jueves, 19 de abril de 2012

OFICIOS PARA LA FELICIDAD


Afortunadamente son pocos los papitos que desean que sus hijos cumplan los sueños que ellos vieron frustrados, bailarinas, médicos, ingenieros, químicos, o en otros casos quieren y desean casi imperativamente que sus hijos continúen con la tradición familiar de ser y hacer …., en ambos casos se olvidan que los hijos son autónomos y también tienen sus propios sueños que cumplir.

En la primera infancia los niños tienen otros objetivos y sueños como jugar con sus amigos, no se interesan en nada de lo que es el oficio o profesión de sus papitos, y los papitos se olvidan de eso, y continúan diciéndole que tú serás un gran… si bien el ejemplo es el mejor maestro, aquí conviene recalcar que hay que educar y dar ejemplo de lucha para cumplir sus propios sueños.

Entonces se recrean casos en que los niños desde la primera infancia, se les enfoca estrictamente en un tema específico, incluso los papitos llegan a enojarse cuando los pequeños se rebelan; casos como comprarles patines sofisticados antes de nacer porque tiene que ser campeón de patinaje? Por favor, llegado el momento es probable que el niño se rehúse a patinar, y en ocasiones estas situaciones llegan a enfermar al niño, peor aún se siente rechazado por no cumplir la voluntad de los papitos.

Son numeroso los ejemplos que vemos sobre este traslado inadecuado de sueños y deseos, las mamitas que no comen verduras y quieren y obligan a sus hijos a comerlas; todas estas actitudes escudadas en la “buena intención” de desear lo mejor para sus hijos, o que no se vean abocados a situaciones como las que les tocó vivir a los papitos. A la postres esto se vuelve una obsesión, que genera en el niño ansiedad, estrés, enojo, inconformidad, peor aún y sin exagerar puede desembocar en un resentimiento del hijo al padre.

Hay que dejar que los hijos tengan sus propios sueños, de tal manera que su vida resulte absolutamente acorde con sus sueños. Si no da justo en el blanco, por lo menos habrá puesto la mira en la dirección correcta. Incluso los oficios o profesiones a que se decidan los hijos pudieran estar distantes de la tradición familiar y de los sueños no cumplidos de los papitos. Obviamente los papitos buscan proteger a sus hijos, pero por qué deben renunciar a sus “mejores años” para estudiar cosas que apenas les interesan? ¿Acaso aprovecharán así su tiempo? ¿Por qué enseñarles a dejar de lado sus inclinaciones?

Son los audaces, y no los sumisos, quienes llegan más lejos en tiempos difíciles. El miedo no conduce a ninguna parte; el entusiasmo puede llevarnos a todos lados. Son esos papitos los que sienten orgullo cuando sus hijos se convierten en “pilotos militares” o autodidactas en seguridad informática en telecomunicaciones, sin ningún antecedente familiar ni social, ayudarlos a tomar las decisiones correctas es posible, pero sólo si se ha mantenido con ellos una relación de apoyo, y no impositiva desde la primera infancia. A pesar de que si bien son muy chicos, hay que dejarlos y estimularles el desarrollo de sus aptitudes y cultivar su pasión y talento natural por lo que se inclinen.

Ese es rol de los educadores para la felicidad, la vida se encarga de confrontarles su realidad en su debido momento, seguramente sus sueños demandarán sacrificios, sufrimientos como el “piloto militar”. Sin embargo, hay que dejar que descubran sus límites, intentando algo, esto es mejor a que nunca tome riesgos por los miedos de los papitos.

Hoy Caricias Calientitas se inspiró en el “piloto militar” y un autodidacta de seguridad informática, chicos jóvenes que se aferraron a sus sueños, lucharon y fueron apoyados mejor aún son apoyados por su familia.

Respetamos sus sueños, los acompañamos y hoy están hechos realidad. Felicidades mi Piloto favorito y mi programador genio!

Con Caricias calientitas

1 comentario:

  1. Completamente de acuerdo! continuamente los padres queremos que los hijos realicen lo que fue nuestro sueño y no los dejamos vivir su propio sueño! que lamentable! pero esta entrada servirá para que los papis reflexionen. Un beso preciosa!

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