sábado, 28 de julio de 2012

DOS AÑOS PARA LA FELICIDAD


Hoy quiero rendir un homenaje a todos los chicos y chicas que están pasando por la “arrebatadora y seductora edad” de los dos (2) años,  especialmente a mi amado vecinito Jerónimo, que hoy  celebra  sus 2 años,  todos  pasan por nuestras vidas  en calidad de “maestros de la vida”, maestros de la felicidad, maestros de la ternura, maestros de la dulzura, de la nobleza, empezando por mis hijos, quisiera nombrarlos a todos, Andrés Fernando, José Fernando, que también tuvieron 2 años,  como  Juan, Emilio, Antonio, Juan Juan, Jorge, Sarita, Paulina, Luisa Fernanda, Kamila, Paulina, Sofía, Felipe, Juan David, Diego Alejandro, Daniel, Jerónimo, Valeria, María Isabel, Santiago, Juanita, Daniela, Isabela, Ana Belén, Andrea, Shean, Rodrigo, Nicolás, a todos, sobrinos, nietos, vecinos, todos los chicos que están cerca de nosotros los adultos en diferentes momentos de la vida, y así como nosotros somos sus maestros con el ejemplo, ellos sí que saben enseñar sobre la vida, tienen inmersa la pedagogía del amor, como Jerónimo,  la ternura, la alegría, es la verdadera magia de la vida, la que guardan en sus corazones. 

Ellos los chicos y chicas de dos años son los auténticos cofres mágicos del amor; deberíamos saltar, bailar y cantar llenos de alegría cuando hay un tesoro infantil cerca de nuestras vidas, deberíamos estar al pendiente para recoger de su magia todo el amor que nos llena de felicidad, para luego poder compartirla con el resto de los adultos; pues es de la sonrisa infantil, que tomamos la luz, de su voz aprendemos la melodía del amor con la música de la ternura, de sus miradas , el brillo mágico que nos hace inocentes y puros, de sus brazos el calor, de sus encantadores y fantásticos sueños, aprendemos la ilusión, y de sus corazones nos llega el amor, es como re-aprender los que olvidamos al hacernos adultos; es que en la compañía infantil recolectamos la magia necesaria para dejar salir el niño que llevamos dentro, con Jerónimo  todo en la vida cobra color y calor. 

Como muchos chicos de 2 años, y de Jerónimo aprendemos que todo es un motivo de celebración, asombro, y agradecimiento, son una fuente inagotable de magia con cálidos corazones de niños. Desafortunadamente en muchas ocasiones se dejan pasar estas valiosas y magistrales enseñanzas, aún se ven papitos de ceño fruncido con las sonrisas escondidas para ganar respeto según ellos; con los chicos podemos recuperar las alas necesarias para soñar con la felicidad y vivir en ella y con ella. 

Los chicos son maestros especializados, apenas dan un abracito de ternura, tiran besitos voladores, derriten corazones, lo que no pasa con  los adultos que  han ido perdiendo muchas de estas valiosas asignaturas, y a cambio se ensañan en devolver con golpes el derroche de amor que dan los hijos, y sí, suena  duro pero aún existen adultos que golpean sus tesoros, los mutilan física y emocionalmente; que rico tomar un curso intensivo de amor con los chicos que están  en los dos años como mi adorado Jerónimo!!!

Podemos aprender bastante de los niños de dos años. Casi todos tenemos la fortuna de conocer de cerca la magia de la niñez veinte o treinta años después de haber sido niños. Si son nietos, se reciben aún más lecciones. Hay que dedicar más tiempo a aprender de los niños, y menos a enseñarles. Los niños saben pasarla bien, mucho más que la mayoría de los adultos. Los niños saben reír. No necesitan gran cosa para reírse. A veces no necesitan nada. Ellos ríen porque les agrada la sensación. Los niños son espontáneos. No analizan ni empeliculan las cosas. Simplemente se mantienen ocupados siendo ellos. 

Mi vecino por ejemplo  siempre vive fascinado, es  curioso; una piedra, un escarabajo o un charco, es una fuente de asombro para un él; todo es una experiencia nueva y emocionante. Los adultos se vuelven serios y dejan de entender de rocas, insectos, charcos y hormigas, en cambio los adultos se olvidad cuan mágica es la vida. 

