lunes, 29 de septiembre de 2014

MAMÁS PARA LA FELICIDAD

Todas las mamitas alguna vez en la vida, pasan por ésta gran etapa, que además de la gran responsabilidad que trae para los respectivos papitos, que jamás han sido padres, son los únicos responsables de que los hijos sean felices, bien educados, sean buenas personas, pues como todos saben hoy en día la mayoría de las mujeres trabajan, y por ende no hay mucho tiempo para los hijos, muchos mas si los papitos son divorciados.

Entonces, el "stress" se acumula generando una variedad de problemas rutinarios, que son reflejados en el hogar en el momento en que se llega a la casa. Y… por su puesto a quien le absórbelos es la niñ@, y claro los chic@s no quieren que la persona que los críe, sea una molestosa y amargada estresada. Las mamitas al igual que los hijos también están aprendiendo, en el momento, en que uno se vuelve madre, se sigue siendo la misma persona con o sin experiencia de criar. Entonces, se piensa que por uno ser mayor y haber vivido mucho más, es correcto! Pero al igual que ellos están aprendiendo a ser hijos, las mamitas también está aprendiendo a ser madres, y las mejores. Ojo las mamitas y tienen mucha experiencia pero…en ser madres aun les falta y sobre todo con el primer hijo. Lo importante está en: ¡no ser tan sólo una simple mamá!, porque mamá lo puede ser cualquiera sino en ser: LA MEJOR MAMÁ, dulce, responsable, amorosa, cuidadosa, alegre, feliz, etc.

Las mamitas deben aprender a dar respuestas completas, es a un simple "NO",
agregarle una razón, que supero el “porque yo lo digo y basta”. Siguiendo éste mal ejemplo de dar sólo como respuesta un "no", los hij@s nunca comprenderán el por qué… Bueno tampoco se trata de decirles siempre "SI"; sino que cuando las mamitas utilicen un "NO", le expliquen el por qué no hacer tal cosa. Ellos entienden poco a poco la situación, y no toman nunca una actitud de rebeldía y de incomprensión.

Como dice khalil Gibran los hijos no son de nadie, se refiere a que ellos necesitan de su libertad, para el aprendizaje, y para que sepan desenvolverse ante la vida. No podrá entonces, mantenerlos sometidos, sin derecho a opinar, sin derecho a salir a jugar; dependiendo de la etapa de vida que estén transcurriendo; ya que en la mayoría de los casos, según la personalidad de cada quien, toman comportamientos poco adecuados. Las mamitas deben pensar antes de hablar al igual que todos los seres humanos, pero hay que pensar muy bien lo que se les dice a los chicos, por ejemplo: “cuando seas grande lo entenderás” a todos nos han dicho esas palabras, y aunque en ciertas ocasiones no es correcto que los pequeños entiendan tantas cosas, la mamita si puede buscar una respuesta a su tamaño, claro que se puede, porque si no lo hace la mamita: se lo enseña, dirá o señalará otro. Las mamitas no alimentan dudas en la mente del niñ@, porque buscará seguramente la forma de averiguarlo, y quizás caiga en manos de algún manipulador. La mamita debe asegurarse de que esté bien informado y no permitir que se forme un tabú.

Las mamitas deben evitar que los niñ@s presencien peleas fuertes entre los papitos, pues estas situaciones, los afectan mentalmente y psicológicamente a ellos que están aprendiendo a crecer, a vivir y a tener personalidad propia. Pueden entrar en un estado de crisis ó de gritos, al ver que no hay amor. Hoy en día se viven situaciones "de todo un poco" pero es necesario que desde pequeños, ellos sepan las diferencias entre lo "bueno" y lo "malo"; y la mamita se encarga con su ternura que sea de buena manera. Nunca hacer que ellos sientan que los dejan de querer por más brava que pueda estar la mamita, y mucho menos, pegarles. La idea es que las mamitas siempre quieren lo mejor para sus hijos, quieren niños felices.

Hablarles de todo, y que ellos mismos se den cuenta de que es así. Que ellos tengan sus propias experiencias y sus propios retos. Todos tenemos incentivos hacia lo desconocido, lo nuevo ó la aventura. Dejar entonces que ellos divaguen por el mundo con sus fantasías, y su imaginación. Mamitas ábranle puertas y con ejemplo enséñenles a ser felices.

