sábado, 31 de mayo de 2014

OBEDIENCIA PARA LA FELICIDAD

La disciplina es necesaria para que los chicos acepten los límites que se necesitan para vivir en armonía. Por eso las reglas, o parámetros deben ser apropiadoS, oportunos, concretos, claros, solo así la disciplina entra triunfante en la educación para la felicidad. La disciplina forma carácter y el chico va asimilando que cumple las reglas por su bienestar, no para agradar a los papitos. Las emociones que ponen los adultos en el momento de poner las reglas, deben ser objetivas, emocione serenas, sin gritar, exagerar con autoridad es retroceder en la creación o formación de la disciplina.

Las expresiones que usan los adultos, son genéricas, y los chicos desconocen el detalle, por ejemplo: "Pórtate bien", "Sé bueno", o "no hagas eso" y este tipo de expresiones se presta a todo tipo e interpretaciones, las “ordenes” deben ser mas puntuales, por ejemplo, “debemos estarnos quietos en la visita al abuelito”, es importante involucrarnos en muchas de las recomendaciones, eso hace que el chico vaya asimilando comportamientos sociales, familiares respetuosos y es una forma de aumentar cardinalmente la relación de confianza con el pequeño. Hay que recordar que los niños pequeños no manejan bien la temporalidad, el mañana, la otra semana, hay que centrarse en el momento, y cuando son situaciones repetitivas, e puede traer a colación los escenarios anteriores.

Los chicos pueden ser disciplinados a su manera, por ejemplo, ordenar los
juguetes, pues puede escoger guardar primero los carros, o las pelotas, es tener alternativas para “cumplir”, y además es una oportunidad para involucrarlo en la toma de decisiones, igual con la ropa que va a usar, dejarlos escoger su “pinta”. De todas maneras es importante que los adultos sepan cómo actuar cuando el chico se resiste a “obedecer”, pues ni mas ni menos actuar con firmeza, ojo esto no es sinónimo de violencia ni agresión; pues si el chico no recoge los juguetes, se le pueden guardar fuera de sus alcance y cuando “tu decidas” obedecer te los entrego; obviamente hay que ayudarse con una voz segura, sin gritos, y una seria mirada en el rostro, ojo mirada seria jamás condenativa, ni resentida, ni amenazante, muchos menos odiosa. A veces las “ordenes”, están mal dadas, por ejemplo a los adultos les encanta usar el “no”, entonces dicen: “no vas hacer tu tarea ahora”, ya va implícito el incumplimiento, ya el adulto esta decretando No vas… Es diferente decirle: mi cielo es hora de hacer tu tarea, ya debes empezar a mostrar como haces “tus” tareas de bonitas y correctas, de cualquier modo, para esas pocas obligaciones "debe estar hecho", los limites como la disciplina acercan la familia, los hace mas unidos, hay camaradería, manteniendo la autoridad en un equilibrio que permite la conciliación y concertación.

Los niños son más propensos en llevar la contraria en vez de “obedecer”, ordenes como: “te bajas ya de ahí”, es una orden subliminal a trepar mas y seguramente a caerse porque usualmente los papitos rematan la orden diciendo: “ te vas caer”, en general, es mejor decir a un niño lo que debe hacer, en un tono amable, seductor, y convincente, por ningún motivo gritar, gritar solo aumenta el circulo vicioso de tener que gritar para todo, hay que recodar que el chico aprende mas por imitación y del ejemplo. Cuando la orden es inmediata como “te bañas ya”, se crea una lucha de poder personal con los chicos, una buena técnica es involucrarnos: “es hora de irnos a dormir, a soñar, a descansar, y en lo posible anunciar el cuento e la noche. Todos los razonamientos son necesarios, un porque repalda la orden, de este modo, lo mejor cuando se aplica un límite, es explicar al niño el porqué tiene y debe obedecer. Entendiendo la razón para el orden ayuda a los niños a que desarrollen valores internos de conducta o comportamiento- una conciencia. Antes de dar una larga explicación que puede distraer a los niños, hay que ser claros, concretos y amables; buscar argumentos que le hagan ver los “mal” que la pasan otras personas i la orden no se cumple, por ejemplo si le pegas a tu amiguito a él le duele, le da un ayayay, y se pone triste, eso cala mucho!

Cuando aparece un límite al comportamiento de un niño, hay que sugerir una alternativa aceptable. Así el chico siente que tiene ventajas obedecer, un ejemplo, el chico quiere caramelos antes de la comida, pues sencillo después de comida puedes comer los caramelos, ahí hacemos todos. Eso sí, la regla puntual para un efectivo límite es evitar una regla repetitiva. Rutinas y reglas son importantes en la formación el habito de la disciplina, y los adultos deben mantenerse en caso del incumplimiento o cumplimiento, dice el refrán: “lo prometido es deuda”. 

