domingo, 29 de junio de 2014

PAPITOS PARA LA FELICIDAD

Los “papitos” son capaces de curar el peor catarro con un beso, espantar a los fantasmas de las pesadillas con un abrazo y batir en duelo a los más fieros monstruos. El papito es un verdadero héroe para sus hijos; los niños con papitos comprometidos en su estimulación  desde  el  vientre y educación, se caracterizan por una mayor capacidad cognitiva, mayor empatía, creencias sexuales menos estereotipadas y mejor capacidad de autocontrol. Son papitos con sentimientos y conductas responsables respecto del hijo. Emocionalmente están implicados, físicamente son accesibles, y ofrecen apoyo material para sustentar las necesidades del niño, y por su puesto influencias las decisiones relativas a la crianza del hijo.

Un factor fundamental para exponer las particularidades de los papitos comprometidos en la educación para felicidad, es el contexto familiar en que crecen los chicos, por ejemplo la mamita aparece mas relajada, los papitos proporcionan y posibilitan mayor cercanía con los hijos, y las mamitas pueden asumir una libertad responsable para alcanzar metas profesionales manteniendo un adecuado grado de cercanía en la relación con sus hijos. Un alto nivel de compromiso paterno genera un contexto familiar en que tanto el papito como la mamita se sienten satisfechos con su matrimonio y con los acuerdos acerca de la crianza infantil a que han llegado.

La paternidad está comprometida  desde  la  concepción  y  se ve influenciada
por tres aspectos: motivación, habilidad y auto confianza. La motivación es importante, aunque por sí sola no asegura un compromiso paterno y bueno se podría mencionar también un cuarto factor, también determinante, que se refiere al apoyo que la mamita brinda al papito para que se comprometa dentro de la familia. Obviamente las prácticas laborales del papito, afectan seriamente el compromiso paterno.

Los bebés de tan sólo unas semanas de vida tienen la capacidad de distinguir al papito de la mamita, y si bien no se puede afirmar que esta capacidad sea importante para la supervivencia, sí se puede inferir que tiene un valor para su desarrollo pleno,  desde  el  vientre  pueden  distinguir   la voz del papito y mamita. Ya a las ocho semanas se aprecia que, al acercarse la mamita, los recién nacidos responden con un ritmo cardíaco y respiratorio más lento, aflojan los hombros y bajan los párpados; en cambio, cuando se acerca el papito, se les acelera el ritmo cardíaco y respiratorio, tensan los hombros, abren los ojos y se les vuelven más brillantes. Ahora bien, si los niños desde la  gestación  están equipados para descubrir al papito y diferenciarlo de la mamita, implica que la conexión con aquél es necesaria e importante para su desarrollo. 

Los niños que han tenido un buen papito desde  el  embarazo, son más seguros en la exploración del mundo que les rodea, son más curiosos y menos dubitativos frente a los nuevos estímulos. Y en el momento de ingresar a la escuela, están más preparados, tienen mayor tolerancia a la tensión y la frustración, están más capacitados para esperar su turno, mantienen suficiente interés en su trabajo y confianza en sus propias capacidades y habilidades para trabajar solos hasta que la profesora los pueda ayudar. Y si los papitos les leen a sus hijos es un factor determinante para predecir muchas de las habilidades cognitivas, especialmente verbales, de los niños, lo que no se da igual tratándose de la mamita, el coeficiente intelectual es más alto al cuidado paterno. Las explicaciones para estas afirmaciones se basan en que la preferencia del papito por apoyar las conductas de búsqueda de novedades, combinado con la tendencia a enriquecer las actividades más rutinarias y pasivas de los hijos le entregan un fuerte papel de apoyo en la capacidad percibida en el niño para resolver problemas y adaptarse, capacidades necesarias para el éxito y la felicidad en la escuela y posteriormente en el trabajo.

