La leche materna solo reporta beneficios al recién nacido, gracias a ella el bebé consigue desarrollarse adecuadamente a través de los nutrientes exclusivos que contiene esta leche, también se logra una maduración de su sistema inmunológico, algo muy importante para garantizar la salud del bebé y mil razones científicas, afectivas, económicas, practicas, higiénicas, y se podrían nombrar mas. Ahora un estudio nos desvela que es fundamental alimentar a los bebés prematuros con leche materna. Además de contribuir fundamentalmente en el proceso del desarrollo mental de los niños. .
Existen miles de estudios que galardonan a la lactancia materna con innumerables beneficios en el mejor desarrollo intelectual de los niños, que alcanza la edad adulta. La evidencia muestra que los bebés que se encuentran en las unidades de cuidados intensivos debido a su nacimiento prematuro, deberían alimentarse con leche materna para garantizar un mejor desarrollo tanto intelectual como físico.
Pero bueno hoy en día las mamitas se dan el lujo de elegir que tipo de lactancia quieren para su bebé, entre la lactancia materna y la lactancia artificial es una de las primeras decisiones que tienen que tomar los papitos, sopesan factores validos algunos y triviales otros, como: la estética del cuerpo de la mamita, la comodidad de poder dejar el bebé con otra persona y que sea alimentado a horas, la economía que representa la lactancia materna juega un papel importante en las mamitas mas pobres, porque vale decir que la lactancia artificial jamás igualará el contenido, proteínico y vitamínico de la lecha materna, por la tanto todos los esfuerzos por parecerse a la original es costoso. Vale traer a colación que la Academia Americana de Pediatría (AAP) coincide con organizaciones como la Asociación Médica Americana (American Medical Association, AMA), la Asociación Dietética Americana (American Dietetic Association, ADA) y la Organización Mundial de la salud (OMS) recomiendan la lactancia materna como mejor opción para alimentar a un bebé. La lactancia materna contribuye a la defensa contra las infecciones, a prevenir alergias y a proteger contra diversas afecciones crónicas.
Tan sencillo como que las mamitas deben alimentar a sus bebés exclusivamente con leche materna durante los primeros seis meses. A partir de ese momento, la AAP anima a las madres a continuar con la lactancia materna por lo menos hasta los 12 meses y durante más tiempo si tanto la mamita como el bebé así lo desean. Existen expertos que consideran a la leche materna como la mejor opción nutricional para los bebés, y bueno también hay que contemplar que no siempre la lactancia materna es posible. En muchos casos, la decisión de dar el pecho o el biberón al bebé se basa en criterios de comodidad y estilo de vida y en consideraciones médicas específicas.
Para las mamitas que no pueden amamantar a sus bebés o que deciden no hacerlo, las leches infantiles son una buena alternativa, sin embargo es mejor la lactancia materna, aparece el sentimiento de culpa, entonces en lo posible si el bebé se alimenta con leche artificial pues que la mamita sea quien le de su tetero a horas, convierta el momento en un ritual de afecto, dulzura, ternura, cariño, en fin hay que rescatar el vínculo emocional con el bebé y llega a ser muy fuerte si se lleva a cabo con el ritual descrito, hacer de ese momento un tiempo de gran conexión e intimidad entre la mamita y el bebé. La decisión de amamantar o dar el biberón a su bebé es una decisión personal. De todos modos, hay algunas consideraciones que tal vez valga tener en cuenta antes de decidir qué es mejor.
Amamantar a un bebé es una experiencia maravillosa tanto para la mamita como para el bebé. Proporciona una nutrición ideal y una experiencia de vinculación especial; sus ventajas saltan a la vista y están corroboradas científicamente, la protección contra las infecciones, pues los anticuerpos que la mamita le trasmite al bebé a través de la leche materna pueden ayudar a disminuir la incidencia de muchos trastornos, incluyendo: las infecciones de oído, las diarreas, las infecciones respiratorias y la meningitis. Hay otros factores que contribuyen a proteger a los bebés amantados contra las infecciones, al favorecer este tipo de lactancia el buen funcionamiento del sistema inmunitario, aumentando las defensas contra las infecciones y disminuyendo la proliferación de microorganismos nocivos como las bacterias y los virus. Y para los bebés prematuros y también los protege contra: las alergias, el asma, la diabetes, la obesidad, y el síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL), se puede concluir que los bebitos amantados por sus mamitas tienen menos infecciones y se tienen que hospitalizar menos frecuentemente que los alimentados con leche artificial.