Recordar siempre que se censura la conducta y se elogia a los niños, jamás
desaprobar al niño y mucho menos usar chantajes afectivos, por eso es importante que los adultos controlen sus emocione, pues el enojo es pésimo consejero, hace que se castiguen a los niños, y la disciplina con amor es básicamente enseñar al niño cómo debe comportarse. Todos los niños necesitan que sus papitos establezcan las guías para un comportamiento feliz aceptable. Solo así en el hogar e respira amor, confianza, tranquilidad, felicidad!

Con Caricias Calientitas

domingo, 25 de mayo de 2014

RECATO PARA LA FELICIDAD

Que tema tan peculiar y particular, pero absolutamente necesario, pues más o menos a partir de los 3 años, los niños y las niñas empiezan a ser conscientes de cómo es su cuerpo y de las diferencias entre sexos. Éste es el primer paso para empezar a reclamar intimidad a la hora de bañarse o de ir al baño, comienza a tener vergüenza ante ciertas situaciones, aunque a los papitos les parezca que su pequeñín aún es bebé para tener estos sentimientos.

A los 25-30 meses. Aparece la curiosidad sexual, el pequeñín comienza a preguntarse de dónde vienen los niños. Aún no hay indicios de pudor o vergüenza. Llegando a los 3 años y medio ya se identifica con el papito, o la mamita (según el sexo) y hace preguntas sobre las diferencias entre los niños y las niñas. También se compara con el resto de compañeritos de su clase y descubre las desigualdades anatómicas entre uno y otro sexo. Le da nombre a los genitales. Y es importante llamarle por su nombre, no poner apodos “tontos” o de burla, y desde los 4 años hasta los 6 aparecen las primeras manifestaciones de pudor, en especial con los extraños, es el momento de llamar al respeto para que haga su entrada triunfal de la mano de la intimidad. En esta etapa no les gusta que les vean desnudos, mucho menos en el inodoro, y son los papitos y las educadores en lo jardines las encargadas de promover el respeto por la intimidad de los chicos, jamás por ningún motivo promover bromas grotescas y que en ocasiones resultan humillantes, ojo porque un detalle maluco en esta etapa puede dejar huella imborrable en el chico o chica y por favor los papitos eviten que amigos, parientes hagan preguntas sobre los genitales a los hijos.

Por lo tanto, a partir de los 4 años los pequeñines comienzan a manifestar sus
primeros deseos de intimidad a la hora de realizar ciertas acciones: ducharse, ir al baño, cambiarse… A esta edad el pudor es una mezcla de vergüenza y deseo de autonomía. Quieren hacer las cosas por sí mismos, sin ayuda, al igual que lo hacen sus papitos, y a la vez muestran recato a la hora de enseñar las partes íntimas de su cuerpo. Sin embargo, aún no tiene una idea clara de lo que es la sexualidad ni de qué situaciones concretas son pudorosas a esa edad. De manera resulta normal que un chico o chica de 4 años se quiera encerrar en el baño porque le da vergüenza que su hermano mayor le vea desnudo, sentir pudor es algo normal y no es malo. Como les decía anteriormente el respeto debe pavonearse en la intimidad del niño y son los papitos los que deben defender su intimidad. Si ya sabe limpiarse bien, se le debe permitir ir al baño solo. Eso sí, aún es pronto para dejar que se duche solo, pues se le acompaña dentro del baño fuera de la ducha, pero que nadie mas entre, dejarlo que se enjabone solo es parte del proceso de autonomía y aprendizaje de hábitos higiénicos; y así la mamita está respetando su intimidad, luego secarse, también solo acompañado por la mamá que da tiernos y amables consejillos, por ejemplo secar bien los pies para que no te huelan a fotis fotis…

A esta edad, no suelen tener vergüenza ante la presencia de sus padres, sobre todo ante el progenitor de su mismo sexo. Hay que tener sumo cuidado cuando haya gente extraña delante, es cuando más vergüenza sienten; por ejemplo, si le han practicado la circuncisión ya mayorcito pues nada de dejarlo expuesto a que las visitas le vean su cirugía.. o en la playa, no hay que desnudarlo delante de todo el mundo, ni siquiera delante de abuelos o tíos si no están con él muy a menudo.