Los niños de 2 años  aceptan abiertamente, no  tienen prejuicios, gustan de ricos o pobres, blanco o negro, no se escandalizan por ideas políticas o religiosas, no les preocupa demasiado bañarse o no bañarse. ¿Cuándo hemos oído a los niños quejarse del clima? No lo hacen. Saben por intuición que tienen que adaptarse al curso de las cosas; a todos petrifica y deleita la honestidad de los niños, ¿Por qué estás tan viejo?, ¿Ya te vas a morir? ¿Por qué le pegas a la mesa? Su perseverancia es digna de admirarse y soportarse. Si los vendedores de seguros se capacitaran en un jardín de niños, ¡probablemente el noventa y ocho por ciento no claudicarían en los primeros doce meses! Sencillamente, los niños perseveran. 

Hoy Caricias Calientitas tiene la intención y el propósito, de sensibilizar con unas palabras y un video para que los papitos se dejen envolver por la magia de la ternura y la dulzura que dan los hijos de 2 años  a cada instante, y que de paso dejen salir el niño que llevan dentro, es volver a creer en los ángeles, hadas, unicornios; es hacer la maestría del amor personalizada, con maestros como Jerónimo!!!! 

Con Caricias Calientitas. 

martes, 17 de julio de 2012

BIENVENIDAS PARA LA FELICIDAD.


¡Felicidades! Ya llega  la ternura, la alegría y la dulzura al hogar, los papitos están orgullosos y felices, los abuelitos rebozan amor a granel, los hermanitos quieren curiosear al nuevo miembro de la familia, todo es emoción, en los felices hogares  de María José, la preciosa bebé de Andrés O. ,  y de la primogénita sobrina de Andrés S, Q.E.P.D.  Dos familias ávidas de la seducción mágica de un  bebé recién nacido, un bebé que ayuda a mitigar el dolor del tío ausente,  unas bebés que ratifican que los milagros si existen, ellas son un milagro del amor, las dos con angelitos propios.  

Para las mamitas y para todos, sobro todo ellas  aparece la angustia, cómo cuidarlas, pues los bebés recién nacidos son más listos de lo que se piensa, claro guardando las debidas proporciones, por ejemplo ellos reconocen la diferencia entre sus papitos y las demás personas. Los papitos tienen mucho por aprender cuando se estrenan con un recién nacido, hay que acoplar los horarios diurnos y nocturnos, hay que ejercitar la paciencia con aquello del sueño, pero sin angustia el amor por el bebé le  da a los papitos la fuerza para ejercer como los mejores. Solo hay que ser cariñosos, suaves, pacientes, y a disfrutar ese ser maravilloso que llega para  quedarse como un tesoro, y si hay preguntas, pues están las abuelitas, los pediatras, en fin.

Apenas nace el bebé el pediatra le practica unos exámenes rutinarios para certificar que está en perfecto estado, y en caso contrario atacar la anomalía inmediatamente. Estas pruebas tienen que ver con reflejos, con el estado de la piel, es decir con su aspecto general, aquí una cosita que cada papito y mamita, van a reprobar, la verdad, la verdad estas recién nacidas sus papitos las ven, como unas princesas, tiernas, aunque la piel puede ser rojiza y arrugada. Esto es normal y en el centro de la cabeza hay una parte blanda donde los huesos del cráneo todavía no se han unido. Esto permite que la cabeza del bebé sea flexible durante el parto. A medida que las princesas van, el cráneo crecerá y cubrirá esta parte blanda. Mientras tanto, la parte blanda permite que crezca el cerebro del bebé. Es probable que también tengan  manchas rojas oscuras en los párpados, que también pueden aparecer en la nariz o en la parte posterior del cuello, nadie sabe qué las causa. Generalmente, desaparecen dentro del primer año de vida. Las princesas pueden nacer sin cabello, otros con cabello muy fino y o con mucho cabello oscuro. En muchos bebés, el cabello de recién nacido se cae. En otros, cambia de color. El color de los ojos del amor también puede cambiar después de nacer, por lo general, para el final del primero año de vida se fija el color de los ojos; el cordón umbilical se cae en un periodo de 5 a 10 días y aparece el ombligo. 

