La hora de bañarse para los niños en su primera infancia, debe ser un momento de placer, y no una pesadilla envuelta en exagerados cuidados. La bañera bastará con que esté bien limpia. Hay cientos de productos en el mercado que aseguran ser implacables con los gérmenes. A la hora de enjabonar, pues los bebés recién nacidos no necesitan jabón, el jabón les reseca la piel, y los mas grandecitos se les debe enjabonar con productos supremamente suaves, al bebé o al niño, es mejor que sean las manos de la mamita las encargadas de bañarle, de pronto una manopla de algodón, y mucho cuidado con enjabonarlos muchos pues se vuelven resbalosos y puede suceder un accidente. La esponja no es recomendable ni para el cuerpo ni para la colita ya que por mucho que se enjuague y aclare, nunca estarás segura de que, entre sus múltiples poros, los gérmenes no se han quedado escondidos.
La mejor forma de enseñar higiene a los pequeñines, se aprende desde bebés, es hacerlo mediante el ejemplo. Asegurarse de que el chico se lava las manos después de usar el lavabo, y tener un taburete en el cuarto de baño para que él pueda usar mas cómodamente el grifo del lavamanos; existe la formidable costumbre de lavar la colita en el lavamanos después de hacer popis, de paso se evitan las quemaduras. Cuando los chicos son más grandecitos, pocos son los que disfrutan con el lavado del cabello. De este modo, hay que procurar reducir el conflicto manteniendo el cabello corto, usando un champú infantil que no arda en los ojitos, u ofreciendo incentivos cómo permitir que el niño le lave a la mamita el cabello y le haga peinados divertidos. Los bebés recién nacidos no necesitan shampoo. A los chicos mas grandes les encanta lavar sus muñecos y juguetes preferidos.
Bañar una chica es diferente a bañar un chico, lave toda la zona cubierta por el pañal ( y secarla con cuidado. Cuando el niño tenga tres o cuatro años de edad, el prepucio estará más suelto y podrá retirarse sin emplear la fuerza. El momento del baño es íntimo, no hay que invitar al vecindario, a la familia, para nada, es un momento de contacto de amor, de dulzura, de nanas tiernas de masajitos, de caricias. Y bueno hay que seguir unos pasos simples para que el baño sea todo un éxito, En los bebés ponerlos en un sitio seguro mientras se alistan las cosas, ojo con la temperatura del agua, con el codo se puede probar la temperatura del agua, antes de poner al bebé dentro del agua. El agua no debe estar tan caliente, mucho menos helada. Los bebés pueden sufrir quemaduras serias si el agua está muy caliente. Bueno las sonrisas son vitales en un baño reconfortante, hay que sonreírle al pequeño y contarle que se va a bañar con agua, repetir la palabra agua, resulta estimulante para el pequeño, pues muy rápido por sus sonidos guturales que los primeros el bebé sorprende diciendo agua..! Sonreírle y hablarle mientras se le quita la ropita, obviamente cuando es bebé hay que sostenerle la cabecita, y los hombros si el niño todavía no puede sentarse. Despacito hay que irlo metiendo en el agua, nunca soltar al bebé, siempre mantener una mano sobre él/ ella. Con la otra mano enjabonarlos suavemente y con muy poco, poco jabón, en la cabeza y la cara jamás jabón; con una prenda de algodón supremamente suave se limpia cara y cabeza; cuidadosamente se saca el chico del agua, y se envuelve en una toalla de uso personal, si el clima lo permite se puede acostar un ratito desnudo para que chapaleé con sus piernas y explore sus pies, hay que secarlo con suaves toques, y hablarle del pie, la manino, el ombligo..todo.
Ojo jamás por ningún motivo dejarlo solo en la bañera.. no y no, ni siquiera por unos segundos! Y cuando los que se bañan son niños mas grandecitos, hay que poner reglas, por ejemplo no pararse en la tina, pues puede resbalarse, el uso del jabón son sumo cuidado, pues pueden deslizarse y caerse y un bebé enjabonado es muy escurridizo; si resulta difícil bañarle en el lavabo sin hacerle daño con los grifos, hacerlo en la bañera grande es incómodo, de modo que es casi imprescindible disponer de una bañera especial para bebés.
