martes, 7 de junio de 2011

FIGURAS PARA LA FELICIDAD


La obesidad hoy es una enfermedad catalogada de epidemia en el mundo; y la mejor forma de luchar contra la obesidad es prevenirla, y esa prevención debe hacerse desde el principio, hasta el punto que comenzar a los tres años puede ser demasiado tarde; existen también numerosos estudios que demuestran que a los 3 ya los chicos tienen un perfil de habito alimenticio, y que si son malos, pueden ser responsables de que casi uno de cada tres niños de entre 3 y 12 años tenga sobrepeso u obesidad.

También existen funciones, organizaciones, incluso las políticas estatales le apuestan a la prevención del sobrepeso y la obesidad infantiles, a través de planes, campañas, talleres para mamitas y papitos, cartillas, en fin, pero tristemente, en la calle, parques, playas se ven muchos niños obesos, en su casa escasean las verduras, las frutas, los cereales, las proteínas, mas bien abundan las gaseosas o refrescos, sodas, los dulces a libre elección, la comida chatarra, los paquetes de chitos, de papitas, en fin comida chatarra abunda en las despensas, y los fritos!

Todos los programas existentes le apuestan a una dieta que sea consecuente con hábitos saludables, que les permitan evitar el sobrepeso. Y esto desde bebés, porque hoy en día hay que empezar desde la gestación la mamita debe ingerir una dieta balanceada saludable, lo que viene a continuación es aterrador, el bebé, que le dan jugos pasados de azúcar, le ponen azúcar en la lengua, en los chupetes, y si tiene diarrea se la controlan con coca-cola ah? Por favor! Los papitos y las mamitas desean atiborrar de comida a los chicos, les parece que gordo es sinónimo de salud, y eso es falso, los papitos y educadores deben aprender a escuchar al niño: cuándo tiene hambre y cuándo está saciado, el aprendizaje de nuevos sabores... Siempre, basándose en el vínculo afectivo con el bebé para ir estableciendo costumbres saludables desde los primeros meses de vida, cero dulces, es que un bebé de cuatro meses comiendo bombones, por favor! Dicen los estudios realizados en los últimos años que... “los hábitos de vida saludables se instauran desde edades muy tempranas".

Obviamente aquí el ejemplo es vital, los papitos y mamitas deben estar convencidos de la importancia de hábitos saludables. Los papitos se pueden ayudar con rituales fáciles como: Fomentar la lactancia materna en el lactante, incorporar la alimentación “complementaria” a la edad adecuada y no hacerlo precozmente y mucho menos introducir fritos, gaseosas, sodas, refrescos, dulces; participar durante la alimentación del niño, saber poner límites y compartir en familia, proveer una alimentación balanceada que incluya todos los grupos de alimentos que contemplen las necesidades energéticas y de nutrientes según la edad, disminuyendo el consumo de bebidas azucaradas, golosinas, galletitas dulces, comidas rápidas y snacks salados y otra vez predicando con el ejemplo, seleccionando alimentos saludables y consumirlos en forma lenta y moderada.