Es bueno saber que hay reflejos especiales que duran sólo unos meses,  cuáles son estos reflejos para que no se asusten cuando los vean: Reflejo de Moro o de sobresalto, este reflejo ocurre cuando la cabecita cambia de posición rápidamente, cuando se cae hacia atrás o cuando el bebé se asusta debido a un ruido fuerte. El bebé reacciona extendiendo los brazos y las piernas y estirando el cuello. Luego, une los brazos rápidamente. Puede que llore cuando lo hace. Este reflejo debe desaparecer después de dos meses. Reflejo de búsqueda, es el reflejo que usa el bebé para buscar el pecho de su madre, si se le toca suavemente la mejilla del bebé con el dedo, el bebé volteará la cabeza hacia su dedo. Esto dura de tres a cuatro meses. Reflejo de prensión. El bebé agarra cualquier cosa que se le ponga en la palma de la mano y aprieta el puño, a los hermanitos mayores les encanta ponerles el dedo para que se lo apriete, este reflejo desaparece al cabo de cinco o seis meses. Reflejo de marcha, si se sostiene al bebé por debajo de las axilas y lo mantiene parado sobre una superficie dura, dará pasitos en el aire, esto sucede aunque todavía falte mucho para que aprenda a pararse y a caminar. En la primera visita al doctor que se hace una o dos semanas después del nacimiento, el médico le examina la cabeza, los ojos, los oídos, el corazón, los pulmones y las otras partes del cuerpo, se le mide la estatura, el tamaño de la cabeza y lo pesan.

El papito, es importante en el cuidado del bebé, el bebé lo necesita, y la mamita necesita que el papito le ayude con muchas de las responsabilidades involucradas en el cuidado de su princesa, además aquí se empiezan a fortalecer los lazos de unión padre-hija; y el bebé se siente seguro y contento, a algunos papitos les da como miedito cargar los bebés, pero nada el instinto y el cariño vuelven unos expertos a los progenitores. El recién nacido necesita que lo carguen, lo acaricien, que le sonrían, le hablen y le canten, por supuesto que le cambien lo pañales, lo aseen, le den su leche ojala materna, y claro también que le den paseitos al aire libre, cortos a lugares tranquilos, incluso hay que jugarles, no al fútbol precisamente pero sin hacerle por ejemplo: cu-cu y esconderse e inmediatamente aparecer otra vez con cu-cu.

Las mamitas también necesitan mimos, cariñitos porque ellas sufren una depresión pos parto, y es porque su cuerpo pasa por muchos cambios durante el embarazo. Puede que se sienta desanimada o tensa, o que tenga ganas de llorar por cosas insignificantes que normalmente ni la molestarían, pero tranquilas mamitas que esto desaparece, no es para siempre.

Volviendo a las princesas y  a sus cuidados, siempre hay que asegurarse de que estén  a salvo mientras duermen, la mayoría de los bebés son sanos y no tienen ningún problema mientras duermen; se recomienda que los bebés duerman boca arriba, salvo alguna instrucción precisa del pediatra, lo mejor es siempre acostar al bebé boca arriba para dormir. Amamantar el bebé, pues la leche materna protege al bebé contra muchas enfermedades, incluso contra el SMSI. Creo que sobra decirlo pero toca, el bebé debe estar en un  espacio  libre de humo, por ningún motivo nadie debe fumar donde hay un bebé de cualquier edad, los bebés que viven en casas donde nadie fuma tienen menos catarros e infecciones.

Cuando lleguen las princesas a la casa los papitos quisieran tenerlas enfrente suyo todo el tiempo, y es bueno pero las preciosas y hermosas , deben acostumbre a dormir solas  en la cuna, primero en el cuarto de los papitos y luego en su cuarto, hay que asegurarse de oírlas  si lloran  o tienen  algún problema, el colchón debe ser firme, por ningún motivo acostarlas en superficies blandas o acolchonadas, como una almohada, una colcha o una cama de agua y sacar los peluches de la cuna; deben estar abrigadas  pero jamás acaloradas, las mamitas les encanta ponerles sacos, cobijas, y si usa aire acondicionado evitar el frío excesivo.

Obviamente hablar de recién nacidos implica hacer publicidad a la leche materna que es el alimento perfecto para el bebé, es el único alimento que necesita durante los primeros seis meses de vida, por lo general, un bebé amamantado no necesita tomar agua, sin embargo, se le puede dar agua si hace calor, sin agregar azúcar mucho menos darle refrescos artificiales; los bebés amamantados se enferman menos y generalmente tienen menos alergias, se dice que: ¡Hasta pueden ser más inteligentes! Además, parece que amamantar protege a la mamita de ciertos problemas de salud, amamantar la mejor opción y no cuesta nada, se evita la esterilización de biberones y chupos, lo que deja tiempo libre para hacer otras cosas. Amamantar incluso puede ayudarle a bajar un poco el peso que aumentó la mamita durante el embarazo. Amamantar una experiencia agradable e inigualable tanto para la mamita como para el bebé. Y otra cosita, darle de comer con frecuencia no es solamente mimarlo, hay que estar más consciente de las necesidades del bebé, el tiempo de alimentación no tiene límites, ellos como los adultos, necesitan diferentes cantidades de comida a diferentes horas del día, de manera mamitas que relax y a  disfrutar! En lo posible o mejor dicho no dejar llorar el bebé para amantarlo o alimentarlo, es posible que le duelan los pezones a las mamitas, es cuestión de encontrar la postura más cómoda para el binomio de oro, mamá-bebé, sí, se está fuera de casa lo mejor es poner un chal suave para amamantarlo. Obviamente la mamita que amamanta debe alimentarse equilibradamente, tomar muchos líquidos. Si sale de la casa con el bebé, todavía puede amamantarlo. 

