Leerle un cuento a un pequeño es la mejor forma de estimularlo, o para que se quede dormido, los expertos dicen que también ayuda a su creatividad, fomentar su capacidad de escucha y concentración. Cuando los papitos narran cuentos a sus hijos desde la primera infancia, están realizando actos de amor. Los cuentos abren las puertas de la imaginación, los sueños y las fantasías, de lo mágico, pues en ellos todo resulta posible: los animales pueden hablar, aparecen palabras mágicas para abrir puertas, esto contribuye a mantener la capacidad de asombro en los niños e incentivar su creatividad. A través de los cuentos los niños aprenden que en la vida existen los roles y de esta manera aumenta su capacidad para desenvolverse mejor en el plano social. Los cuentos presentan mucha información geográfica e histórica que ayuda a un niño a empezar a ubicar diferentes momentos históricos y a aprender de una forma amena datos de cultura general. Además, los cuentos muestran como en la vida se van presentando problemas y que con habilidad se pueden ir resolviendo.
Los papitos se deben esmerar por seleccionar los cuentos que presenten valores, personajes buenos, que le permitan al pequeño tener modelos a seguir. Hay que hacer altos para explicar que hay malos, y que son rechazados por malos; y por su puesto resaltar a los buenos, buscar identificaciones, aprovechar momentos de suspenso para hacerles caer en cuenta que todo en la vida trae consecuencias, tanto las malas actuaciones como las buenas. De todos es sabido que es sumamente importante que los niños adquieran el hábito de la lectura, pero la gran dificultad reside en la falta de conocimiento de muchos papitos en cómo situar a su hijo en este fantástico camino. El interés por la lectura puede ser sugerido al niño de una forma sencilla, espontánea y duradera. El niño que empieza a tener contacto con los libros desde muy pequeño, antes de aprender a leer, simplemente ojeándolos, según algunas investigaciones, se encuentra más preparado para tener éxito en los estudios y en la vida de una forma general. Aquí el ejemplo es vital, si los papitos no leen es casi imposible que sus hijos desarrollen el habito de la lectura; el acto de leer o simplemente de ojear un libro hace niños más inteligentes, imaginativos y creativos. Y eso es lo que se quiere para todos los chicos, la optima utilización del tiempo libre, desde bebés se empieza a construir ese fabuloso hábito, en el cuarto de todo chico debe haber una mini biblioteca.
Para empezar, es necesario que el chico vea a sus papitos y los adultos que lo rodean, siempre que sea posible, con un libro en la mano. Los niños sentirán más interés por leer un libro si ven que este hábito está presente en su entorno. Los niños son los máximos imitadores lo hacen con precisión y excelencia, es mas el juego nace de la imitación, es su forma de aprender. Si ellos notan que les gusta leer y que tratan los libros con cuidado y respeto, ellos probablemente, harán lo mismo. Es necesario que los papitos, y aquí los docentes estén convencidos de que la lectura debe ser empleada como una forma más de diversión y no como una obligación. Los libros no deben ser introducidos a la cotidianidad del niño solo cuando él esté aprendiendo a leer o solo cuando él ingrese en la escuela. El contacto con los libros debe empezar antes. Yo diría que desde bebés, con libros seguros, gruesos de una sola imagen, existen en el mercado pequeños y curiosos libros hechos con tela, e incluso con material plástico indicados para el juego a la hora del baño. Existen también pequeños diccionarios para que los bebés se vayan familiarizando con las palabras, las letras, relacionándolas poco a poco a la imagen. El secreto a esta edad, es hacer que el bebé vea el libro como un juguete más, con el cual puede aprender, tornarse mayor, descubrir, crear fantasías, y oír muchas historias interesantes y encantadoras. Al principio, hay que dar preferencia a los libros ilustrados, con pocas palabras, y hacer que el niño lo toque, lo acaricie, lo huela, y tenga todo tipo de contacto con ellos. Existen libros que contienen sonidos incluidos y también trozos de lana, y de otros materiales para que los bebés disfruten también con el tacto. ¡Los hay también con olores!