La obesidad infantil está recibiendo más atención por parte de la comunidad médica que en el pasado. Junto con otros problemas de salud relacionados con el peso, la diabetes tipo 2 se está volviendo cada vez más común entre los niños. Prevenir la obesidad en los niños es un acto de amor responsable! La idea de la obesidad en bebés es difícil de comprender: un bebe gordo es un bebé saludable, ¿no? Parece absurdo discutir problemas de peso en bebés, pero es una realidad. De hecho, los problemas de peso de los adultos ahora se vinculan a la obesidad infantil. Los hábitos alimenticios como adultos están, en parte, determinados por cómo nos alimentaron cuando éramos bebés. La alimentación con leche de fórmula rica en carbohidratos durante las primeras semanas de vida en combinación con la introducción de jugos y alimentos sólidos a una edad temprana parecen ser un factor importante en la obesidad infantil. A diferencia de la leche materna, la leche de fórmula no cambia a medida que se desarrollan las necesidades nutricionales del bebé. Y el afán de que el bebé deje el biberón (o el pecho) y comience a ingerir alimentos sólidos y más convenientes es una urgencia importante en el ajetreado y estresante modo de vida actual.
Prevenir la obesidad en bebés significa volver a lo esencial. Idealmente, los bebés sólo deben alimentarse con leche materna durante los primeros seis meses, y luego deben introducirse gradualmente alimentos sólidos durante el año siguiente. Mientras se introducen los alimentos sólidos, la lactancia debe continuar. Lo interesante de los niños es que están más dispuestos a seguir el ejemplo que a hacer lo que se les dice. Si le dice a su hijo que coma una merienda saludable pero si la mamita come galletas pues el hijo quiere galletas! Hay que repetirlo, las familias son responsables de inculcar en los chicos hábitos alimenticios saludables y seguirlos en compañía. Los hábitos alimenticios y de estilo de vida adquiridos durante la niñez nos afectan a lo largo de nuestras vidas. A menos que se les enseñe a los hijos hábitos alimenticios saludables a una edad temprana, asegurarse de que coma de manera adecuada es casi imposible.

La tele también influye, o los juegos en la computadora durante cuatro horas o más al día tienen más probabilidades de tener sobrepeso que los que realizan estas actividades por menos cantidad de horas. Pero antes de culpar a la televisión y a las computadoras, los papitos deben fijarse en sus propios hábitos; un adulto “promedio” también pasa cuatro horas al día frente al televisor o la computadora, esto no es un buen ejemplo. Cambiar la televisión y la computadora por juegos activos es una buena medida para prevenir la obesidad en los niños, pero probablemente no tendrá éxito a menos que los papitos, participen en esos juegos activos también.

La comida chatarra está en cualquier lugar: en el cine, en los centros comerciales e incluso en la cafetería de la escuela, en la publicidad y con “chantajes” por juguetes de encimas!. Este tipo de comida es rápida, económica, e incluso está de moda en las circunstancias adecuadas, los chicos y los adolescentes no pueden evitarla y los papitos no pueden controlarla.

Inculcar una alimentación saludable durante la primera infancia, es esencial y es mejor comenzar cuando todavía son bebés. A medida que los chicos hijos crecen, hay que explicarles conceptos como tamaño de la porción, consumo de calorías y opciones de alimentos saludables. Usar ejemplo es una buena ayuda: cada vez que el chico toma una decisión alimenticia saludable, felicitar, esto le causa una buena impresión. Evitar sermonear o agotar verbalmente a los chicos sobre el peso corporal. Esto no sólo tiene un impacto negativo en la autoestima, sino que probablemente los chicos contraatacarán dirigiéndose al refugio de comida chatarra.

La educación tantos de familias, educadores como chicos es fundamental. Las desventajas son muchas cuando los chicos se alimentan mal, en todo, huesos, caries, y la obesidad! Las loncheras, pueden llevar fruta, jugos naturales, eliminar de las loncheras las comidas chatarras es urgente, las loncheras deben incluir opciones de alimentos saludables.

Caricias Calientitas invita a las mamitas y los papitos a replantear los hábitos de alimentación y optar con amor, respeto, y mucho ejemplo una dieta saludable por el bienestar de sus chicos, por su felicidad!

Con Caricias Calientitas


2 comentarios:

  1. Gracias Tita. Afortunadamente soy de esas que comen sano, a pesar de que algunas veces me salgo de eso y me compro un chocolate, pero sufro mucho viendo como muchas mamás por comodidad dan de comer a sus hijos pura basura... Ojala se les enseñara a comer a los niños por razones físicas y espirituales...
    Un gran abrazo Tita la más bonita...;)

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  2. hoy quiero volver a terminar de leerte un besito

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