Los componentes de la leche materna -lactosa, proteína (suero y caseína) y grasa a menudo denominados la "comida perfecta" para los bebés humanos, son fácilmente digeribles por el sistema digestivo, todavía inmaduro, del recién nacido, como quien dice que los bebés tienen menos problemas digestivos que los alimentados con leche artificial. La leche materna tiende a digerirse con mayor facilidad, por lo que los bebés amamantados tienen menos episodios de diarrea o estreñimiento.
La leche materna también contiene, lógicamente, muchas de las vitaminas y minerales que necesita un recién nacido. Una madre sana no necesita tomar ningún suplemento vitamínico o nutricional, exceptuando la vitamina D. La leche materna contiene algo de vitamina D y esta vitamina se fabrica en el organismo cuando la piel se expone a la luz solar. Pero, puesto que la exposición solar aumenta el riesgo de lesiones cutáneas, se recomienda minimizar esta exposición. Las leches comercializadas intentan reproducir los ingredientes de la leche humana y cada vez se están acercando más, aunque no han conseguido reproducir su composición exacta. ¿Por qué? Porque algunos de los componentes más complejos de la leche materna son demasiado difíciles de fabricar artificialmente y hay algunos que todavía no se han identificado.
La lactancia materna no cuesta ni un céntimo, es gratis y produce un grado de felicidad increíble, para educar en la felicidad y para la felicidad, la lactancia materna es una asignatura de obligatoriedad, siempre y cuando la elección no este comprometida con problemas físicos de la mamita; los investigadores han constatado que los bebés que se alimentan exclusivamente con leche materna tienen menos episodios de infección de oído. Esto implica menos visitas a la consulta del pediatra, lo que significa menor cantidad de copagos y menor necesidad de comprar medicamentos de venta con o sin receta médica. Asimismo, las mujeres que amamantan a sus hijos tienen que faltar menos al trabajo para cuidarlos cuando se ponen enfermos.
Por lo general, una mamita lactante necesita 500 calorías adicionales cada día para producir leche materna, lo que significa que deberá ingerir una amplia variedad de alimentos equilibrados. Esto permite que los bebés amamantados puedan probar diferentes sabores a través de la leche materna, pues esta sabe de forma diferente en función de lo que haya comido la madre. Sin tener que hacer carreras de última hora al supermercado, la leche materna siempre está disponible y lista para tomar. Y tampoco hace falta calentar biberones a media noche. A las madres que amamantan a sus hijos también les resulta más fácil estar activas –y entrar y salir de casa con sus bebés- sabiendo que podrán alimentarlos en cuanto los pequeños tengan hambre. Algunos estudios han constatado que la lactancia matera ayuda a prevenir la obesidad. Y los bebés y cuando son niños y adultos, que fueron alimentados con leche materna tienen un coeficiente intelectual más alto que los alimentados con leche artificial. Y beneficio divino, tierno casi indescriptible como el contacto piel a piel Las mamitas, disfrutan enormemente de la íntima conexión que establecen con sus bebés cuando los amamantan. Y el contacto piel a piel contribuye a afianzar el vínculo emocional que se establece entre mamita e hijo.
Y la mamita también tiene sus beneficios, claro que si, la capacidad de alimentar al bebé sin necesidad de administrarle ningún otro nutriente puede ayudar a una madre a ganar seguridad en sí misma sobre su capacidad para cuidar del pequeño. La lactancia también quema calorías y ayuda a que el útero se encoja tras el parto, de modo que las madres que amamantan a sus hijos recuperan la figura y pierden peso más deprisa, pero tristemente hay mamitas que sacrifican estos beneficios y mejor dejan de lactar y se meten en un quirófano, así mismo, los estudios muestran que la lactancia materna ayuda a reducir el riesgo de cáncer de mama y también es posible que ayude a reducir el riesgo de cáncer de útero y de ovarios.