En otros campos del desarrollo de la personalidad los estudios revelan cuán significativa es la presencia del papito con sus capacidades parentales propias; psicólogos, psiquiatras y educadores manifiestan persistentemente que la preocupación por empatía por los otros, el autocontrol, una alta sensibilidad moral e incluso el desarrollo físico están determinados en un nivel importante por el compromiso paternal en la crianza y educación. No sólo existen efectos directos de la paternidad comprometida en el desarrollo infantil, también hay efectos indirectos, que pueden ser tanto o más importantes que los otros. Es así como se observa que los papitos desempeñan en sus familias un número significativo de roles –compañeros, proveedores, esposos, protectores, modelos, guías morales, profesores, proveedores de cuidado— cuya importancia relativa varía de acuerdo a la época histórica y grupos culturales. Claramente el rol de proveedor es un componente clave del rol de padre en la mayoría de los segmentos sociales de nuestra cultura. Aun en la gran mayoría de las familias en que ambos padres trabajan, el papito es visto como el proveedor primario. El soporte económico de la familia constituye un modo indirecto pero importantísimo a través del cual los papitos contribuyen a la crianza y salud emocional de sus hijos.

Un segundo aspecto indirecto fundamental se desprende del rol del papito como fuente de apoyo emocional para otras personas distintas del hijo, principalmente de la mamita involucrada en el cuidado directo del niño, el papito puede ayudar a mejorar la calidad de la relación materno-infantil, y por ende a facilitar la adaptación positiva del niño. Si la mamita siente el compromiso paternal con sus hijos, ella está más dispuesta en su rol de madre y se siente más satisfecha.

Si bien existen patrones de comportamiento diferentes en las mujeres y los hombres, que ayudan a la diversidad en la estimulación de los hijos, las dimensiones importantes de la influencia del papito y la mamita son aquellas que tienen que ver con las características parentales, que se refieren en gran medida al compromiso y responsabilidad con que se ejercen ambos roles. Las características individuales de los papitos, tales como masculinidad, intelecto, y aun su calidez, son menos relevantes, formativamente hablando, que las características de la relación que han establecido con sus niños.

La ausencia de hostilidad familiar es un factor consistente de adaptación infantil, mientras que tristemente el conflicto conyugal es un elemento más consistente y confiable del desajuste infantil. Todos estos factores subyacen al hecho de que los papitos juegan múltiples roles y que el éxito en cada uno de ellos afecta el desarrollo y adaptación de sus hijos. Los papitos tienen efectos beneficiosos en sus niños cuando tienen relaciones nutritivas y moderadoras con ellos así como también con sus hermanos, cuando son competentes y se sienten satisfechos como proveedores, cuando son parejas exitosas, donde cada uno tiene su espacio dentro de la formación de los hijos. Así las cosas, la naturaleza de la influencia paterna puede variar sustancialmente dependiendo de los valores individuales y culturales. No existe un rol paterno único al cual todos los papitos deben aspirar. Lo que sí está claro es que, sea cual sea el rol que asuma el papito en este contexto, su influencia y presencia es fundamental. Hoy en día los hombres se involucran cada vez más en el cuidado y la educación de los hijos. Ya se superaron los tiempos en los que los papitos no sabían lo que era darle de comer a sus hijos, ni de casualidad bañaban al bebé, ni mucho menos cambiaban un pañal. Cada vez más, los hombres se están comprometiendo en la tarea de ser padres. Aunque son poco valorados. No cuentan con el reconocimiento de la sociedad, ni de otros hombres, ni de otras mujeres. Es un nuevo grupo de papitos que, aunque aún es una minoría, se implica en buena medida en la crianza de sus hijos. Asisten a clases prenatales, están presentes en el parto, asumen su papel a la hora de los cuidados infantiles y juegan con los menores.

De cualquier forma, hoy una felicitación especial para todos los papitos comprometidos, un deseo ferviente porque la vida bendiga todo lo que ven, a sus esposas, hijos y sus trabajos! Y que se les reconozca socialmente su ternura y dulzura!

