leerles, hacer del momento de las gotas una aventura de tiro al blanco por ejemplo. Una cirugía ocular deja efectos inmediatos pero superables rápidamente que incomodan al niño, como, ver algo borroso, además hay que insistir en alternativas de entretención suaves que permitan el descanso, pues cero tele, no pueden ver tele, mucho menos video juegos, que rico que los acompañantes estimulen viajes fantásticos con los ojitos cerrados. Tal vez esta es la cirugía de mas cuidado en los niños, no por riesgosa sino por sus cuidados y normas en el pos operatorio, los papitos pueden aprovechar para motivar un cuento con la nuevas miradas, por ejemplo ahora verás, al amor y la alegría con su mejor vestido las sonrisas, y así promover nuevas miradas para la felicidad.

Con Caricias Calientitas

Si se mezcla la medicina en un jugo que le guste mucho, es muy probable que note el cambio de sabor. Los comprimidos o tabletas pueden machacarse en la primera cucharada de una comida de sabor fuerte como una ensalada de frutas. Las píldoras amargas se toman mejor con una cucharada de mermelada,

domingo, 4 de abril de 2010

Regalo de Pascua

En Mi blog Cuentos Empitucados encontrarás un regalo de pascua!

jueves, 1 de abril de 2010

ESTIMULACIÓN ADECUADA PARA LA FELICIDAD


Todos los progenitores quieren, desean, anhelan bebes genios, y la idea es que antes que genios sean felices y autónomos; entonces la estimulación adecuada, fácil y divertida mediante actividades con bases científicas, que aplicadas en forma sistemática y secuencial permita a los pequeños el máximo desarrollo de sus capacidades cognitivas, físicas, emocionales y sociales.

La estimulación adecuada es un juego amoroso que le ayuda al bebé a desarrollar su habilidad mental, su motricidad gruesa y fina, la memoria, a aumentar el tiempo de atención y de concentración, y su curiosidad, ahora la estimulación si bien contempla una serie de ejercicios, masajes y caricias (sin un propósito claro), es mucho más que eso, la estimulación adecuada es conocer cada paso del proceso de formación de la estructura cerebral infantil; y depende de la oportunidad que se le da de recibir estímulos, los papitos y mamitas son los formadores y propiciadores de un entorno saludable integralmente, de ellos depende el interés que ponen los chicos en explorar su mundo. El ejemplo es excelente maestro, pero el entorno, el habitad, el ambiente es el que forma actitudes, aptitudes y habilidades, en ese orden de ideas el pequeño debe tener un espacio rico en estímulos adecuados, la estimulación adecuada es el principal formador de la felicidad de los hijos.
Nuevamente recalcar en la n mil definiciones de estimulación adecuada, como el conjunto de medios, técnicas, y de inter-actividades que se aplica en la primera infancia con eficacia y autonomía, en el cuidado y desarrollo del infante. Durante esta etapa se perfecciona la actividad de todos los órganos de los sentidos, en especial, los relacionados con la percepción visual y auditiva del niño, esto le permitirá reconocer y diferenciar colores, formas y sonidos. Por otro lado, lo procesos psíquicos y las actividades que se forman en el niño durante esta etapa constituyen habilidades que resultarán imprescindibles en su vida posterior. La estimulación adecuada busca estimular al niño de manera oportuna, el objetivo no es desarrollar niños precoces, ni adelantarlos en su desarrollo natural, sino ofrecerle una gama de experiencias que le permitan formar las bases para la adquisición de futuros aprendizajes.

Desde que nacen hasta los 3 años el niño establece particularidades en el desarrollo: Se caracteriza por su ritmo acelerado del desarrollo del organismo, presentan una orientación elevada con respecto al medio, manifiestan emociones y preferencias alimenticias y de objetos o juguetes. Para favorecer el óptimo desarrollo del niño, las actividades de estimulación se enfocan en cuatro áreas: área cognitiva, motriz, lenguaje y socio emocional. Son varias las aéreas de estimulación; la cognoscitiva le permite al pequeño comprender, relacionar, y adaptarse amablemente a nuevas situaciones, haciendo uso del pensamiento y la interacción directa con los objetos y el mundo que lo rodea. Para desarrollar esta área el niño necesita de experiencias, así el niño podrá desarrollar sus niveles de pensamiento, su capacidad de razonar, poner atención, seguir instrucciones y reaccionar de forma rápida ante diversas situaciones. El área motriz está relacionada con la habilidad para moverse y desplazarse, permitiendo al niño tomar contacto con el mundo. También comprende la coordinación entre lo que se ve y lo que se toca, lo que lo hace capaz de tomar los objetos con los dedos, pintar, dibujar, hacer nudos, etc. Para desarrollar esta área es necesario dejar al niño tocar, manipular e incluso llevarse a la boca lo que ve (guardadas las proporciones), permitir que explore pero sin dejar de establecer límites frente a posibles riesgos. El lenguaje ojala el del amor, un lenguaje positivo, motivador, de celebración, respetuoso, que le permita al niño comunicarse con su entorno y abarca tres aspectos: La capacidad comprensiva, expresiva y gestual. La capacidad comprensiva se desarrolla desde el nacimiento ya que el niño puede óigase bien, léase perfecto el niño puede entender ciertas palabras mucho antes de que pueda comunicar un vocablo con sentido; por esta razón es importante hablarle constantemente, de manera articulada relacionándolo con cada actividad que realice o para designar un objeto que manipule, de esta manera el niño reconoce los sonidos o palabras que escucha asociándolos y dándoles un significado para luego imitarlos. El lenguaje también demanda de partes de los papitos y mamitas, que le permitan expresar, cuando el chico señala el pan, porque quiere pan, estimulemos su vocablo, preguntando qué quieres, antes de pasarle el pan, agua es una palabra sencilla de ella viene el sonido gutural que es el primero que emite el bebé, entonces quieres agua? Agua, repetir, hay que recordar que ellos aprenden por imitación.

