martes, 17 de junio de 2014

MUNDIAL PARA LA FELICIDAD

El juego un derecho fundamental de los niños, acreditado en la Convención sobre los Derechos del Niño. Y por su puesto el fútbol desempeña un importante papel en la garantía de ese derecho infantil. Es un lenguaje universal de millones de personas en todo el mundo, incluidos niños, niñas y adolescentes, independientemente de dónde sean, el idioma que hablen, o el credo que profesen. Sin embargo los bebés hasta mas o menos los tres años, aun no tienen la capacidad de concentración de 90 minutos frente a una pantalla, y puede resultar mas dañino que benéfico. El balón desde siempre ha sido un elemento común en cualquier cultura; los mas chicos no alcanzan a entender la disciplina del fútbol y mucho menos captan las faltas, de manera que los mas chicos se les debe buscar alternativas de compañía, juego, estimulación, pero por ningún motivo imponerles que sigan dos partidos diarios de fútbol.

Si bien el fútbol es el deporte más popular del mundo y que es mucho más que un juego. Y un estilo de vida, hay que ser cautos con los mas pequeñines, los mas grandecitos, sí los papitos aprovechan encuentran una oportunidad, de adquirir conocimiento geográfico, de colores, razas, banderas, en fin! Las niñas también están conquistando espacios dentro de ese deporte. La afición es cada día más grande.

En la primera infancia, los niños desarrollan condiciones ideales para entrenar la
movilidad. A partir de los 5 años de edad, la mayoría de los niños están preparados para dar sus primeros pasos en el fútbol. Se adaptan mejor a los movimientos y suelen presentar mejor coordinación. Bien controlado y con una adecuada preparación, este deporte puede aportar grandes beneficios: Incrementa la potencia muscular de las piernas, mejora la capacidad cardiovascular, estimula la velocidad de reacción, la coordinación motora, y la visión periférica. Aporta un aumento de la densidad ósea a nivel del fémur, aumenta la potencia del salto, oxigena la sangre; además, el fútbol sociabiliza a los niños, y les ingresa en el gratificante trabajo en equipo. Algunos psicólogos afirman que el fútbol es una buena herramienta para alejar a los más jóvenes de las tentaciones de las drogas, la violencia, y el alcohol.

Como en todos los deportes, existen riesgos de lesiones, como torsiones del tobillo, de la rodilla, esguinces, e incluso fracturas, pero no son motivos para no jugar al fútbol. En las escuelas, suelen preparar a los niños enseñándoles los cuidados que deben tener para evitar estos accidentes. Para que el trabajo fructifique, las escuelas entrenan grupos divididos por las diferentes etapas de edades. A medida que los niños se van superando en los entrenamientos, y van creciendo, pasan al siguiente grupo, y tienen que practicar al fútbol más veces por semana. Por eso mal harían los papitos en poner un chico de 5 años a jugar en un equipo familiar donde todos son adultos, pues la velocidad y fuerza en el balón representa un peligro para el menor. Incluso los chicos especiales encuentran hoy la oportunidad de jugar al fútbol con características particulares, respetando así su ritmo, niños con asma, alergias, down, hiperactividad o sordera, pueden jugar al fútbol, es de resaltar que los chicos invidentes también juegan al fútbol, la pelota tiene una campana, así la ubican y la siguen, en su juego el único que es vidente es el arquero, su practica mejora su relación con los demás, y les dan más seguridad en sí mismos.

Ahora bien, si el fútbol es una herramienta educativa valiosa que puede ayudar a los niños a superar traumas y frustraciones, hay que incluirla con mesura, no vaya a ser que solo jueguen fútbol y las actividades propias de los niños queden rezagadas, hay que tomarlo como una actividad divertida, respetuosa, pero sin exagerar.

Algunos  papitos,  en épocas del mundial descuidan  sus compromisos familiares,
y mas si los chicos son bebés, empiezan los malos ejemplo, comer frente a la tele, la tele se vuelve el miembro mas importante de la familia, los chicos no pueden hablar, muchos menos cantar, en ocasiones los papitos se reúnen con sus amigos para ver el partido, hacer comentarios, y llega el licor para amenizar, pues estos son pésimos ejemplos, la pasión hace que expresen malas palabras, pierdan el control, ojo con el ejemplo, está bien ser fan, pero jamás abandonar las caricias, el jugo, la compañía, el ayudar en las tareas, suena exagerado pero muchos chicos sufren abandono en esta época.

Los papitos pasan a existir pero no están, y lo que es peor aún hay chicos que el fútbol no es su pasión y los papitos les obligan a participar activamente, y esto no es bueno y mucho menos sano. En época del mundial aumenta la tarea de las mamitas, pues los papitos “no se pueden interrumpir”, en otras palabras se acaba la comunicación, a los papitos parece no interesarlos algo diferente al fútbol, y si por extraña circunstancia el chico interrumpe el fútbol con su llanto por una caída, el papito pasa a culpabilizar a la mamita, ¡¡¡qué tal!

Hay que recordar, tener presente que los chicos necesitan modelos de comportamiento controlados y felices, no medio desquiciados, afortunadamente son más los papitos que son padres de verdad y a Caricias Calientitas le encanta que mantengan como prioridad la felicidad familiar. Para esos papitos una súper felicitación en su mes!

Con Caricias Calientitas 

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