Tan suave, tan liso, tan tibio, tan dulce… el cuerpo del bebé resbala del pecho de mamá a la panza de papá y en ese juego de proximidades indispensables parece que una piel y otra, un cuerpo y otro, no tuvieran límites. El contacto apacigua y es fuente permanente de alegría. Pero a medida que los chicos van creciendo hay que tomar algunas distancias y un día, casi inadvertidamente, las fronteras entre los cuerpos comienzan a dibujarse hasta que quedan establecidas para siempre. Y entre esos cuerpos, el de un nene y sus papitos. Entonces la pregunta es, ¿cuál es el índice apropiado de intimidad? ¿Cuándo un cuerpo tranquilamente desnudo empieza a ser un cuerpo, bueno, “desnudo”? Ese “sin retorno”, es bien curioso que los chicos a medida que van creciendo estimulan el pudor en sus papitos, un buen día el papito y la mamita ya no salen denudos por todo el apartamento, es decir que los hijos despiertan el pudor en los papitos. Es que a medida que los chicos crecen, también su desnudez deja de sentirse como algo natural. Ese cuerpo que no llega al metro de estatura, caramba, también es cuerpo social, también está significado por la cultura. El problema no es que los demás no aprueben su conducta, que consideren que no está “bien educado”. El problema es que un nene que no aprende que su cuerpo es sólo suyo y que, por lo tanto, está vedado a los extraños, puede correr riesgos, no está bien protegido.

Los pequeñines muestran curiosidad por la desnudez de las personas mayores”,
pues el deseo de ver no es reprobable en sí, si bien no es adecuado satisfacerlo. Hay que cuidar que el niño no se sienta culpable de haber visto lo que ha podido sorprender por casualidad, ni deseado ver lo que se le oculta para no turbarlo ni erotizarlo. Pero muchos papitos no ven inadecuación alguna en compartir la desnudez con sus hijos en los primeros años y, por lo contrario, le encuentran su función pedagógica, el tema del pudor ligado a la desnudez es polémico, esta influenciado, por el aspecto cultural, religioso, social, educativo, casi la postura ante este tema es “familiar” ; sin desconocer que el primer contacto con el hijo es corporal, es una prolongación de los cuerpos y recién cuando se van diferenciando se empieza a registrar la desnudez.” Sin embargo, “el tema de la desnudez se vincula con algo que ya nadie puede negar, que es la existencia de la sexualidad infantil: hay un punto de placer, de erotización”. Cuando falla el límite ante la desnudez, eso puede traer dificultades, pero seguramente también fallaron otras cosas, no sólo eso. Los chicos deben aprender, asumir que su cuerpo es un espacio privado, que nadie debe avanzar sobre sus timideces y pudores, que tienen derecho a defender la propia intimidad es una herramienta eficaz contra el acoso sexual. Es importante transmitir a los niños que hay actos públicos y privados; que existen personas y ámbitos específicos para hacer o hablar determinadas cosas; que su cuerpo debe ser cuidado y respetado por él y por los demás, por lo que nadie tiene por qué tocarlo ni agredirlo. Con estas simples consignas se realiza prevención primaria del abuso sexual; el chico al que nadie fuerza –y en la burla y el chiste también hay forzamiento a mostrar lo que no quiere mostrar en casa sabe perfectamente que en ningún otro lugar lo pueden obligar a hacer lo que no quiere, a recibir caricias que no quiere recibir. Sin olvidarse, claro, de que una cosa es educar en la prevención y otra volverse loco cada vez que una criatura muestra la cola o se acaricia con un amiguito.
Junto con el ingreso a la escuela, la sexualidad infantil entrará en una suerte de receso –el llamado “período de latencia”— que les permitirá a los chicos poner todas las energías en el aprendizaje, y a los papitos ocuparse de otros temas por un tiempo. Es una etapa como todas que hay que vivirla en el momento no es antes ni después, es estar al pendiente, con cariño, atención, dulzura, bondad, naturalidad, en fin una etapa de dulce pudores!

Con Caricias Calientitas

miércoles, 21 de mayo de 2014

SENSIBILIDAD PARA LA FELICIDAD http://www.gifs.com.es/angeles/image/595/Angeles+%2827%29.gifhttp://www.gifs.com.es/angeles/image/595/Angeles+%2827%29.gif

Los chicos de hoy nacen, con un mayor equilibrio entre mente y corazón. Es por ello que están más permeables a la sensibilidad. Actualmente se deshecha el matrimonio, entre sentimientos, es más, se cree que la feminidad es exclusiva de las  niñas; y también que lo masculino tiene que ver con el hemisferio izquierdo, con los procesos de pensamiento y el lenguaje; y que lo femenino tiene que ver con la sabiduría, la intuición, y el amor. Resulta que desde bebés la espiritualidad hace a los seres humanos más cariñosos, conscientes de su comportamiento, y de cómo este afecta al mundo que los rodea. Sería fantástico que desde pequeños toda la raza humana accediera a la posibilidad de entender las Leyes del Universo, seguramente se evitaría mucho dolor y sufrimiento.