Con Caricias Calientitas

viernes, 20 de junio de 2014

ALZADAS PARA LA FELICIDAD

Los bebés en brazos son bebés mas felices. Al menos lloran menos, se quejan menos, comen más fácilmente al tener acceso al pecho y duermen sin problemas. Hay quien hasta señala que los cólicos son menos frecuentes. En realidad es su sitio natural y en que se sienten cómodos y seguros. Lloran menos, comen mejor, estan más relajados y duermen mejor. Sus padres también se relajan. Para hacer esto más sencillo hay muchos tipos de portabebés que pueden ayudar. Realmente cuando se habla de "brazos" se quiere dar a entender que tambien es compañía, es hablarle es acariciarlo...

Los bebés nacen para ser llevados en brazos y así ha sido siempre, hasta que han inventado los "cargadores", coches, y demás artilugios de nuestro mundo consumista, que, usados cuando son precisos pueden hacer más sencillas algunas actividades, pero que en exceso interfieren en el contacto con el niño y a la larga, dan más complicaciones que facilidades. Los bebés, como parte de su desarrollo natural, pasan una fase en la que su lugar son los brazos de su madre. Y tanto para su desarrollo intelectual y físico, como para los aspectos afectivos, el mantener esta fase lo más autenticamente posible, tiene enormes beneficios en cuanto a felicidad se refiere. Sin asustarse los bebés van creciendo.. y si los brazos son confianza, amor, alegría.. los bebés serán mas idependientes. Jean Liedloff, autora de “El concepto de Continuum”. 

Tras observar durante años a los bebés de una tribu sudamericana de los
Yecuana, terminó de dar forma a sus impresiones previas: los bebés necesitan estar en brazos y es una fase de su desarrollo imprescindible y que hay que respetar. La Fase en Brazos comienza cuando el niño nace y succiona hasta el pezón de su madre y termina cuando comienza a separarse voluntariamente de ella y su cuerpo para comenzar sus exploraciones, desplazándose por si mismo, ven es sencillo y dulce, porque crecen tan rapido...Los bebés se siente mejor en brazos, se relajan, comen o duermen sin interferir con la vida adulta, observan, rien, interactuan con los demás. No se ponen tiesos y rígidos como los niños a los que ponemos, con tanto cuidado, en su cunita y saltan disparados como si tuviera pinchos. Los niños, contentos en brazos, nos demuestran que les estamos dando lo que necesitan: contacto físico, seguridad, apego, alimento, amor, ternura y calor.

Todo en nosotros, los humanos, está diseñado para que nuestros bebés sobrevivan si los tomamos en brazos y mueran si los dejamos en el suelo. Ellos lo sienten así, y se sienten seguros si seguimos su instinto y el nuestro en vez de escuchar esa sarta de consejos absurdos que nos impelen a dejar a los bebés sin brazos y sin cuerpo al que abrazar a todas horas, como desean y necesitan para sentirse bien. Los bebés desean estar en brazos porque lo necesitan. 

A lo largo de la Historia de la Humanidad, y también hoy en día, hay muchas culturas que han diseñado ayudas para portar al bebé de forma más cómoda y que, además, permiten que la mujer se integre en la vida normal del hogar, la calle y hasta el trabajo (al menos donde se lo permitan). Pueden jugar con otro hijo y dar un paseo por el campo, al menos eso, sin tener que acarrear un pesado coche. Para el papá también son muy útiles. El niño, en el portabebé, si no tiene hambre, se quedará dormido mientras paseas o bailas, muy cerca de tu cuerpo, oliéndote y mirándote, lo que hace que el vínculo emocional entre ambos se fortalezca. 

Educar en Brazos es un mensaje que hace tanto bien para la felicidad de los
pequeños y sus familias, y que, a la larga, incide posiblemente en la salud emocional de todos nosotros. Bebés en brazos, bebés felices. Es tan sencillo darles lo que nos piden, es tan sencillo darles lo que necesitan.