Las mamitas  también trabajan, estudian, comparten con sus hijos, mantienen el
orden en el hogar y también aprovechan el tiempo que les sobra para divertirse. Ha cambiado el ejercicio y la concepción de la maternidad. Cada vez se va mitificando más esa idea de la mamita abnegada y dedicada a sus hijos completamente y que ese era su único horizonte y perspectiva en la vida. Cada vez hay mas mamitas que hacen muchísimas cosas al mismo tiempo, que se mueven en el ámbito laboral, en la vida académica, que al mismo tiempo se dedican a sus hij@s, todas las actividades con la pareja, etc, y es que las mamitas están terminando con ese estigma que las distinguía por el privilegio de la maternidad. A las abuelitas, la mayoría les tocó todavía la época de tener 10 hijos en promedio, en un ámbito mucho menos urbanizado, eran pocas las que estaban insertadas en el mercado laboral, eso les permitía dedicarse más a las labores del hogar.

La maternidad es una tarea que pone a prueba innumerables virtudes. Una buena mamita es generosa con sus hijos, cariñosa, dedicada y los ama desinteresadamente. En ciertos casos prefiere dejar a un lado sus intereses por los de sus hijos, porque para ella ellos son su primera prioridad. Pero no siempre es fácil llevar a cabo esta labor que exige tanto sacrificio. Es por esto que vale la pena hacer una pausa de vez en cuando y evaluar qué tal lo están haciendo como mamás. Aunque la maternidad parece algo tan natural y propio de la mujer, es imposible describir esta tarea en un manual. Una cosa es la crianza del niñ2, su alimentación, horas de descanso, el baño, su estimulación adecuada y oportuna, para la cual existen innumerables ayudas. La labor de una mamita, no se limita solo a suplir las necesidades físicas del niñ@. La verdadera tarea está en darle al hij@ el amor, los valores y las herramientas necesarias para que se forme como un gran ser humano feliz.

Hay mamitas que quieren desempeñar su papel tan bien, que sin darse cuenta se vuelven aprensivas y súper protectoras de sus hij@s, hasta el punto de obstaculizar su desarrollo como personas independientes, y los limitan en sus procesos de desarrollo. Existen otras, sin embargo, que "pecan" de todo lo contrario y con la excusa de que es por amor, permiten que sus hijos actúen sin control sin saber decir NO cuando es necesario. Demostrar amor a los hijos no es permitirles todo lo que se les antoje, sino ser conscientes de lo que es bueno y malo para ellos y saber imponerles estos límites con una actitud firme pero amorosa.

Cualquier día  brinda la oportunidad de evaluar el trabajo de las mamitas para seguir siendo cada día mejores; existen millones de definiciones para catalogar a una excelente mamita, Caricias Calientitas recopilo algunas de ellas, para resaltar la labor de una buena mamita:

Buena mamita es aquella que… Al menos una vez al día le dice a sus hijos cuanto los quiere y es afectiva con ellos. Que es capaz de mantener la calma y transmitirla a sus hij@s cuando estos se encuentran en dificultad. Trata de no discutir con sus hijos ni ponerse a su altura, conservando la calma y la sensatez cuando hay que llamarles la atención. Tiene claro los valores que quiere fomentar en sus hijos y actúa consecuentemente, con buen ejemplo. Es capaz de dejar lo que está haciendo si un hijo le pide hablar o jugar con él/ella. Nunca compara ni muestra preferencia por alguno de sus hijos. Tiene una buena comunicación con sus hijos. Sabe diferenciar entre ser mamita y compañera de sus hijos. Aunque esté muy enojada, evita descalificar a sus hijos. Reconoce cuando se equivoca y sabe pedir disculpas a sus hijos. Es capaz de intuir cuando un hijo tiene un problema y le da el soporte que necesita. Evita ser aprensiva con sus hijos. Estimula en sus hijos una imagen paterna positiva. Evita "sermonear" como la principal forma de educar. Estimula la sana autonomía en los hijos. Es paciente en casa y en situaciones de presión que involucren a los hijos. Acepta y ama a sus hijos con sus debilidades y fortalezas. Evita gritar en casa, aunque esté muy estresada. Se gana el respeto de sus hijos sin ser autoritaria. Genera en casa una "atmósfera" de acogimiento, respeto y alegría. Disfruta sus ratos libres compartiendo con los hijos. Se preocupa por el desarrollo integral de sus hijos y se mantiene al tanto de su adelanto en el jardín y otras actividades. Se siente orgullosa por los logros de sus hijos. Cuando es necesario, pone en segundo plano sus necesidades por las de sus hijos.
A todas y cada una de la Mamitas, Caricias Calientitas les desea que la fuerza del
amor se convierta en su principal inspiración para seguir ejerciendo la dulce tarea de ser madres.

Con Caricias Calientitas

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