Es importante que la mamita coma suficientes alimentos altamente nutritivos y que tome suficiente agua. No debe tomar medicamentos si está amamantando al bebé, a menos que el doctor le diga específicamente que lo haga. Para el recién nacido la hora de alimentarse es la hora de intimidar con la mamita, ya sea seno o tetero, es un momento mágico para el conocimiento de la ternura y el derroche de dulzura del bebé, y en él empieza a crearse la confianza y seguridad. Los recién nacidos se comunican con el llanto, cuando lloran es porque necesita algo; lo primero es darle de comer, si rechaza el alimento explorar sus cuerpo, y si el llanto persiste consultar al pediatra, con el tiempo, los papitos aprenden a distinguir la clase de llanto que experimenta su bebé. Un recién nacido necesita que lo cuiden, lo aman, estar calientito, limpio, necesita que se le respete su tiempo de sueño, cambiarle el pañal; que siempre debe tener unas condiciones de asepsia mínimas, mantenerlo limpio le evita el salpullido y quemaduras inoficiosas. Hablando de respeto hacia el bebé las visitas deben ser cortan y evitar ser cargado por todas las personas que lo quieren conocer, definitivamente el bebé necesita tranquilidad y asepsia, que pena con la visita pero un saludo cortito es más que suficiente.

Cuando llega el recién nacido empieza a elaborarse el álbum de los recuerdos, es agradable tomar nota, consignar fotografías, videos de esta maravillosa etapa. Una constancia de que la “princesas” fueron  recibidas  con amor, y cariño; me había olvidado del cerebro que empieza a crecer desde su nacimiento, que de alguna manera depende de, la herencia, la salud, la nutrición, la manera como se desarrolla el cerebro del bebé depende, en parte, de lo que hacen y dicen los papitos, frente al hijito. Por eso, el bebé necesita estímulo y juego, necesita saber que lo aman, y así de pequeñito está presto a explorar y aprender, escuchan el lenguaje, experimentan con juguetes u objetos, saben que hay gente que los quiere y les presta atención, hacer estas actividades, no está simplemente divertirse con el bebé, es ayudarlo el desarrollo del cerebro.

Sonreírle a las princesas, acariciarlas,  hablarles, lo más que se pueda, mientras comen, cuando se cambian de  pañal o cuando se bañan, es la mejor forma de educarlas  para la felicidad desde su nacimiento, es darle caricias, susurros de amor, melodías de ternura, abrazarlas  con ilusión, abrigarlas con la manta de los dulces sueños, es disfrutarlas!


Bueno una vez más Caricias Calientitas da la bienvenida a un mundo lleno de amor a María José y la sobrinita primogénita de Andrés Q.E.P.D. le sdesea a sus familias que la dulce espera culmine con alegría, amor desbordante, respeto y seguro que desde ya están sembrando para la Felicidad!

Con Caricias Calientitas

Pd:


Oración judía por un hijo recién nacido.

Nos honra el impresionante poder de este momento.
De nuestras vidas nos has traído la vida.
A través de nuestro amor, has dado forma a un hijo del amor.
Que nuestro hijo sea una bendición para todos los que se encuentre.
Y que él nos cuente entre sus bendiciones también.



miércoles, 11 de julio de 2012

NIÑOS FELICES

INTELECTO PARA LA FELICIDAD 
Educar, sentimientos e Inteligencia emocional de alguna manera resulta curioso, la pregunta es, ¿qué nos hace felices?, es la forma en la que se perciben las situaciones de cualquier índole. Pensar en un chico, en un hijo, al que normalmente todo lo que desea y quiere lo tiene rápidamente, pues los papitos están a su merced, hay que decirlo le costará mucho llegar a ser feliz, pues nunca tiene oportunidad de luchar y menos de solucionar problemas. 