Aún desde bebés, los niños aprenden acerca de su espiritualidad innata, desde cualquier credo religioso que ejerzan sus papitos. Total todos los dogmas religiosos le apuestan a la práctica del amor y la bondad, alrededor de estos sentimientos gira su interacción con familia, vecinos, amigos. Esta es una forma de introducirlos a la “oración” o meditación, que busca unas virtudes ejemplares para vivir en la paz y el amor y que en lo posible duren toda la vida, garantizando así adultos bondadosos y felices. En la oración interreligiosa los clérigos de diferente fe religiosa crean un terreno común para el servicio comunitario, y para la cooperación entre todos, extendiéndolo a las prácticas de vida diaria.

Desde bebés hay que inculcar el agradecimiento, para que se convierta
en un hábito de toda la vida, dar gracias puede ser la forma de oraciones más ennoblecedora y de paso se están generando sentimientos de aprecio y gratitud en el chico. Ahora bien, esta acción va de la mano con hacerles sentir el afecto, el cariño, la admiración, eso los hace sentirse felices, y cuando el chico así sea un bebé manifiesta incomodidad, llanto, mala carita, es solo endulzar su momento con una caricia, una palabra amorosa, una sonrisa, un gesto de cariño, así ellos van percibiendo espiritualidad bondadosa venida de sus progenitores. Y en repetidas ocasiones agradecer, ya sea a Dios, la vida, en fin, ¡gracias por este maravilloso hijo! Gracias por este rico desayuno!, Gracias porque estamos sanos! En fin millones de motivos para agradecer!

Ojal, en lo posible cuando los chicos están más grandes hacer un ritual sencillo, cerrar los ojos, para desear que papito llegue bien, para desear que el hermanito se mejore, y así existen muchos motivos para desear, agradecer, soñar, también, respirar profundo y permitir que los chicos imiten es una forma de introducirlos a la meditación, Tómate el tiempo para una pausa apacible en meditación cada vez que lo necesites. Después de una rabieta esta acción resulta una oportunidad para tranquilizar al pequeño y aprender una lección; quizás se puede también en los chicos de tres años en adelante cuando cierran lo ojitos, hacer ejercicios de relajación, hablarle subvente de sus pies, sus rodillas, inicialmente se le pueden ir tocando con mucha sutileza las partes del cuerpo mientras se nombran.

La opción de educar espiritualmente a un niño es una tarea fascinante para los papitos o los adultos que tienen a su cargo el cuidado, y aunque no existen fórmulas sencillas para el cultivo espiritual, hay algunas orientaciones reflexivas que pueden ayudar mucho en este empeño. Al igual que el desarrollo cognoscitivo y el sexual, el desarrollo espiritual es un proceso natural que ocurre espontáneamente si el niño encuentra apoyo y circunstancias apropiadas y, por el contrario, cuando este desarrollo se suprime o se obstaculiza, se priva al pequeño del ambiente favorable para el disfrute pleno de su existencia como ser humano.

Así como está la prioridad de atender las necesidades físicas e intelectuales de los niños a medida que avanzan en su proceso de crecimiento y desarrollo, de igual manera es necesario fomentar en los hijos el desarrollo y fortalecimiento de la dimensión espiritual. Yo diría, creo que los papitos que niegan una orientación de tipo espiritual a los pequeños, están errados, es que esto es diferente al ritual, a un bautizo, a una confirmación, esta parte es razonable que la dejen a elección para cuando el chico pueda intervenir activamente con su inclinación religiosa. Si la orientación espiritual no está presente durante la primera infancia, el niño cuando la conozca la considerará extraña al proceso y tendrá el concepto de que no es indispensable, es como inducirlos en el conocimiento de sí mismos, como decía Heráclito: “el que conoce lo externo es un erudito, el que se conoce a sí mismo es un sabio”, por su puesto esta afirmación aplica a los adultos también.

El espíritu de un niño es espontáneo y único. Con su inocencia, los niños pueden recordar a los adultos una espiritualidad que es sencilla, directa e increíblemente original. Con su dulzura y ternura, los niños hacen evocar creencias y valores esenciales. La formación de la dimensión espiritual de un niño se logra por medio de una estrecha comunicación entre los papitos y éste, en la que se dan respuesta a muchas preguntas esenciales de la vida.