A pesar de ser la mejor opción nutricional para los bebés, la lactancia materna también puede acarrear algunas preocupaciones que comparten muchas mamitas, aunque algunas le cogen el tranquillo enseguida, puede ser todo un desafío para otras. A veces, tanto la mamita como el bebé necesitan mucha paciencia y persistencia para habituarse a la lactancia materna. Pero generalmente, a la larga, los esfuerzos compensan con creces, tanto a la mamita como al bebé. Entre las preocupaciones más frecuentes de las madres, sobre todo durante las primeras semanas o meses de lactancia, se incluyen: Incomodidad y molestias, al principio, como ocurre con cualquier habilidad nueva, muchas mujeres no se sienten cómodas cuando dan el pecho a sus bebés. Pero, con información, apoyo y práctica, la mayoría de mamitas superan esta etapa. El punto fundamental es que la lactancia no debe doler. Y es cierto también que los bebés amamantados necesitan alimentarse más a menudo que los alimentados con leche artificial porque la leche materna se digiere más deprisa que la artificial. Esto significa que el bebé puede necesitar mamar cada dos o tres horas (tal vez más, tal vez menos) durante las primeras semanas de vida, esto puede ser agotador para la mamita, pero una vez la lactancia está bien establecida (lo que se suele conseguir aproximadamente al cabo de un mes), otros miembros de la familia pueden colaborar dándole al bebé biberones de leche que la madre se haya extraído previamente cuando necesite un respiro o deba reincorporarse al trabajo. Y los bebés no tardan mucho en alimentarse menos frecuentemente y en dormir toda la noche de un tirón (generalmente en torno a los tres meses). Asimismo, con un poco de organización y administrando bien el tiempo, resulta más fácil diseñar un horario de lactancia y extracción de leche que resulte manejable. Las mamitas que dan pecho deben tener cuidado con lo que comen y beben, puesto que pueden transmitírselo a sus bebés a través de la leche materna. Si una mamita lactante bebe alcohol, una cantidad reducida del mismo le llegará al bebé a través de la leche materna. Después de tomar cualquier bebida alcohólica, deberá esperar por lo menos dos horas antes de amamantar al bebé. El consumo de cafeína debería limitarse a no más de 300 miligramos (entre una y tres tazas de café) al día porque esta sustancia puede provocar problemas, como inquietud e irritabilidad, en los bebés. Algunos bebés son muy sensibles a la cafeína y tienen problemas incluso con cantidades menores.
La lactancia otro acto de amor, que fortalece la educación para la felicidad, un acto de amor que como todo lo de los bebés pasa rápido, por la tanto hay que disfrutar este maravilloso acto de amor! Este disfrute de animar a la lactancia materna esta inspirado en mis bebés Andrés y José que tomaron leche materna hasta el año y hoy con 27 y 25 años son inteligentes, creativos, seguros, armónicos, y sobre todo son felices, y tenemos una relación súper bonita.
Con Caricias Calientitas
Si todos los niños y niñas fueran alimentados exclusivamente con lactancia desde el nacimiento, sería posible salvar cada año aproximadamente 1.5 millones de vidas.
Existen miles de estudios que galardonan a la lactancia materna con innumerables beneficios en el mejor desarrollo intelectual de los niños, que alcanza la edad adulta. La evidencia muestra que los bebés que se encuentran en las unidades de cuidados intensivos debido a su nacimiento prematuro, deberían alimentarse con leche materna para garantizar un mejor desarrollo tanto intelectual como físico.
Pero bueno hoy en día las mamitas se dan el lujo de elegir que tipo de lactancia quieren para su bebé, entre la lactancia materna y la lactancia artificial es una de las primeras decisiones que tienen que tomar los papitos, sopesan factores validos algunos y triviales otros, como: la estética del cuerpo de la mamita, la comodidad de poder dejar el bebé con otra persona y que sea alimentado a horas, la economía que representa la lactancia materna juega un papel importante en las mamitas mas pobres, porque vale decir que la lactancia artificial jamás igualará el contenido, proteínico y vitamínico de la lecha materna, por la tanto todos los esfuerzos por parecerse a la original es costoso. Vale traer a colación que la Academia Americana de Pediatría (AAP) coincide con organizaciones como la Asociación Médica Americana (American Medical Association, AMA), la Asociación Dietética Americana (American Dietetic Association, ADA) y la Organización Mundial de la salud (OMS) recomiendan la lactancia materna como mejor opción para alimentar a un bebé. La lactancia materna contribuye a la defensa contra las infecciones, a prevenir alergias y a proteger contra diversas afecciones crónicas.
Tan sencillo como que las mamitas deben alimentar a sus bebés exclusivamente con leche materna durante los primeros seis meses. A partir de ese momento, la AAP anima a las madres a continuar con la lactancia materna por lo menos hasta los 12 meses y durante más tiempo si tanto la mamita como el bebé así lo desean. Existen expertos que consideran a la leche materna como la mejor opción nutricional para los bebés, y bueno también hay que contemplar que no siempre la lactancia materna es posible. En muchos casos, la decisión de dar el pecho o el biberón al bebé se basa en criterios de comodidad y estilo de vida y en consideraciones médicas específicas.
