Ser madre es la tarea más dulce, en la vida de una mujer, claro sin desconocer que también es difícil. Tal vez por eso muchas mujeres dudan si están o no preparadas para ello. Durante la dulce espera, o sea el tiempo de gestación, además de las emociones y de las expectativas, también surgen dudas en cuanto al parto, al dar o no el pecho al bebé, o si sabrá controlar los llantos del pequeño. Dudas como estas siempre rondarán las cabecitas de muchas mamitas. Para despejar esas inquietudes, lo mejor es buscar estar más preparada a todo. Preguntar al médico sobre los cursos de preparación para el parto, y los que también dan informaciones acerca de los cuidados y las técnicas correctas para dar el pecho. Y la verdad a medida que pasa el tiempo las mamitas van aprendiendo con la experiencia.
El trabajo de parto es una de las principales preocupaciones de la mujer embarazada, especialmente de las que son primerizas; ser mamita es un trabajo que se aprende con la práctica, y prepararse para el parto es una cuestión de informarse para que puedan estar más tranquilas. Aunque se desconozca acerca del proceso y de las etapas del parto, los cursos de preparación para el parto pueden ayudar en este sentido. También hay que conocer los alternativos métodos de parto, y hablar con el médico acerca del parto que le es más conveniente. Existen llamados universales al parto como las contracciones cada 5 o 10 minutos, romper la placenta y la expulsión de un líquido de color marrón verdoso oscuro con manchas, este fantástico momento de abrazar ya al bebé suele durar de 8 a 12 horas. Claro que existen excepciones. Todo depende del estado de la mamita y del bebé. El trabajo de parto se inicia con las primeras contracciones provocadas por la reducción del cuello uterino hasta que este desaparezca por completo. Las contracciones suelen ocurrir cada 20 ó 30 minutos, con una duración de 15 a 20 segundos cada una. Una vez desaparecido el cuello del útero, las contracciones aumentan debido a la dilatación progresiva del cuello que deberá presentar una apertura máxima de 10 cm para que pueda dar paso al bebé. Hasta que el bebé salga, este proceso suele durar aproximadamente de 6 a 8 horas, dependiendo si es o no el primer parto de la mamita. Se siente una sensación de calor, estiramiento y ardor en la vagina, acompañado de sudoración alrededor de la boca, cuando el cuello alcance los 10 cm de dilatación, se inicia el proceso de expulsión del bebé, hay quienes aseguran que el momento del nacimiento es “orgasmal”. En este momento preceden dolores, pero el sentimiento de alivio será intenso y la mamita puede disfrutar de la alegría porque, ¡el bebé acaba de nacer! El parto se termina con la expulsión de la placenta.
Una buena clase de preparación para el parto puede ser aconsejada por el médico
o por el hospital donde nacerá el bebé. Hay que acudir a los cursos, hablar con la instructora, asegurar que el horario es adecuado para los papitos, las clases ayudan a aprender técnicas de respiración y relajación que se deben utilizar para aliviar los dolores de la mamita durante el proceso de parto. Hoy en día estos cursos se toman con varias parejas de manera que se esta acompañada, situación que produce seguridad y tranquilidad. Cada parto es distinto y no se puede generalizar. Después del parto la mamita estará en observación para asegurarse de que no existen problemas. Le medirán la temperatura, el pulso, la respiración y la presión. Si su estado está dentro de la normalidad ya podrá empezar a dar el pecho al bebé. En realidad, el mejor trabajo de parto no tiene que ver con una fórmula mágica, sino que debe responder a los deseos y fantasías de la mamita gestante, por lo tanto, el mejor parto es el que más se disfruta o el que menos se padece. Soñar con el momento del nacimiento es entrar en un túnel hacia el futuro en donde se mezclan un poco de realidad y un poco de fantasías. La mamita puede crear su propia historia desde lo que conoce. Utilizar las experiencias buenas y desechar las que no fueron tan buenas. La forma de vivir el trabajo de parto tiene que ver con la personalidad, con lo preparada que se esté para recibir al tesoro mas grande que alguna vez existió; y también con el umbral del dolor. Tal vez el secreto esté en amigarse con las contracciones y dejarlas que ayuden a la hora de completar la dilatación y la expulsión del recién nacido. Algo como: “Gracias contracción por ayudarme a dilatar el cuello del útero y permitirme tener fuerzas para sacar a mi bebé” De todos es bien sabido que ¡sin contracciones no hay parto! Las mamitas como una preparación emocional pueden soñar, imaginar el momento del parto que les encantaría tener, la actitud que le gustaría expresar al bebé, es como inventar un cuento del nacimiento que se quiere para ese hijo.
El amor no es tema exclusivo de los enamorados, el amor debe impregnar,

Con Caricias Calientitas. http://youtu.be/DdJvQkYSWL0
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