Con Caricias Calientitas...

martes, 17 de junio de 2014

MUNDIAL PARA LA FELICIDAD

El juego un derecho fundamental de los niños, acreditado en la Convención sobre los Derechos del Niño. Y por su puesto el fútbol desempeña un importante papel en la garantía de ese derecho infantil. Es un lenguaje universal de millones de personas en todo el mundo, incluidos niños, niñas y adolescentes, independientemente de dónde sean, el idioma que hablen, o el credo que profesen. Sin embargo los bebés hasta mas o menos los tres años, aun no tienen la capacidad de concentración de 90 minutos frente a una pantalla, y puede resultar mas dañino que benéfico. El balón desde siempre ha sido un elemento común en cualquier cultura; los mas chicos no alcanzan a entender la disciplina del fútbol y mucho menos captan las faltas, de manera que los mas chicos se les debe buscar alternativas de compañía, juego, estimulación, pero por ningún motivo imponerles que sigan dos partidos diarios de fútbol.

Si bien el fútbol es el deporte más popular del mundo y que es mucho más que un juego. Y un estilo de vida, hay que ser cautos con los mas pequeñines, los mas grandecitos, sí los papitos aprovechan encuentran una oportunidad, de adquirir conocimiento geográfico, de colores, razas, banderas, en fin! Las niñas también están conquistando espacios dentro de ese deporte. La afición es cada día más grande.

En la primera infancia, los niños desarrollan condiciones ideales para entrenar la
movilidad. A partir de los 5 años de edad, la mayoría de los niños están preparados para dar sus primeros pasos en el fútbol. Se adaptan mejor a los movimientos y suelen presentar mejor coordinación. Bien controlado y con una adecuada preparación, este deporte puede aportar grandes beneficios: Incrementa la potencia muscular de las piernas, mejora la capacidad cardiovascular, estimula la velocidad de reacción, la coordinación motora, y la visión periférica. Aporta un aumento de la densidad ósea a nivel del fémur, aumenta la potencia del salto, oxigena la sangre; además, el fútbol sociabiliza a los niños, y les ingresa en el gratificante trabajo en equipo. Algunos psicólogos afirman que el fútbol es una buena herramienta para alejar a los más jóvenes de las tentaciones de las drogas, la violencia, y el alcohol.

Como en todos los deportes, existen riesgos de lesiones, como torsiones del tobillo, de la rodilla, esguinces, e incluso fracturas, pero no son motivos para no jugar al fútbol. En las escuelas, suelen preparar a los niños enseñándoles los cuidados que deben tener para evitar estos accidentes. Para que el trabajo fructifique, las escuelas entrenan grupos divididos por las diferentes etapas de edades. A medida que los niños se van superando en los entrenamientos, y van creciendo, pasan al siguiente grupo, y tienen que practicar al fútbol más veces por semana. Por eso mal harían los papitos en poner un chico de 5 años a jugar en un equipo familiar donde todos son adultos, pues la velocidad y fuerza en el balón representa un peligro para el menor. Incluso los chicos especiales encuentran hoy la oportunidad de jugar al fútbol con características particulares, respetando así su ritmo, niños con asma, alergias, down, hiperactividad o sordera, pueden jugar al fútbol, es de resaltar que los chicos invidentes también juegan al fútbol, la pelota tiene una campana, así la ubican y la siguen, en su juego el único que es vidente es el arquero, su practica mejora su relación con los demás, y les dan más seguridad en sí mismos.

Ahora bien, si el fútbol es una herramienta educativa valiosa que puede ayudar a los niños a superar traumas y frustraciones, hay que incluirla con mesura, no vaya a ser que solo jueguen fútbol y las actividades propias de los niños queden rezagadas, hay que tomarlo como una actividad divertida, respetuosa, pero sin exagerar.

Algunos  papitos,  en épocas del mundial descuidan  sus compromisos familiares,
y mas si los chicos son bebés, empiezan los malos ejemplo, comer frente a la tele, la tele se vuelve el miembro mas importante de la familia, los chicos no pueden hablar, muchos menos cantar, en ocasiones los papitos se reúnen con sus amigos para ver el partido, hacer comentarios, y llega el licor para amenizar, pues estos son pésimos ejemplos, la pasión hace que expresen malas palabras, pierdan el control, ojo con el ejemplo, está bien ser fan, pero jamás abandonar las caricias, el jugo, la compañía, el ayudar en las tareas, suena exagerado pero muchos chicos sufren abandono en esta época.