Para las mamitas que no pueden amamantar a sus bebés o que deciden no hacerlo, las leches infantiles son una buena alternativa, sin embargo es mejor la lactancia materna, aparece el sentimiento de culpa, entonces en lo posible si el bebé se alimenta con leche artificial pues que la mamita sea quien le de su tetero a horas, convierta el momento en un ritual de afecto, dulzura, ternura, cariño, en fin hay que rescatar el vínculo emocional con el bebé y llega a ser muy fuerte si se lleva a cabo con el ritual descrito, hacer de ese momento un tiempo de gran conexión e intimidad entre la mamita y el bebé. La decisión de amamantar o dar el biberón a su bebé es una decisión personal. De todos modos, hay algunas consideraciones que tal vez valga tener en cuenta antes de decidir qué es mejor.
Amamantar a un bebé es una experiencia maravillosa tanto para la mamita como para el bebé. Proporciona una nutrición ideal y una experiencia de vinculación especial; sus ventajas saltan a la vista y están corroboradas científicamente, la protección contra las infecciones, pues los anticuerpos que la mamita le trasmite al bebé a través de la leche materna pueden ayudar a disminuir la incidencia de muchos trastornos, incluyendo: las infecciones de oído, las diarreas, las infecciones respiratorias y la meningitis. Hay otros factores que contribuyen a proteger a los bebés amantados contra las infecciones, al favorecer este tipo de lactancia el buen funcionamiento del sistema inmunitario, aumentando las defensas contra las infecciones y disminuyendo la proliferación de microorganismos nocivos como las bacterias y los virus. Y para los bebés prematuros y también los protege contra: las alergias, el asma, la diabetes, la obesidad, y el síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL), se puede concluir que los bebitos amantados por sus mamitas tienen menos infecciones y se tienen que hospitalizar menos frecuentemente que los alimentados con leche artificial.
Los componentes de la leche materna -lactosa, proteína (suero y caseína) y grasa a menudo denominados la "comida perfecta" para los bebés humanos, son fácilmente digeribles por el sistema digestivo, todavía inmaduro, del recién nacido, como quien dice que los bebés tienen menos problemas digestivos que los alimentados con leche artificial. La leche materna tiende a digerirse con mayor facilidad, por lo que los bebés amamantados tienen menos episodios de diarrea o estreñimiento.
La leche materna también contiene, lógicamente, muchas de las vitaminas y minerales que necesita un recién nacido. Una madre sana no necesita tomar ningún suplemento vitamínico o nutricional, exceptuando la vitamina D. La leche materna contiene algo de vitamina D y esta vitamina se fabrica en el organismo cuando la piel se expone a la luz solar. Pero, puesto que la exposición solar aumenta el riesgo de lesiones cutáneas, se recomienda minimizar esta exposición. Las leches comercializadas intentan reproducir los ingredientes de la leche humana y cada vez se están acercando más, aunque no han conseguido reproducir su composición exacta. ¿Por qué? Porque algunos de los componentes más complejos de la leche materna son demasiado difíciles de fabricar artificialmente y hay algunos que todavía no se han identificado.
La lactancia materna no cuesta ni un céntimo, es gratis y produce un grado de felicidad increíble, para educar en la felicidad y para la felicidad, la lactancia materna es una asignatura de obligatoriedad, siempre y cuando la elección no este comprometida con problemas físicos de la mamita; los investigadores han constatado que los bebés que se alimentan exclusivamente con leche materna tienen menos episodios de infección de oído. Esto implica menos visitas a la consulta del pediatra, lo que significa menor cantidad de copagos y menor necesidad de comprar medicamentos de venta con o sin receta médica. Asimismo, las mujeres que amamantan a sus hijos tienen que faltar menos al trabajo para cuidarlos cuando se ponen enfermos.
Por lo general, una mamita lactante necesita 500 calorías adicionales cada día para producir leche materna, lo que significa que deberá ingerir una amplia variedad de alimentos equilibrados. Esto permite que los bebés amamantados puedan probar diferentes sabores a través de la leche materna, pues esta sabe de forma diferente en función de lo que haya comido la madre. Sin tener que hacer carreras de última hora al supermercado, la leche materna siempre está disponible y lista para tomar. Y tampoco hace falta calentar biberones a media noche. A las madres que amamantan a sus hijos también les resulta más fácil estar activas –y entrar y salir de casa con sus bebés- sabiendo que podrán alimentarlos en cuanto los pequeños tengan hambre. Algunos estudios han constatado que la lactancia matera ayuda a prevenir la obesidad. Y los bebés y cuando son niños y adultos, que fueron alimentados con leche materna tienen un coeficiente intelectual más alto que los alimentados con leche artificial. Y beneficio divino, tierno casi indescriptible como el contacto piel a piel Las mamitas, disfrutan enormemente de la íntima conexión que establecen con sus bebés cuando los amamantan. Y el contacto piel a piel contribuye a afianzar el vínculo emocional que se establece entre mamita e hijo.