Los siguientes elementos son fundamentales dentro del proceso de fomentar la espiritualidad en los niños según expertos en el tema: Crear confianza con el hijo. El amor y la confianza constituyen los dos elementos fundamentales para la relación entre los papitos y los hijos. El niño necesita sentirse lo suficientemente seguro para poder explorar, puesto que la exploración en la niñez se constituye en un elemento esencial de su espiritualidad en el sentido de que cuando los niños empiezan, por ejemplo, a apreciar la naturaleza, surgen entonces las preguntas sobre quien hizo la luz del sol, por qué llueve, etcétera, escalones importantes en la formación de la dimensión espiritual. Cultivar la libertad como una cualidad característica de un hogar espiritual y debe garantizarle al niño, libre de inhibiciones, expresar ideas, hacer preguntas y manifestar dudas acerca de cuestiones espirituales. Aparece aquí el reto grande, tratar de no reprimir al hijo, pero tampoco permitirle que vague sin ninguna orientación, cultivando un espíritu de libertad que combine la orientación con la tolerancia, en una relación caracterizada por la comunicación asertiva y el respeto mutuo. Demostrar interés en la vida del hijo, para poder crear un clima espiritual en la vida del hijo es necesario invertir tiempo, cariño y aportar una gran dosis de sinceridad por parte de los papitos. El ejercicio de una auténtica capacidad de escucha es fundamental, reconociendo al niño como un interlocutor válido de acuerdo con el momento de su desarrollo.

La pregunta del millón, ¿cuándo iniciar la formación espiritual? Nunca es demasiado temprano para comenzar con la educación espiritual del niño, ni siquiera el momento en que respira por primera vez. En algunas culturas aborígenes hay rituales muy tempranos, al igual que en el Islam y otras religiones, que marcan tempranamente el comienzo de la vida espiritual del niño. Es importante tener en cuenta, que desde el nacimiento todos los niños son sensibles a su entorno, saben si se les carga con ternura o con los brazos tensos y mucho antes de aprender el lenguaje saben si las voces o las miradas son amistosas o amables, bruscas o indiferentes. En la formación espiritual de los niños como en todo el proceso de la crianza, el ejemplo es el mejor maestro. El Agelito de la Guarda es una excelente opción para acercar los chicos a su espiritualidad, se puede afirmar que todo lo que se haga por fortalecer el desarrollo de la dimensión espiritual de los niños, redundará en una notoria mejoría de la calidad de vida no sólo de los niños sino también de la familia, y por ende de la sociedad.

La seguridad espiritual consiste en hacer recordar lo más a menudo posible al bebé, su lugar de origen. Reiterarle varias veces al día, verbal o mentalmente: “Tu vienes de la Luz, eres un ser de Luz. Eres divino, tu esencia es Luz. Eres un niñito de Luz y Amor, tu única función en la Tierra es irradiar esta Luz y Amor, no importa lo que pasa”. Eso es porque alrededor del bebé, muchos se preocupan de asuntos materiales, hay inquietudes familiares, hay las propias angustias de los adultos y disputas, a veces. Las palabras que escuchan son acerca del pañal sucio que hay que cambiar… ¡otra vez! ¡De cuan cara es la vida, especialmente los pañales desechables! del cansancio de los adultos, el fastidio, etc. Esto perturba al recién nacido que todavía está muy conectado con su lugar de origen. Háblenle de luz, de amor, de paz en la Tierra: cuánto estábamos esperando su llegada, cuánto honramos su decisión de venir aquí, etc… En nuestras propias palabras, de corazón. Esto nos hace recordar que nosotros también somos este niñito de Luz y Amor, y que nuestra única función en la Tierra es irradiar esta Luz y Amor, no importa lo que pase. Para poder recibir como merecen a los niños y niñas del Tercer Milenio, es indispensable que los futuros papás se preparen, tomen clases, formen grupos de apoyo con terapeutas. Hay que cuidar la calidad de la concepción, del embarazo y del parto.

Cuando nace darle una bienvenida lo mas cálida, dulce, tierna, cariñosa que sea posible, está tarea a cargo de la mamita, el papito, pero si se quedan mudos de la emoción, es bueno acudir a un ser carismático, dulce que haga la bienvenida. Obviamente el tono de la voz debe ser dulce, suave, melodiosa, y más rico aun, acariciarle cada parte de su cuerpecito, y decirle que es sano y bello, que es amor, que es felicidad, ojala este ritual de bienvenida sea mientras el recién nacido descansa de su viaje en el pecho de la madre, y hay una cosas las visitas, gracias pero es mejor esperar siquiera un mes, es que llegan alborotadas a buscar parecidos, opinar, todos quieren verle los ojos, y esto no es apropiado ni para el bebé ni la mamita.

Para concluir que bueno enrutarlos en la amistad perpetua con su angelito de la guarda!