Y bueno volviendo al tema, será que se puede educar para la felicidad desde la inteligencia emocional? Claro que se puede es un deber, los papitos están obligados, comprometidos a que sus hijos crezcan con un equilibrio emocional. Por eso está bien este concepto inventado no hace mucho: “inteligencia emocional”. Porque para potencializar sanos sentimientos, felicidad es necesario desarrollar habilidades y destrezas para la vida, y ojo hay que empezar por la vida propia porque es imposible dar de lo que no se tiene. 

Es mejor educar para la felicidad que forjar grandes profesionales sin sentimientos de bondad, compasión, respeto. Y los papitos se dicen, después llegará el momento, pues tengo para decirles que la inteligencia emocional se estimula desde la gestación de manera que ánimo y a recuperar el tiempo perdido, ya que es un proceso de madurez, y ahí siempre hay cosas que se pueden hacer para mejorarlo. La escuela está para cultivar la inteligencia de conocimientos y las normas de educación. Pero no hay asignatura ni profesor con el suficiente tiempo y empatía como para ver a cada alumno, individualmente, y enseñarle a orientar sus sentimientos. O lo hacen los papitos, o los chicos tendrán que crecer en este aspecto como buenamente puedan. Madurar sentimentalmente significa tener capacidad para entender a los demás, darle a los problemas la importancia que tienen (ni más ni menos), no hacer una montaña de defectos personales, y mucho menos, de los demás, … en una palabra: se trata de orientar la atención de una forma sana. Los niños, en esto, son un torbellino de sorpresas.

El mundo, tanto el de fuera como el interno, es nuevo, hay que descubrirlo, y para ello, pueden quedarse mirando las cosas más pequeñas durante horas, ya sea una hormiga roja transportando una miga de pan, o un sentimiento de rencor por un compañero que le acaba de quitar la pelota, por ejemplo, le quitaron su juguete preferido, y eso sí le lleva a sentir un cierto rencor y si nadie lo orienta se queda en ese sentimiento, que además desencadena la fea y horrorosa envidia… Los pequeños en su cabecita van almacenando ciertos comportamientos y conclusiones desequilibradas que le llevarán a tener una mala relación con sus sentimientos. Por eso los papitos tienen que estar ahí, observarle y escucharle atentamente para advertir si están echando en él raíces esos hábitos que, una vez crecidos, lo van a llevar a la empatía, la humildad y la paciencia o, en cambio, empieza a repetir respuestas que no le hacen ningún bien. Para potencializar la inteligencia emocional, los papitos pueden hacerse varias preguntas: -¿Qué cosas hace el niño cuando se enoja? Estos berrinches, ¿son frecuentes o no? -Si el niño no tiene algo que desea, ¿cómo reacciona? ¿Se pone impaciente, o cada vez acepta mejor que no puede tenerlo todo? -Cuando tiene un problema, ¿se calla, viene inmediatamente a contarlo, o se calla y cambia su forma de actuar? A todo esto, el pequeño, ¿tiene épocas en las que está más callado? ¿Qué tipo de preocupaciones le llevan a ello? - Le han visto jugar con otros niños de su edad. ¿Qué pasa cuando hay una discusión? ¿Cómo se porta? ¿Es el que más levanta la voz? Hay que tener presente que la clave de todo este proceso es siempre observar al niño, estar lo suficientemente cerca de él como para redirigirle cuando tiene un pensamiento equivocado. Para hacerlo, hay que estar a su lado y verle con sinceridad y honestidad, sin ignorar sus fallos, sin creer ni que “la culpa es de los demás” ni que “es que siempre te pasan a ti las cosas”. 

El equilibrio emocional no se enseña: se transmite, tenía que salir el ejemplo que es el mejor maestro. Por lo que, el primer paso, está en los papitos, en saber dirigir a una forma de actuar y sentir equilibrada. Ojo tampoco excederse en estar a su lado cual policía, supervisor... se trata de dar respuestas oportunas a las preguntas planteadas más arriba. Y es que, para cuidar bien a un niño, primero hay que cuidarse bien uno mismo. ¡Ánimo! Los niños pequeños se entregan totalmente a su entorno físico; absorben el mundo sobre todo a través de sus sentidos y responden con el modo más activo de aprendizaje y conocimiento: la imitación. 
La imitación es la capacidad de identificarse con el entorno a través de la voluntad activa: la acción y el hacer. Todo, amor, alegría, odio, inteligencia, por eso el tono de voz, el contacto físico, los gestos corporales, la luz, la oscuridad, el color, la armonía, y la desarmonía, son influencias absorbidas por el organismo físico, todavía muy maleable, y afectan al cuerpo y la inteligencia emocional para toda la vida. Los educadores para la felicidad, docentes, jardineras, abuelitas, tías, madrinas, en fin todos los adultos que comparten con el niño desde su nacimiento tienen la responsabilidad de crear un entorno que sea digno de esta imitación incondicional del niño. El entorno debe ofrecer al niño amplias oportunidades para la imitación plena de sentido y para el juego creativo. Esto apoya al niño en la actividad central de estos primeros años: el desarrollo de su organismo físico. Desviar las energías del niño de esta tarea fundamental para atender exigencias intelectuales prematuras le roba al niño la salud y vitalidad para su vida posterior. En últimas, debilita las mismas capacidades de juicio e inteligencia práctica que el maestro quiere fomentar. 

