jueves, 18 de agosto de 2016

INTERROGANTES PARA LA FELICIDAD

Los papitos y las mamitas caen a veces en unos juegos que no son sanos, el juego de medir el afecto…¿A quién quieres mas?. Los papitos con su actitud y ejemplo se ganan y construyen el respeto, la confianza, el cariño de sus hijos.

¿A quién quieres más: a tu papá o a tu mamá?, es seguro que, al menos por la emoción del momento, el chico responda de una, y de pronto el adulto escucha lo que no quería oír, pero mas haya de la pregunta, es la incomodidad emocional y confusa que se crea en los sentimiento de un pequeño, que en su mundo aun no cabe la competencia por los afectos, que audazmente puede contestar lo que supone quiere oír el adulto que interroga, los papitos no alcanzan a dimensionar, los efectos nocivos de están preguntas necias en la escala de valores de sus pequeño, hay que recordar que es durante la primera infancia que carácter, sentimientos y valores se forman para toda la vida.

Preguntas que pretenden calibrar el afecto, son preguntas nocivas e innecesarias, y mas grave aún, cuando el chico recibe presente, regalo, complacencias e inmediatamente aparece la pregunta impertinente, por favor papitos, esto solo conduce a los niños a asociar regalo, permisividad con afecto; y sobraría decirlo pero solamente se esta sembrando afecto condicionado; parece una contradicción pero, en estos casos, los papitos se están lanzando a una educación sin normas, sin limites, papitos que están dando ejemplo palpable de envidia, de inseguridad, una educación que decepciona cualquier pedagogía que le apuesta a la felicidad.
Obviamente los chicos perciben la falta de armonía que existe justamente entre sus papitos, y son
estas preguntas necias las que se encargan de espantar a la seguridad, la confianza y el cariño verdadero; y los mayores responsables de brindar seguridad, confianza, cariño y formación integral a los niños son los papitos.

Cuántas veces los papitos juegan con preguntas inútiles como éstas: ¿A quién quieres más: a papá o a mamá? ¿Quién es más regañón? ¿Qué pensarán los niños? Un niño normal, en un hogar normal, contestará que los quiere igual a los dos, tanto como ellos lo quieren a él. Pero hay que anotar que los chicos en su primera infancia se “atortolan” y se esfuerzan por contestar cualquier cosa y salir bien librados, porque a esas edades los chicos buscan constantemente la aceptación y aprobación de sus papitos. Es importante que los papitos no busquen cómplices en sus errores, como “no le cuentes a mamita..”, jamás los papitos deben contradecirse delante de los chicos, mucho menos convertir al otr@ en ogro, bruja, en fin eso a parte de ser bajo y ruin, es nefasto para el chico, si a un niño se le pregunta si quiere más a papito o mamita probablemente no tenga una respuesta concreta, o tal vez si lo pillan inspirado conteste que a los dos por igual.

Caricias Calientitas invita a que eduque para que el niño sea consciente de esta pregunta y de no realizarla o bien procurar que el niño se siga sintiendo con la potestad de realizar la pregunta, se trata de promover una libertad mental y emocional, porque algún día el chico puede sorprender a los papitos preguntándoles, cuál de ustedes dos me quiere mas?

Con Caricias Calientitas

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