Con Caricias calientitas.

jueves, 15 de mayo de 2014

ABUELITOS PARA LA FELICIDAD

ABUELITOS PARA LA FELICIDAD

La llegada de un bebé, infunde una alteración de la cotidianidad del amor, los motivos, los cuidados, aumenta los compromisos y responsabilidades, se adicionan, la crianza con amor, el acompañamiento en el crecimiento, mejor dicho múltiples tareas, dulces, a veces estresantes, pero nada de nervios todo con amor, resulta maravilloso! Falta mencionar el sueño, que debe ajustarse al horario del pequeñín, del nuevo tesoro; y si bien los papitos están a cargo de toda esta maratónica vida en función del felicidad, tranquilidad y confianza del bebé, están los abuelitos, estrenándose en el amor sin límites, en la celebración de la vida, su continuación hecha realidad; ellos están estrenando nieto.
Los chicos necesitan de sus abuelitos, ellos consuelan, ellos comparten experiencia, juegos, cantos, remedios caseros, y siempre son un apoyo importante, en la crianza del bebé. Ojo, los abuelitos no son los responsables de la crianza, ellos son cómplices del amor, la ternura, la dulzura, sin embargo esta participación demanda una relación armónica, entre nueras, suegros, yernos, consuegros, por eso es importante que los papitos tengan claro que los abuelitos son los encargados de consentir, guardar besitos de algodón de azúcar, pero jamás son responsables de la crianza y educación; las pautas generales las dan los papitos, los abuelitos respetan los limite puestos por ellos.

Obviamente los abuelitos representan una asistencia práctica, apoyo, y una cadena
de consejos útiles para cuidar a los nietos. El encuentro de los abuelitos con sus nietos es siempre enriquecedor para ambas partes. A la mayoría de los chicos, les encanta estar con sus abuelitos, por diferentes y variadas razones. Algunos porque al lado de los abuelitos no existen tantas órdenes y los limite son flexibles, ni obligaciones, otros porque pueden hacen cosas distintas con ellos, como preparar galletas juntos, comer dulces, dar paseos, ir al parque, y realizar una infinidad de actividades que hacen que ellos se sientan más libres. Algunos nietos ven a sus abuelitos como sus amigos de juego, una especie de guía, como divertidos, cariñosos, mimosos y que les gusta estar con ellos. Pero, claro, todo depende de la forma de ser de los abuelitos. Hay también los que apenas envejecen y continúan tratando a los más pequeños de una manera muy autoritaria y demasiado exigente.

Pero, por lo general, los abuelitos sienten mucho placer con sus nietos. Estar con ellos es también una forma de renovarse personalmente. Es tener más participación en la familia, y sentirse más jóvenes y actualizados. Se aprende mucho con los niños. Tristemente en algunas ocasiones la relación de los abuelitos con los papitos de sus nietos no es la mejor posible, desafortunadamente, existen conflictos cuando de reprender se trata, y como las generaciones son distintas y diferentes también son los criterios de educación, entran en discusión la experiencia de los unos contra el conocimiento moderno de los otros. Pero como ya se había dicho los abuelitos no están no están más para educar, ellos ya cumplieron su tarea educativa, vale decir además que sus energías se quedan rezagadas cuando se trata de correr detrás de un bebé caminador, o de un chico explorador de 5 años; ellos echan una mano de vez en cuando, y pasar un buen rato con sus nietos. Para eso, es necesario que entre los papitos y los abuelitos exista una relación tranquila, específica y verdadera, libre de celos, en la que reine el respeto a las exigencias y a los hábitos del otro.

Algunos abuelitos son considerados unos bárbaros atrasados, otros saboteadores de la disciplina paterna, otros que malogran a los niños. Sin embargo, los psicólogos, psiquiatras y hasta algunos papitos, se están dando cuenta de la importante contribución que los abuelos hacen a la vida del niño preescolar y a su desarrollo. Algo supremamente triste es que algunos papitos castigan a los abuelitos y nietos por situaciones del pasado, los unen a rencores viejos.

Está comprobado que los abuelitos juegan un papel preponderante y casi irremplazable en el desarrollo del nieto para su comprensión del mundo. Además de servir como sustitutos honorarios de padres ausentes o muy ocupados, los abuelitos generalmente son fuente constante de una medida extra de cariño, lo que representa un buen equipaje para hacer más estable el estado emocional del niño y su educación para la felicidad. Ellos sirven sin saberlo, para agrandar el horizonte del nieto, enseñándole que existen otras personas además de los papitos que también pueden hacerles agradables la vida y que también tienen conocimiento de las cosas importantes, que solo tenían sus papitos. El nieto llega a ver que existen formas similares pero no idénticas a las de sus papitos cuando pasa algún tiempo con la generación madura, y llega a darse cuenta que existe otras formas agradables de comer, salir a pasear, etc. y se dan cuenta que las variaciones sobre un tema conocido, como la rutina diaria no es unos temas azarosos, sino bien agradable.