En climas calidos o costeros el baño es casi regla dos veces al día, los chicos que van al jardín por la mañana y en la noche después de piscina y mar es obligatorio el baño; la costumbre del baño diario, realmente es conveniente en los niños, recordar que la piel tiene sus propios mecanismos de limpieza y el excesivo uso de jabón y shampoo pueden irritarla, especialmente en bebés que la tienen muy sensible y cuando se emplea agua demasiado caliente. Un breve baño diario en agua tibia es bueno y a muchos bebés les relaja, convirtiéndose en una rutina a la que pronto les cuesta renunciar; pero, especialmente al principio. Por supuesto, hay que lavarles tantas veces como sea necesario la zona del pañal, la cara, las manos, las axilas y los pliegues de la piel, o cualquier zona que se haya ensuciado. Los bebés agradecen la seguridad de lo rutinario; lo más habitual es bañarlos antes de la última toma del día, pero se puede hacer a cualquier otra hora si a los papitos les va mejor.
Desde luego, no es nada recomendable intentar bañar a un bebé que está llorando de hambre, en general, es mejor que el baño no sea después de las tomas, no por el riesgo de un corte de digestión, que sólo podría producirse si pasasen frío, sino porque suelen preferir dormir y también es fácil que los movimientos provoquen alguna regurgitación.
Los jabones y shampoo para bebés deben ser suaves, neutros o muy poco ácidos, para no modificar la acidez natural de su piel; cuanto más sencilla sea su composición y menos fragancias incorporen, mejor. Las cremas o leches hidratantes aplicadas después del baño son muy útiles para mantener la humedad de la piel, pero un bebé con una piel sana no las necesita. Las colonias ocasionan problemas con cierta frecuencia; si se desea utilizar alguna, es mejor aplicarla sobre la ropa del bebé que sobre su piel. Y en adelante que el baño se convierta en momento de dulzura, sueños, que tal pompas de jabón, pispirispis, cuantos, cantos!!!
Con Caricias Calientitas
Hay bebés que lloran cuando les quitamos la ropa para bañarlos, parece como si el bebé no le gustara el baño y presintiera que lo van a bañar; pero esto no es así, lo que sucede es que simplemente es sensible a los cambios de temperatura al desvestirlos para bañarlos.
La mejor forma de enseñar higiene a los pequeñines, se aprende desde bebés, es hacerlo mediante el ejemplo. Asegurarse de que el chico se lava las manos después de usar el lavabo, y tener un taburete en el cuarto de baño para que él pueda usar mas cómodamente el grifo del lavamanos; existe la formidable costumbre de lavar la colita en el lavamanos después de hacer popis, de paso se evitan las quemaduras. Cuando los chicos son más grandecitos, pocos son los que disfrutan con el lavado del cabello. De este modo, hay que procurar reducir el conflicto manteniendo el cabello corto, usando un champú infantil que no arda en los ojitos, u ofreciendo incentivos cómo permitir que el niño le lave a la mamita el cabello y le haga peinados divertidos. Los bebés recién nacidos no necesitan shampoo. A los chicos mas grandes les encanta lavar sus muñecos y juguetes preferidos.