Cuando estén un poquito más grandes, lo ideal es leerles en voz alta, siguiendo siempre las historias del libro. Es de especial importancia el tiempo que se dedica para tomar a los pequeños para sentarlos en las piernas y compartir con ellos el placer de leer un cuento, lejos de las distracciones de la televisión. Empezar con los cuentos tradicionales, clásicos, pero fundamentalmente elegir libros que agraden a todo el mundo. Si un libro resulta aburrido, olvídelo y busque otro que sea interesante. Desde muy chicos ellos empiezan a identificar, por ejemplo un bebé gateador ya sabe cual es el cuento donde esta el gato, o el tren, libros de imágenes solamente para los bebés; el niño se familiariza con los libros en la medida que los mismos están presentes en sus cotidianidades, y ojo hay que hacer un ritual cada día, pues son los rituales los que se convierten en hábito; cepillarse los dientes por ejemplo.
Los chicos empiezan a tener su cuento preferido y piden una y otra vez que se les vuelva a leer y ojala los papitos y docentes se gocen la actividad de leerles cuentos, cambiando de voces, en fin, igual cuando sucede esto es bueno cambiar el texto por algo absurdo, por ejemplo y ... caperucita amarilla llevaba guisantes, carne, patatas, entonces el niño salta a corregir, hay que recordar que el planteamiento de situaciones absurdas proyectan la creatividad, hay que aprender junto con los chicos a ir construyendo un lazo de amistad eterna ojala, con los libros. Otra forma de estimular el interés del niño por los libros, es convertir un libro en un premio. Cada vez que haya que premiar al niño por algo importante, regalarle un libro es una excelente opción y ojala de su tema preferido, animales, princesas, dinosaurios, la luna, en fin; cuando el pequeño disfruta activamente de los libros, se le puede inducir a que él lea el cuento, basándose en la imágenes, resultan ser unos autores de una imaginación fantástica. También puede ser que el educador para la felicidad empiece inventando un cuento que se le olvida y el chico debe continuar, por ejemplo, una vez un gigante se fue al bosque encantado de las fantasías a buscar… y se le pasa la palabra al pequeño, este ejercicio resulta lindo, tierno, creativo y de un estimulo cuando son varios chicos; igualmente adivinar finales es… wao como una sopa de dedos gordos para los pequeñines, siempre es mejor leer que ver televisión. En otras circunstancias se le puede trasladar al niño el problema para ver que haría él en esa situación, siempre habrá respuestas suficientemente creativas como para escribir un anecdotario. Colorear cuentos es una opción perfecta, es dar la oportunidad de crear, o pintar sus propias historias, él hace imágenes y cuenta su propia ficción.
Cuando es claro que el chico se interesa por las historias, que se involucra con la trama, se identifica con los personajes, empieza a participar y a imaginar distintos finales, y a vivir variadas sensaciones riéndose, emocionándose, etc, hay que sorprenderlo con nuevos cuentos. Los sentimientos que promueve la lectura son infinitos, los valores como la responsabilidad, el respeto, un chico que adquiere el habito de la lectura jamás le teme a la soledad porque un buen libro es una excelente compañía, los chicos aprenden a saber acceder a la información y eso es uprioritario; la verdad Caricias Calientitas se inspira en Andrés Fernando que hoy después de 27 años es autodidacta, tanto es su habito de la lectura que supera los currículos universitarios, y lo mejor es que es Feliz!
Con Caricias Calientitas
Los beneficios del libro para los niños son incalculables, pues lleva al niño a querer leer, a buscar saber, a adentrarse en el mundo del arte, del dibujo y de la imagen a través de las ilustraciones. Aumenta su habilidad de escuchar, desarrolla su sentido crítico, aumenta la variedad de experiencias, y crea alternativas de diversión y placer.
A los niños les encantan los cuentos y a los "grandes" también, leer o escuchar un cuento estimula la creatividad y desarrolla la imaginación. Fomentar en los niños el hábito de la lectura es muy importante para su desarrollo.
ResponderEliminarGracias Tita. Abrazossss!!