En el jardín, los niños juegan a cocinar; se disfrazan y se vuelven madres y padres, reyes y reinas; cantan, pintan y dibujan, juegan a imitar los oficios de los adultos; a través de canciones y poemas aprenden a disfrutar el idioma; aprenden a jugar juntos, escuchan historias, ven obras de títeres, hacen pan, preparan sopa y ensaladas de frutas, modelan con plastilina y construyen casas a partir de telas y cajas. Involucrarse en forma total en este tipo de trabajos es la mejor preparación del niño para la vida. Desarrolla las capacidades de concentración, el interés, y el amor por aprender. La inteligencia es la capacidad para resolver problemas nuevos, para Piaget, científico del desarrollo infantil, es la capacidad de adaptarse al medio. 

El desarrollo de la inteligencia comprende una serie de estadios y cada uno supone un avance respecto del anterior: Al nacer, el niño cuenta con sentidos y reflejos que hace uso de manera automática, no voluntaria y son los principales elementos que utilizará para adaptarse a su ambiente. Posteriormente gracias al uso de sus sentidos, es capaz de atender a un objeto, sus acciones pasan de ser simples reflejos a acciones voluntarias orientadas por los estímulos externos. Finalizando el primer año de vida, se convierte en un pequeño explorador, ahora buscará nuevas estrategias o medios para magnificar su espíritu investigativo, o resolver un problema. Así por ejemplo, para conseguir su juguete será capaz de utilizar algún instrumento para atraerlo o jalar la tela sobre la que está colocado y cogerlo. Esta inteligencia práctica, parte de la etapa sensorio-motora, llega a su máxima evolución entre los 18 y 24 meses. A los 2 años, dice Piaget, el pensamiento simbólico es la clave para la inteligencia verdadera. Permite que los niños formen sus propias ideas y usen su imaginación. Antes necesitaban tener un objeto concreto como una pelota frente a ellos para demostrar que querían jugar, pero ahora pueden imaginarla y usar un símbolo como la palabra “pelota” para describir lo que quieren hacer. 

Entre los 3 y 6 años su pensamiento está cada vez más desarrollado en relación con el desarrollo de su lenguaje, se encuentra atravesando el periodo pre-operatorio, ahora puede asociar imágenes, objetos, acciones y palabras. Se interesa por aspectos de la vida cotidiana, sus juegos principales son hablar por teléfono, peinarse, jugar a la comida. Comienza además a clasificar y seriar objetos según su forma y color, establecer categorías y de esta forma sentar las bases para el aprendizaje de conceptos matemáticos. La inteligencia emocional supera de manera desbordada el conocimiento académico, pues sin ella el niño estará en el lugar equivocado siempre. La inteligencia emocional se estimula con sentimientos o ejemplos de actitudes amables, tiernas, dulces, justas, alegres, sin descartar obstáculos que serán superados en ocasiones con ayuda de los papitos pero en lo posible en la medida proporcional a la edad hay que dejarlos que intenten sus propios métodos, siempre y cuando no sean agresivos, ni representes niveles de frustración. La inteligencia emocional se alimenta con un lenguaje amoroso y positivo, las preguntas absurdas estimulan la creatividad que es un detonante fantástico para la inteligencia emocional.

Con Caricias Calientitas

lunes, 2 de julio de 2012


CON FRATERNIDADES PARA LA FELICIDAD

Los pequeños con frecuencia pelean por su derecho a ser reconocidos. Es una constante lucha de rivalidad “inocente” que se da entre hermanos y compañeritos de clase, vecinos, primitos;  esto lo hacen con el fin de demostrar a los demás y a ellos mismos su sentido de pertenencia, su territorialidad y sus capacidades. Los papitos normalmente reaccionan enojados y a toda costa tratan de imponer su autoridad; creyendo erróneamente que así calman la situación.

