martes, 30 de junio de 2015

PADRASTRO Y MADRASTRA PARA LA FELICIDAD

La imagen de los padrastros y, sobre todo, de las madrastras, está asociada a relaciones negativas y, a menudo, invariables. Con frecuencia los niños los ven como “ladrones” del puesto que ocupan su papito o su mamita biológicos y relacionan a este nuevo personaje con una fuente de problemas y odiosas competencias. Son muchos los pequeños que se niegan a quererlos porque sienten que al mostrarles afecto traicionan a sus y por su puesto esta situación afecta desfavorablemente la felicidad e los chicos. Y si, además, la relación aparece después de la muerte de uno de sus papitos, la situación se complica aun más. La clave, aseguran los psicólogos, es ser pacientes y conceder a los niños el tiempo que necesitan para descubrir que esta nueva persona no es un nuevo papito o mamita, sino un miembro más de la familia que ayuda a formar un hogar.

Los cuentos han sido lo responsables, de presentarlo como seres malos, odiosos, regañones, que se empeñan en quitarles el cariño de su papito o mamita según sea el caso, esta imagen parece haber calado en los más pequeños generación tras generación. Es importante que el papito que tiene a su cargo la custodia se arme de paciencia, cariño y ternura para hacerles comprender con “actitud” que el nuevo personaje es un amigo jamás un enemigo. Por eso es importante que el nuevo miembro tenga buenas relaciones con el /la ex; así los chicos ven que la situación no es tan complicada. Es obvio que el nivel de facilidad o dificultad con la que el niño acepta la nueva figura del padrastro-madrastra es directamente proporcional al modo en que esta figura se introduce en su vida. Los niños tienden más a actuar que a explicar cómo se sienten y necesitan “asegurar” la atención y el cariño del papito o la mamita, a pesar de que éste tenga una nueva pareja; y como los cambio siempre generan ansiedad, hay que imaginar lo que pasa por la cabecita y el corazón de un chico que ahora se enfrenta a padrastros por partida doble, la pareja del papito y de la mamita…por esta situación es importante que el padrastro-madrastra e vaya introduciendo lentamente.

Sin embargo, a veces los padrastros asumen roles principales, ahora bien cada
chico es un mundo particular, las formulas mágicas no aplican, solo el respeto, la consideración, la amabilidad, son cualidades necesarias para que el proceso resulte exitoso; la actitud que los padrastros tienen ante el niño es vital para que éste lo acepte o rechace. No es sencillo para los padrastros saber cómo comportarse porque cada niño reacciona a su manera, tampoco quiere decir, ni mas faltaba que lo padrastro se impongan “nuevas personalidades”, para nada simplemente es actuar sacando a flote sus virtudes y cualidades, manteniendo su forma de ser, es que ellos está, en desventaja frente a tradiciones, costumbres, y los recuerdos de una historia en común, y deben esperar el transcurrir del tiempo y vivencias compartidas para poder generarlas y sentirse un "miembro de pleno derecho". Incluso en el caso de un papito o una mamita que haya fallecido, siempre son parte del pasado de los hijos y éstos necesitan que se les permita tener un vínculo o recuerdos de él o ella.

La prioridad de los padrastros siempre debe estar asociada a la educación para la felicidad, por lo tanto su ejemplo debe ser impecable, para encajar óptimamente en su nuevo rol, e ir desmitificando la mala fama de los padrastros y madrastras. Actuar con naturalidad y no querer representar el papel de "papito o mamita buen”@" porque los niños ya tienen un progenitor. Asumir primero su rol de pareja y luego el de padrastro-madrastra, de carácter obligatorio es ser “Honestos” con los chicos desde el principio, jamás aprovechar su posición para desmandarse en regaños y mucho menos golpes, sé que lo que voy a decir suena crudo e increíble, pero hoy en día se conocen casos de maltrato, abuso, con menores por parte de sus padrastros y peor aun con el consentimiento del progenitor; por su puesto la felicidad queda olvidada, ojala estos casos se denuncien y claro se eviten.

También hay que decirlo, existen algunas familias, donde esté proceso se da de manera “perfecta”; otras familias que se unen tras un segundo matrimonio son tan diferentes entre sí que lo mejor que pueden hacer es apretar los dientes y hacer un enorme esfuerzo para poder pasar juntos un largo fin de semana. Construir una relación de padrastro o madrastra con chicos pequeños es bastante diferente a entablar otro tipo de relaciones, de hecho, el chico ofrece una resistencia natural, y es el adulto él que tiene la responsabilidad de ir perneando sus afecto gradualmente y con sumo respeto, los chicos aún no entienden claramente que a su papito o mamita les gusta o están enamorados de una nueva persona, que es un perfecto extraño para el pequeño. Como se dijo anteriormente, cada situación es diferente, no existen fórmulas mágicas fáciles para que el padrastro o la madrastra sean aceptados. Otros chicos les toca un padrastro o una madrastra después de la muerte de uno de sus papitos, y como en todo algunos papitos tardan años en conocer y casarse con otra persona; otros se casan casi inmediatamente.

Hoy solo padrastros y madrastras, falta tocar el tema de “hermanastros”, medios
hermanos, celos, como dicen los tuyos, los míos y los nuestros, y tristemente, o desafortunadamente, los más afectados son los chicos en la primera infancia, y en la adolescencia también. Como siempre una amable invitación para que estos procesos no afecten la felicidad de los chicos, ojala llevar la fiesta en paz y alegría, y por sobre todo el respeto por los chicos y papitos ausentes.

Con Caricias Calientitas

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