Que los abuelitos engrandecen a sus nietos, la gran mayoría de las veces es cierto,
este es un derecho. Indudablemente algunos abuelitos no son tan severos en algunos asuntos como los papitos, los abuelitos utilizan un lenguaje dulce, respetuoso, amable, claro, y ellos aclaran a sus nietos que ciertas situaciones son permitidas “solo” por los abuelitos, que con los  papitos ni riegos! Pero esta actitud tampoco se puede calificar como un saboteo a la educación paterna, hay que tener en cuenta que los abuelitos tienen más tiempo para sus nietos, para escuchar, jugar, leer cuentos, en fin.

Los niños que se educan para la felicidad, necesitan indudablemente tiempo con calidad y los papitos lastimosamente no lo tienen, las historias que los abuelitos les cuentan sobre la vida de sus hijos, o sea, los papitos, cuando ellos también eran niños, hacen que el niño tenga un sentido de continuidad de la familia, aceptar que ellos también son humanos y así poder identificarse con ellos. El hecho de saber el niño que es apreciado por su valer y por ser miembro de una cadena, le hace sentirse más seguro tanto como individuo independiente como por ser parte de la familia. Por último estos lazos familiares se acentúan aún más ante los ojos de los niños cuando ve que sus padres acuden donde sus abuelitos por un consejo o por intercambio de ideas.

A todas las familias una amable sugerencia, dejen las peleas y rencillas atrás, compartan armónicamente con los abuelitos, trátenlos bien, porque siempre el mejor maestro es el ejemplo. Dejar a los chicos disfrutar de sus abuelitos debería ser un derecho de la infancia!

Con Caricias Calientitas.

viernes, 9 de mayo de 2014

LEER PARA LA FELICIDAD

El Habito de la lectura se “inculca, motiva” desde bebés y así nuestros chicos en la primera infancia hacen los primeros pinos para ser lectores buenos, y bueno para lograr este esquivo habito, que además se “aprende” del ejemplo de papito, mamita, también se debe tener en cuenta la forma de ser del niño y sus gustos para que le presten la debida atención y jamás obligarlos, nunca, todos los días debe haber contacto con la lectura.


Para los bebés existen hoy en día variedad de libros en materiales apropiados, son de imágenes grades y sencillas, y hay que tener presente, que los niños aprenden con el ejemplo y no con la imposición, por lo que los papitos deben ser los primeros en tener el hábito de lectura. Elegir libros acorde a la edad, inicialmente deben ser textos cortos con letras grandes, en lenguaje simple y que tenga imágenes. Siempre es bueno, conocer los gustos de los chicos, los animales, los carros, las princesas, y es oportuno y estimula la creatividad, hacer preguntas a los mas grandecitos, sobre el cuento, ojalá plantear situaciones “absurdas”, por ejemplo caperucita verde, y los chicos enseguida revirar es roja, es vital que los chicos tengan su propia biblioteca, y si hay en casa una grande, pues un espacio dedicado para los libros de los chicos.

Un bebé gateador que tiene sus cuentos de laminas grandes o frases cortas sencillas es
capaz de identificar, ejemplo, la mamita dice, ve y trae el cuento de los 3 cerditos y chico va y lo trae, o en el cuento empezar a identificar personajes y roles, ejemplo dónde están los pollitos, y los señala, perfecto, y la mamá de los pollitos! Es adecuado que cada vez que se lea con los chicos desde bebés, el ambiente sea tranquilo, cómodo y bien iluminado. Si es posible, también es favorable tener un momento de lectura diario y un momento para compartir en familia alrededor de la lectura; por ejemplo un papito que está leyendo un artículo en una revista le puede mostrar imágenes de la revista al bebé y si es mas grandecito le puede contar sobre las imágenes.

Llevar a los chicos a las librerías es fascinante para ellos y si se puede comprar libros pues mejor aún, cuando hay que ir al odontólogo o pediatra, es sano llevar cuentos para leer mientras se espera, cuando se sale de vacaciones importantísimo llevar libros. Para los más grandecitos se fomenta el habito de la lectura, yendo con ellos a la biblioteca, municipal, departamental, participar de actividades culturales relacionadas a la lectura infantil, hasta jugar mientras se está en el auto o caminando a leer los carteles publicitarios.