Si los papitos buscan las causas que provocan las peleas entre los niños, con seguridad solo se verán abocados a un cansancio agotador; ya que los pequeños no poseen madurez para entender que en la vida no se trata de competir, ni quién es mejor en algo, simplemente de tratar de hacer las cosas bien y vivir en armonía con los demás. Los niños pelean por cosas simples cómo: el control de la televisión, la ventana del auto, ropa, zapatos, notas del colegio, regalos diferentes que les dan, juguetes, quién toca el botón del ascensor, la luz de la habitación, los deportes, etcétera. En si son cosas triviales que pueden convertirse en largas horas de llanto para ellos.

Lo primero es tener normas claras con antelación, por ejemplo “sales a jugar” y te portas bien sin pelear…porque a la primera pelea, te entras…. la norma debe ser verificada que le quede clara al niño, luego escuchar argumentos, si el chico cae en una rabieta ni modo cumplir la norma establecida es prioritario, la paciencia es vital, pues si el adulto la deja perder, todos pierden… Un niño inquieto y de mal genio, en cualquier momento va a estallar. Los papitos deben arreglar esos pequeños problemas de carácter que más adelante pueden ser peor. Las rabietas y peleas deben arreglarse uno a uno, para poder escuchar las diferentes versiones de los protagonistas. Y posteriormente se el niño agresor pedir una disculpa, aceptar la culpa es necesario para que los chicos aprendan a controlar su carácter, y el otro a ejercitar el perdón.

Es un grave error castigar a los chicos “peleones”, mandándolos a estudiar, los castigos deben estar asociados a gustos que no interfieran con las necesidades básicas del pequeño, ejemplo no ver más tele. Hay que aceptar que las peleas existen y que los papitos no las lograrán extinguir directamente, menos aún con gritos y castigos. Confiar en que es posible encausar las peleas y hacerlo pronto, pues lo peor sería que los hermanos se acostumbren a esta forma violenta de dirimir sus diferencias. Entender que aunque las pelas son “normales”, eso no significa que esta situación deba ser admitida. En resumen, calma, lucidez y claridad cuando empiezan los gritos y puñetazos de: “él me hizo y yo no.”

Durante la primera infancia la causa más común de las pelas son los juguetes, y por favor los papitos no deben alentar las peleas con insinuaciones como: “si te pegan, pega tú el doble”, violencia solo genera más violencia; algunos niños son premiados involuntariamente por su comportamiento agresivo. Por ejemplo, puede que un niño empuje a otro niño, tirándolo al piso y quitándole su juguete. Si el otro niño llora y se aleja, el niño agresivo se siente victorioso ya que consiguió el juguete. Es importante identificar si este patrón está ocurriendo en los niños agresivos. Cuando las peleas son frecuentes, esto puede ser una señal de que el niño tiene otros problemas. Por ejemplo, puede estar triste o alterado, tener problemas controlando el coraje, haber sido testigo de violencia o haber sido la víctima de abuso en el cuidado diurno, en la escuela o en el hogar. Las investigaciones han demostrado que los niños que son físicamente agresivos a temprana edad tienen la tendencia a continuar dicho comportamiento cuando son mayores. Los estudios también han demostrado que los niños que son expuestos a la violencia y la agresión repetidamente a través de la televisión, los videos y las películas, actúan de manera más agresiva. Si un niño pequeño tiene problemas persistentes con la acción de pelear y de morder o exhibe un comportamiento agresivo, los papitos deben buscar la ayuda profesional de un psiquiatra de niños y adolescentes o de otro profesional de la salud mental que se especialice en la evaluación y tratamiento de los problemas del comportamiento en los niños pequeños. Nuevamente aquí hay que traer a colación al ejemplo como el mejor maestro, un chico que vive en un ambiente donde todo se soluciona a los gritos y está continuamente expuesto a peleas verbales agresivas entre sus papitos y adultos, inevitablemente será un chico agresivo. En la primera infancia son frecuente las peleas entre hermanitos, esto muchas veces llega a preocupar a los papitos, si bien es cierto lo más saludable debería ser evitar las peleas, no se puede negar que éstas forman parte de la vida de los niños. La intervención temprana es mucho más efectiva. No hay que esperar a que el niño empiece a mostrar un comportamiento más agresivo. Hay que mediar tan pronto se observe que el niño se siente frustrado o que se está alterando.