Y la mamita también tiene sus beneficios, claro que si, la capacidad de alimentar al bebé sin necesidad de administrarle ningún otro nutriente puede ayudar a una madre a ganar seguridad en sí misma sobre su capacidad para cuidar del pequeño. La lactancia también quema calorías y ayuda a que el útero se encoja tras el parto, de modo que las madres que amamantan a sus hijos recuperan la figura y pierden peso más deprisa, pero tristemente hay mamitas que sacrifican estos beneficios y mejor dejan de lactar y se meten en un quirófano, así mismo, los estudios muestran que la lactancia materna ayuda a reducir el riesgo de cáncer de mama y también es posible que ayude a reducir el riesgo de cáncer de útero y de ovarios.
A pesar de ser la mejor opción nutricional para los bebés, la lactancia materna también puede acarrear algunas preocupaciones que comparten muchas mamitas, aunque algunas le cogen el tranquillo enseguida, puede ser todo un desafío para otras. A veces, tanto la mamita como el bebé necesitan mucha paciencia y persistencia para habituarse a la lactancia materna. Pero generalmente, a la larga, los esfuerzos compensan con creces, tanto a la mamita como al bebé. Entre las preocupaciones más frecuentes de las madres, sobre todo durante las primeras semanas o meses de lactancia, se incluyen: Incomodidad y molestias, al principio, como ocurre con cualquier habilidad nueva, muchas mujeres no se sienten cómodas cuando dan el pecho a sus bebés. Pero, con información, apoyo y práctica, la mayoría de mamitas superan esta etapa. El punto fundamental es que la lactancia no debe doler. Y es cierto también que los bebés amamantados necesitan alimentarse más a menudo que los alimentados con leche artificial porque la leche materna se digiere más deprisa que la artificial. Esto significa que el bebé puede necesitar mamar cada dos o tres horas (tal vez más, tal vez menos) durante las primeras semanas de vida, esto puede ser agotador para la mamita, pero una vez la lactancia está bien establecida (lo que se suele conseguir aproximadamente al cabo de un mes), otros miembros de la familia pueden colaborar dándole al bebé biberones de leche que la madre se haya extraído previamente cuando necesite un respiro o deba reincorporarse al trabajo. Y los bebés no tardan mucho en alimentarse menos frecuentemente y en dormir toda la noche de un tirón (generalmente en torno a los tres meses). Asimismo, con un poco de organización y administrando bien el tiempo, resulta más fácil diseñar un horario de lactancia y extracción de leche que resulte manejable. Las mamitas que dan pecho deben tener cuidado con lo que comen y beben, puesto que pueden transmitírselo a sus bebés a través de la leche materna. Si una mamita lactante bebe alcohol, una cantidad reducida del mismo le llegará al bebé a través de la leche materna. Después de tomar cualquier bebida alcohólica, deberá esperar por lo menos dos horas antes de amamantar al bebé. El consumo de cafeína debería limitarse a no más de 300 miligramos (entre una y tres tazas de café) al día porque esta sustancia puede provocar problemas, como inquietud e irritabilidad, en los bebés. Algunos bebés son muy sensibles a la cafeína y tienen problemas incluso con cantidades menores.
La lactancia otro acto de amor, que fortalece la educación para la felicidad, un acto de amor que como todo lo de los bebés pasa rápido, por la tanto hay que disfrutar este maravilloso acto de amor! Este disfrute de animar a la lactancia materna esta inspirado en mis bebés Andrés y José que tomaron leche materna hasta el año y hoy con 27 y 25 años son inteligentes, creativos, seguros, armónicos, y sobre todo son felices, y tenemos una relación súper bonita.
Con Caricias Calientitas
Si todos los niños y niñas fueran alimentados exclusivamente con lactancia desde el nacimiento, sería posible salvar cada año aproximadamente 1.5 millones de vidas.
El tema musical del video lo escribió para su hija Milagros, Andrea Echeverry, colombiana, vocalista de la agrupación rokera "Aterciopelados" y ella es la interprente!
ResponderEliminarLas mamis tienen que tomar consciencia de que hay que dar de mamar a sus "retoños", no se que es lo que está ocurriendo que cada vez hay menos mamis realizando ésta bendita tarea, salvo especificaciones del médico (causa mayor)todas las mujeres son capaces de amamantar, creo que el tema de la estética (mal entendida) hace que las mujeres no quieran dar de mamar por mucho tiempo a los niños.
ResponderEliminarEs mi humilde opinión.
El video está fantástico.
Abrazos Tita!
Gracias!!!! Además ellas se lo pierden!!! Es un acto de amor indescriptible!!!
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