Cuando se les lee debe ser en voz alta, mientras se van enseñando las ilustraciones, para lograr captar la atención del niño, permitir a los chicos que ellos lean desde los pictogramas, que inventen su propio cuento, también dejarle que el cuente o “lea” su parte favorita, la más emocionante, una vez finalizada la lectura hay que conversar sobre la misma; qué fue lo que más le gustó o le desagradó, quién es su personaje favorito, cómo le pareció la reacción de determinado personaje ante cierto hecho, qué hubiera hecho él ante determinado hecho, etc. (comprensión de lectura). Y aquí súper importante las palabras nuevas, averiguar qué significan e intentar cambiarlas por sinónimos, sería espectacular que el adulto que lee, haga cambio de voces, y además pueden jugar a escenificar el cuento que leyeron haciendo una “función de títeres”, disfrazándose y actuar, etc.

Todos sabemos que el hábito de la lectura es un gran estímulo a la creatividad, imaginación, inteligencia y a la capacidad verbal y de concentración de los niños. Asimismo, también somos conscientes de que los libros deberían estar presentes en el día a día de los niños, del mismo modo que sus juguetes. Todos sabemos que los libros nos enriquece a todos y que nos lleva a zambullirnos en aventuras, historias, y en riquísimas informaciones. Es la mejor manera de inculcar todos los valores a los niños y que aprendan divirtiéndose con la lectura; además es enseñarles a que sepan acceder a la información, al conocimiento autodidacta.

El libro es una gran ventana a la formación en todos los sentidos, se podría escribir acerca del tema, tratados y tratados, sobre los beneficios que trae el hábito de la lectura, y no pararíamos jamás. Lo importante es tener claro que los libros son importantes, pero el acto de leer, si posible todos los días, es lo que lleva al chico a este rincón tan exquisito que es la aventura del saber, del conocer y descubrir. Además, si encima los papitos y las mamitas comparten el momento de lectura de un libro con los chicos están estableciendo un lazo especial entre ambas partes. Decía Albert Einstein: «Si quiere que sus hijos sean brillantes, léales cuentos de hadas. Si quiere que sean aún más brillantes, léales aún más cuentos de hadas»

Un buen lector no nace, se hace, el interés por la lectura se debe inculcar a un bebé
desde la cuna y tratar, con persistencia y dedicación, que se convierta en un hábito. Es fundamental para los niños que aprendan a buscar conocimientos mediante la lectura desde la más temprana edad. Los niños deben oír historias lo antes posible. No es necesario esperar a que un niño lea para que él pueda tener contactos con los libros. Hay libros para todas las edades. Libros sólo con imágenes, para que los papitos vayan indicando el nombre de cada imagen y haciendo que el bebé lo repita, hay libros con vocabularios, es decir que además de la imagen lleva también el nombre debajo de la misma, para que el bebé vaya visualizando las letras y las palabras. Y los libros con texto e ilustraciones para los niños que ya saben leer.

Los papitos de niños que todavía no saben leer deben leer una y otra vez lo que sus hijos les piden. No deben limitar sus gustos. Que ellos lean lo que les interesan, sea lo que sea. Los padres deben valorar el momento de lectura de los hijos. Valorar y diversificar los temas hablando de ellos con los niños, favoreciendo todo tipo de libro, sea del material que sea (tela, cartón, plástico, etc.), y valorar el tiempo que los niños se dedican a la lectura. Los beneficios del libro para los niños son incalculables y para toda la vida. Lleva al niño a querer leer, a buscar saber, a adentrarse en el mundo del arte, del dibujo y de la imagen a través de las ilustraciones. Aumenta su habilidad de escuchar, desarrolla su sentido crítico, aumenta la variedad de experiencias, y crea alternativas de diversión y placer para él.

De paso, el niño aprende a convertir fácilmente las palabras en ideas, imagina lo que no ha visto y hace con que consiga husmear en la situación emocional del personaje, probando sensaciones como el peligro, el misterio... El niño se divierte o llora a través de los libros. Aparte de esto, el niño aprende valores comunes. El de ser un niño bueno y amigo, por ejemplo, con Peter Pan. El niño desarrolla conciencias conociendo a sí mismo, formando criterios, sin contar que le ayuda a escribir y a relacionarse mejor socialmente.

Hoy día parece ser que el interés por la lectura ha experimentado un crecimiento por parte de los niños. Las editoriales de libros infantiles no solo aumentaron la cantidad de productos como también mejoraron su calidad. Si damos un paseo por las librerías y bibliotecas infantiles, podemos encontrar una infinidad de libros vestidos con las más curiosas ilustraciones, rellenos de los temas más interesantes... ¡Cada día son más irresistibles!

Caricias Calientitas, invita a todos los papitos, mamitas, hermanos mayores, adultos a cargo de los pequeños, a que estimulen el habito de la lectura en los niños desde bebés, y ellos estarán sumamente agradecidos por el resto de sus vidas. Mas cuentos, menos televisión, mas actividades en el parque, la playa, mas tertulias familiares.

Con Caricias Calientitas