Cuando los niños pequeños pelean a menudo, la “supervisión” debe ser más cercana. Si el niño le pega a otro niño, de inmediato separe los dos niños. Luego trate de consolar y atender al niño que ha sido golpeado, e inmediatamente acuda a las normas establecidas. Al bebé que comienza a caminar (de 1 a 2 años) hay que decirle: "NO SE PEGA, DUELE CUANDO PEGAS". Al niño pequeño (de 2 a 3 años) SE LE DICE: "YO SÉ QUE ESTAS ENOJADO, PERO NO PEGUES. CUANDO PEGAS DUELE" Esto comienza a enseñarle la empatía hacia otros niños. Además cuando se está ya en calma se le puede preguntar, si a él le gustaría que le hicieran eso, pegar por ejemplo, jamás por ningún motivo solucionar con más golpes la pelea. Esto le enseña al niño a usar comportamiento agresivo.

Los papitos no deben ignorar o menospreciar las peleas entre niños cualquiera que sea su relación, hermanos, compañeritos, vecinos, amiguitos, en fin. Hay que enseñarles con una gran dosis de dulzura que la agresión no es la forma correcta para conseguir lo que uno quiere. Por ejemplo: imaginemos el caso de dos niños, uno de 6 y otro de 4 años de edad. El mayor está jugando con una pelota hasta que el más pequeño aparece para quitársela. Y ahí se forman peleas y gritería. El pequeño grita y patalea porque quiere la pelota. Interviene los adultos y exigen que el mayor conceda la pelota al más pequeño. Con eso se estará reforzando de una manera positiva a que el pequeño siempre patalee y grite para conseguir lo que quiere. Entonces una solución prudente es guardar la pelota, ni para el uno ni para el otro.

Frente a las peleas entre chicos, el papel de los papitos es fundamental, ya que un adecuado manejo por parte de ellos puede facilitar que los niños aprendan a resolver sus propios problemas por sí solos, a compartir, a encontrar soluciones y a comprender que a veces se gana y en otras ocasiones se pierde. Ante cualquier circunstancia, lo importante es explicarles con anterioridad las reglas que todos deben seguir y que si no se cumplen habrá consecuencias. Los especialistas consideran que las peleas tienen causales diferentes como: La necesidad de ser queridos; esto hace que los niños quieran tener la atención de los papitos o adultos a cargo; en estos casos el hermano es visto como un competidor respecto al amor de sus progenitores y es común que imaginen que quieren más al otro, por esta razón se debe evitar ponerse de lado de uno de ellos en el momento de la peleas. Cuando no desean compartir: los niños comúnmente pelean por un juguete o cuando el otro chico coge algo que le pertenece, lo que más les importa es competir y posesionarse de lo que consideran suyo. Cuando sienten que existen preferencias por alguno en el caso de hermanitos, compañeritos, primitos, hay que ser equitativos en la atención que se les presta, en estos casos las correcciones y castigos deben ser parejos; hay que evitar que los chicos piensen en que hay un “preferido”, por tanto es probable que exista mayor rivalidad entre ambos. Algún cambio en su entorno, un conflicto en el ambiente familiar o en la escuela puede generar estrés en los niños y propiciar este tipo de conductas.

Caricias Calientitas recomienda incentivar, motivar a los hijos únicos como a los hermanitos a que aprendan a resolver sus conflictos por sí solos y sólo intervenir en casos extremos. Conversar con ellos, con dulzura, amabilidad y mucha claridad cuando los niños no llegan a solucionar el conflicto, hay que escucharlos para que puedan calmarse y reflexionar sobre lo sucedido, si es necesario hacer que estén separados por un momento para evitar que continúen peleando y puedan calmarse. Las comparaciones son odiosas, como por ejemplo “entiende, él es más chiquito…”; esto sólo aumenta la rivalidad entre ellos y la rabia, igual plantear situaciones hipotéticas que esto le sucede a los niños desobedientes… al grano, la situación real es la que necesita solución… Felicitarlos cuando no peleen, elogiar a ambos cuando compartan o solucionen sus conflictos, esto hará que las conductas adecuadas se repitan. Enseñar con “EJEMPLO” que pelear no es la solución, por ejemplo si la pelea es por algún objeto específico o un juguete, el niño debe darse cuenta que el pelear sólo ocasionará perderlo. En este caso la intervención de los papitos o el adulto a cargo, es decisiva ya que deben establecer las normas o consecuencias de las conductas inadecuadas de los niños, y  siempre cumplirlas. Aunque suene repetitivo hay que enseñarles con el ejemplo, es obvio que si el niño observa peleas entre los papitos, seguirá este modelo, pues creerá que es la única forma de resolver los problemas.

Con Caricias Calientitas