Los papitos pasan a existir pero no están, y lo que es peor aún hay chicos que el fútbol no es su pasión y los papitos les obligan a participar activamente, y esto no es bueno y mucho menos sano. En época del mundial aumenta la tarea de las mamitas, pues los papitos “no se pueden interrumpir”, en otras palabras se acaba la comunicación, a los papitos parece no interesarlos algo diferente al fútbol, y si por extraña circunstancia el chico interrumpe el fútbol con su llanto por una caída, el papito pasa a culpabilizar a la mamita, ¡¡¡qué tal!

Hay que recordar, tener presente que los chicos necesitan modelos de comportamiento controlados y felices, no medio desquiciados, afortunadamente son más los papitos que son padres de verdad y a Caricias Calientitas le encanta que mantengan como prioridad la felicidad familiar. Para esos papitos una súper felicitación en su mes!

Con Caricias Calientitas 

sábado, 7 de junio de 2014

RASTROS PARA LA FELICIDAD

RASTROS  PARA LA  FELICIDAD 

Ahora que estamos incursionando en la espiritualidad de los chicos, saltan preguntas, cuándo comienza la mamita a comunicarse, a conectarse con su bebé? ¿Cómo lo hace? ¿En qué momento? Las respuestas son tan particulares y únicas como cada ser, lo importante es crear un lazo con el bebé, e ir construyendo un vínculo, ir dejando huellas de amor.

El conectarte con el bebé desde el vientre, es una forma de sembrar enlaces de amor, ternura, dulzura, es importante dedicarle tiempo a relacionarse con el bebé. Acariciar la “barriguita”, es una caricia que ellos los bebés perciben, les brinda seguridad, confianza y comodidad; el papito también debe participar de estas caricias pre-natales. Hablarle cantarle, dedicarle tiempo, es tan sencillo. Estas muestras de afecto están imprimiendo una huella en su formación psíquica y emocional. Resulta tierno, simpático, contarle o que esta pasando, no la noticias mundiales, pero si, Tus papitos te estamos esperando con mucho amor, ya tienes ojitos, oyes, ves, cuando llegues vamos a estar mas felices por poder abrazarte, ahora estas en tu casita de agua, los abuelitos.. Y así hablarle! Un ejercicio sencillo es escribirles pequeños cuentos, y leérselos, cantarle, ponerles música, esto durante la gestación hace que la tarea de educar para la felicidad, durante la primera infancia después del nacimiento resulte más fácil.

Después del nacimiento viene la impresión de una huella mas resistente, aparece
la amabilidad, que genera en los chicos y en los bebés, experiencias de satisfacción y energía, se vuelven más cariñosos y agradables y gozan de estabilidad en su ámbito familiar, escolar y social. Varios estudios demuestran que en la edad adulta la amabilidad y la inteligencia son los rasgos más relevantes que se tienen en cuenta a la hora de buscar pareja en cualquier cultura.

El Agradecimiento, desarrolla en los niños y los bebés su actitud de reconocimiento y gratitud hacia las “bendiciones” cotidianas, empiezan a comprender el sentido del regalo, del dar y recibir, también beneficia la estabilidad mental y enriquece su crecimiento en el entorno familiar. Cuando en el medio ambiente hay ejemplo de muestras de respeto por las diferencias, actitudes, tenencias, los chicos experimentan el sentido de pertenencia, que viene de la mano, con la gratitud, la seguridad y la confianza.

Los chicos que desde la primera infancia son educados para la felicidad, hacen una interpretación mas positiva del mundo son más seguros y creen más en sí mismos. Adquieren paulatinamente un mayor control de su mente y las interpretaciones que ésta haga de la realidad son fundamentales para definir la calidad de vida percibida y alcanzar la plena felicidad. Y beneficios a futuro muchos, por ejemplo, valoran las oportunidades y hacen el esfuerzo por aprovecharlas, enfrentas los problemas sin rodeos, son persistentes y responsables, se deprimen menos y tienden a ser enormemente apreciados en sus círculos sociales debido a la empatía y energía que genera esta actitud positiva.