En el área socio-emocional, van incluidas las experiencias afectivas y la socialización del niño, que le permite sentir esa sensación agradable de ser querido y estar seguro y protegido, además capaz de relacionarse con otros de acuerdo a normas comunes. En la estimulación adecuada de esta área los papitos, adultos, que cuidan al pequeño tienen un papel protagónico, pues son los primeros generadores de vínculos afectivos, es importante brindarles seguridad, cuidado, atención y amor, además de servir de referencia o ejemplo pues así los chicos aprenden a comportarse frente a otros, a relacionarse adecuadamente, en conclusión, aprenden a ser personas de bien y sobre todo felices, los valores de la familia, el afecto y las reglas de la sociedad le permiten al niño, poco a poco, dominar su propia conducta, expresar sus sentimientos y ser una persona independiente y autónoma.

Obviamente, estas apreciaciones tienen bases científicas, las investigaciones afirman que el cerebro evoluciona de manera sorprendente en los primeros años de vida y es el momento en el que hace más eficaz el aprendizaje, esto porque el cerebro tiene mayor plasticidad, es decir que se establecen conexiones entre neuronas con mayor facilidad y eficacia, esto proceso se presenta aproximadamente hasta los seis años de edad, es decir en la primera infancia, a partir de entonces, algunos circuitos neuronales se atrofian y otros se regeneran, por ello el objetivo de la estimulación adecuada es conseguir el mayor número de conexiones neuronales haciendo que éstos circuitos se regenere y sigan funcionando. Para desarrollar la inteligencia, el cerebro necesita de información. Los chicos reciben información de diversos estímulos a través de los sentidos, lo hacen día y noche; si estos estímulos son escasos o de pobre calidad, el cerebro tarda en desarrollar sus capacidades o lo hace de manera inadecuada, por el contrario al recibir una estimulación adecuada y oportuna el chico va adquiriendo niveles cerebrales superiores y logra un óptimo desarrollo intelectual. Un paréntesis, la oportunidad es vital en la estimulación pues no todos los momentos son “oportunos” para tal o cual acción, por ejemplo mientras el chico come para nada es oportuno sentarlo en la bacinilla y lo digo porque he visto y en el mercado tienen sillas de doble función, o mientras se baña practicar un baile, o incentivar actividades de equilibrio..! Volviendo al tema central, así por ejemplo, al escuchar la voz de la mamita, percibir el olor del biberón o recibir una caricia: se produce una catarata eléctrica que recorre su cerebro, para despertar conexiones neuronales aún dormidas.

Los humanos somos los seres más dependientes de los padres o adultos en comparación con el resto de los seres vivos, la razón básica consiste en que el cerebro humano, requiere de un proceso de maduración por mucho más tiempo que el de la mayoría de especies. Los animalitos recién nacidos caminan y buscan la leche de su madre, un bebé, sin embargo, tarda algo más de una año en empezar a caminar, por lo que su supervivencia depende en extremo de la protección del adulto, esta total indefensividad es consecuencia de un cerebro aún por formar. La estimulación adecuada tiene por objetivo aprovechar esta capacidad de aprendizaje y adaptabilidad del cerebro en beneficio del bebé, basada en repeticiones; su cerebro es capaz de adquirir toda otra serie de conocimientos mediante la repetición sistemática de estímulos o ejercicios simples. Con la repetición se consigue reforzar las áreas neuronales de interés. Las habilidades, aptitudes y actitudes dependen 50% de los estímulos y 50% de la manera como se brinden. El cerebro humano es tan dinámico que es muy fácil formar niños llenos de conocimientos o habilidades, pero se requiere de pasión, motivación, amor, interés, atención, dedicación, de lo contrario podrían tener efectos anti-todo o niños "sabelotodo" pero incapaces de crear, organizar y gestionar. Sin pasión, ni felicidad.

Ojala las mamitas tomaran ejemplo de mamitas dedicadas, como la que tiene el afortunado, hermoso y feliz TOMMASO, que tiene una mamita a todo dar, y un papito que no se queda atrás, un tía fabulosa… un vecindario que lo adora y admira, felicidades mi adorado Tommaso!

Con Caricias Calientitas

Y en respuesta el cielo se alegró Y una luz inmensa apareció Doblaron las campanas Se abrieron las ventanas La paz tan esperada al fin llegó Enemigos se abrazaron Y juntos festejaron La fuerza del amor la paz