Desde antes de nacer en el quinto mes y hasta los 6 años de edad, dicen los entendidos que todo niño es un genio en potencia; y a los 3 años se luce con todo su esplendor. Hay que tocar el tema del famoso hemisferio derecho que almacena numerosa información, ojo información, a granel, y es aquí cuando hay que ir con pies de plomo, pues una cosa es estimular y otra atiborrar de conocimientos “inútiles” en ese momento para el menor; es triste ver como los adultos convierten a los chicos en enciclopedias ambulantes, que en últimas son bufones de circo, feo lo siguiente, muy feo, van castrando, la inocencia, la creatividad, la dulzura, la ternura, por cerebros llenos de anaqueles, pequeños de 3 años que repiten porque eso hacen repetir, las capitales del mundo, hacen operaciones matemáticas insospechadas, repiten la tabla periódica de química ¿y?. El bebé el niño se extravió en un conocimiento inútil informativo, y claro que aprende incluso aprender a leer y a escribir, pero en su adolescencia son chicos que “detestan” ir a estudiar, es que los indujeron desde que nacieron; ejemplos en la historia muchos Mozart componía a los 3 años y medio, y dirigía orquestra a los 5 años. Todo Niño tiene el mismo potencial en esta y en otras inteligencias, el resultado depende de cómo y cuándo se lleve a cabo la estimulación y la orientación que se le de.
Todas las actividades cerebrales tienen un período de desarrollo y término. La estimulación de la inteligencia en los menores debe ser a temprana edad, lo antes posible, sin embutir, es que si bien cada chico es un genio en potencia, esa situación no le da derecho al adulto para que se ensañe en convertirlo en “superdotado”. Hay que dejarlos jugar, así de sencillo, jugar con ellos, que jueguen con otros chicos, leerles cuentos, curiosear, cantar, oír música, bailar, hacer castillos de arena, pintar, disfrutar el baño, la comida; todas estas acciones son estimulación adecuada para el conocimiento indicado, conocimiento que debe resultar útil para la felicidad del niño.
La verdad en la primera infancia se es una esponja, se absorbe todo, siempre que el mensaje sea claro, útil, y en lo posible amable, de lo contrario chicos presionados para aprender enciclopedias temáticas estarán aburridos. Importante anotar que la “sobre-estimulación” es una forma de maltrato pues obliga al pequeño a “recitar” una serie de palabras que para él son inútiles, y sin sentido. Los chicos necesitan alegría, capacidad de asombro, sorpresas, explorar el ante jardín, actividades compartidas que motiven y estimulen sus destrezas, su capacidad investigativa… es que resulta increíble que en pleno siglo XXI aún existan modelos de “Genios Vs bufones”. Algo triste, dicen los “híper doctores” que wao” aprenden a leer a los 2 años de corrido, wao que maravilla, no hay tal maravilla para saber leer hay que tener comprensión de lectura y un modelo sico-rígido jamás estimulará la lecto-escritura como una forma de ver, abordar y resolver la vida.
Educadores para felicidad, en este tema la tarea se hace exigente, pues hay que poner en la balanza “niños enciclopedia Vs Niños felices”.
Con Caricias Calientitas
Lo que sea cuando crezca y sea mayor, que lo haga con cuidado, con respondabilidad, alegría y sobre todo con mucho amor!!!
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