Si bien existen las huellas positivas, también las negativas, como rotular, etiquetear, las etiquetas limitan y perjudican el desarrollo de la identidad de los pequeños, ejemplo, "eres un niño malo e insoportable" o "los niños no lloran, pareces una niña” son expresiones que usan los adultos, cuando los pequeños reiteran sus actitudes y lo grave es que predisponen al niño a moldear su actitud para encajar en este perfil. La mejor manera de desarrollar la felicidad en la infancia es tratarles como si fuesen lo que deberían ser para convertirles en lo que potencialmente pueden ser: jamás rotular con actitudes negativas, esto es como decirle, así tienes que ser, entonces lo que pasa es que los chicos aprenden inconscientemente, así soy yo, mas bien cambiar por frases positivas, como: “eres un chico feliz” “eres juicioso y ordenado”, enrutando al chico a un pensamiento positivo sobre si mismo.

Otro detalle importante es no hacer “dramas” por todo y para todos, me refiero a
los adultos, que se empiliculan y hacen una tormenta en un vaso de agua. Hay que educarlos para que le den a las cosas su justo valor, mejor diferenciarán y aprenderán a distinguir los rasgos realmente importantes de la vida. En ocasiones, se ve como hay papitos y mamitas que arman un drama porque en el pre–escolar a su chico le llamaron la atención porque mordió a otro compañerito, obviamente que no es sano que muerda, pero exageran queriendo hacer notar que el otro le pegó, que esta bien que se defienda, que no se deje, en fin, y lo importante aquí es trabajar la actitud agresiva, pedir disculpas, si al niño se le excusan estas actitudes va a crecer con la actitud de agredir para lograr lo que quiere y así no funciona el mundo.

Está comprobado, que los pequeños son un 49% más felices si consiguen sus objetivos por méritos propios. Los psicólogos utilizan el principio de Restricción de Privilegios (ordenador, móvil), para provocar la reacción de normalización por parte del niño "mimado", que aparece tras reacciones iniciales de pataleta del niño y resistencia de los papitos ante la eliminación de objetos cotidianos, muchos papitos hacen afirmaciones como, "hace mucho tiempo que no veía a mi hijo tan tranquilo." Resulta que desde bebés hasta la adolescencia, los niños sufren de manera creciente  el “síndrome de niño insaciable", donde sus actitudes desembocan en problemas de personalidad y conducta, provocando aislamiento, marginalidad e insatisfacción personal.

Los niños desarrollan su independencia y autonomía, del entorno familiar, conforme van creciendo, esto promueve su autoestima y su confianza en sí mismos. Dejar que juegue solo o que realice algunas tareas del hogar sencillas es también una manera de educar en la igualdad. Se trata de favorecer una correcta autonomía en el niño que le haga más feliz y más seguro. También es bueno dejar que el niño esté enfadado en algunos momentos, los papitos tienden a proteger a sus hijos de cualquier sufrimiento pero esto limita su independencia y capacidad de experimentar sus sentimientos. No es malo sentirse triste a veces.

Es importante educar al niño para que desarrolle estas habilidades, esto es, aprender a controlar y regular sus emociones para resolver los problemas de manera pacífica. Esto genera tranquilidad y armonía en el carácter de los pequeños: las emociones son buenas, y los niños reaccionan de una forma física ante ellas, produciendo por elementos bioquímicos generados por el cerebro que ayudan a detectar si hay peligro, a protegernos del daño, a superar nuestros miedos, etc.

Cada edad tiene su encanto,  hay que ir promoviendo y marcando huellas
indelebles de felicidad, según la etapa en que esté el pequeño, las habilidades y destrezas para la vida marcan cada edad de los pequeños, es decir que cada chico, desarrolla según su etapa de crecimiento, su conocimiento individual personal, su identidad, su autoestima que en últimas o primeras mas bien determinan en gran medida el éxito en la vida adulta.

Con caricias Calientitas