Bañar una chica es diferente a bañar un chico, lave toda la zona cubierta por el pañal ( y secarla con cuidado. Cuando el niño tenga tres o cuatro años de edad, el prepucio estará más suelto y podrá retirarse sin emplear la fuerza. El momento del baño es íntimo, no hay que invitar al vecindario, a la familia, para nada, es un momento de contacto de amor, de dulzura, de nanas tiernas de masajitos, de caricias. Y bueno hay que seguir unos pasos simples para que el baño sea todo un éxito, En los bebés ponerlos en un sitio seguro mientras se alistan las cosas, ojo con la temperatura del agua, con el codo se puede probar la temperatura del agua, antes de poner al bebé dentro del agua. El agua no debe estar tan caliente, mucho menos helada. Los bebés pueden sufrir quemaduras serias si el agua está muy caliente. Bueno las sonrisas son vitales en un baño reconfortante, hay que sonreírle al pequeño y contarle que se va a bañar con agua, repetir la palabra agua, resulta estimulante para el pequeño, pues muy rápido por sus sonidos guturales que los primeros el bebé sorprende diciendo agua..! Sonreírle y hablarle mientras se le quita la ropita, obviamente cuando es bebé hay que sostenerle la cabecita, y los hombros si el niño todavía no puede sentarse. Despacito hay que irlo metiendo en el agua, nunca soltar al bebé, siempre mantener una mano sobre él/ ella. Con la otra mano enjabonarlos suavemente y con muy poco, poco jabón, en la cabeza y la cara jamás jabón; con una prenda de algodón supremamente suave se limpia cara y cabeza; cuidadosamente se saca el chico del agua, y se envuelve en una toalla de uso personal, si el clima lo permite se puede acostar un ratito desnudo para que chapaleé con sus piernas y explore sus pies, hay que secarlo con suaves toques, y hablarle del pie, la manino, el ombligo..todo.
Ojo jamás por ningún motivo dejarlo solo en la bañera.. no y no, ni siquiera por unos segundos! Y cuando los que se bañan son niños mas grandecitos, hay que poner reglas, por ejemplo no pararse en la tina, pues puede resbalarse, el uso del jabón son sumo cuidado, pues pueden deslizarse y caerse y un bebé enjabonado es muy escurridizo; si resulta difícil bañarle en el lavabo sin hacerle daño con los grifos, hacerlo en la bañera grande es incómodo, de modo que es casi imprescindible disponer de una bañera especial para bebés.
En climas calidos o costeros el baño es casi regla dos veces al día, los chicos que van al jardín por la mañana y en la noche después de piscina y mar es obligatorio el baño; la costumbre del baño diario, realmente es conveniente en los niños, recordar que la piel tiene sus propios mecanismos de limpieza y el excesivo uso de jabón y shampoo pueden irritarla, especialmente en bebés que la tienen muy sensible y cuando se emplea agua demasiado caliente. Un breve baño diario en agua tibia es bueno y a muchos bebés les relaja, convirtiéndose en una rutina a la que pronto les cuesta renunciar; pero, especialmente al principio. Por supuesto, hay que lavarles tantas veces como sea necesario la zona del pañal, la cara, las manos, las axilas y los pliegues de la piel, o cualquier zona que se haya ensuciado. Los bebés agradecen la seguridad de lo rutinario; lo más habitual es bañarlos antes de la última toma del día, pero se puede hacer a cualquier otra hora si a los papitos les va mejor.
Desde luego, no es nada recomendable intentar bañar a un bebé que está llorando de hambre, en general, es mejor que el baño no sea después de las tomas, no por el riesgo de un corte de digestión, que sólo podría producirse si pasasen frío, sino porque suelen preferir dormir y también es fácil que los movimientos provoquen alguna regurgitación.
Los jabones y shampoo para bebés deben ser suaves, neutros o muy poco ácidos, para no modificar la acidez natural de su piel; cuanto más sencilla sea su composición y menos fragancias incorporen, mejor. Las cremas o leches hidratantes aplicadas después del baño son muy útiles para mantener la humedad de la piel, pero un bebé con una piel sana no las necesita. Las colonias ocasionan problemas con cierta frecuencia; si se desea utilizar alguna, es mejor aplicarla sobre la ropa del bebé que sobre su piel. Y en adelante que el baño se convierta en momento de dulzura, sueños, que tal pompas de jabón, pispirispis, cuantos, cantos!!!
Con Caricias Calientitas
Hay bebés que lloran cuando les quitamos la ropa para bañarlos, parece como si el bebé no le gustara el baño y presintiera que lo van a bañar; pero esto no es así, lo que sucede es que simplemente es sensible a los cambios de temperatura al desvestirlos para bañarlos.
Que bonita la canción de bañar!!! y el tema que has tocado como siempre muy didáctico, gracias Tita por darnos la oportunidad de aprender y compartir.
ResponderEliminarAbrazossss!!!
Hola preciosa, pasaba a saludarte y desearte felices sueños...
ResponderEliminarUn fuerte abrazo..
Que tengas un lindo fin de....