martes, 20 de octubre de 2009

Felicidad es


Empecemos por “definir” la felicidad… Pues bien existe un cuento que dice:…"Había una vez un niño que era muy feliz, , aunque no tenía muchos juguetes ni dinero. Él decía que lo que le hacía feliz era hacer cosas por los demás, y que eso le daba una sensación genial en su interior, como caricias calientitas en el corazón. Pero realmente nadie le creía, y pensaban que no andaba muy bien de la cabeza. Dedicaba todo el día a ayudar a los demás, a dar limosna y ayudaba a los más pobres, a cuidar de los animales, y raras veces hacía nada para sí mismo. Un día conoció a un famoso médico al que extrañó tanto su caso, que decidió investigarlo, y con un complejo sistema de cámaras y tubos, pudo grabar lo que ocurría en su interior. Lo que descubrieron fue sorprendente: cada vez que hacía algo bueno, un millar de angelitos diminutos aparecían para hacerle cosquillas justo en el corazón. Aquello explicó la felicidad del niño, pero el médico siguió estudiando hasta descubrir que todos tenemos ese millar de angelitos en nuestro interior. Y así se descubrió en qué consiste la felicidad, y gracias a ese niño todos sabemos qué hay que hacer para llegar a sentir cosquillitas en el corazón."

Bueno a lo que vinimos…. Educar para la felicidad, después de la gestación, por fin nace un hermoso bebe o bebes, la primera mirada y pensamiento sobre esto seres angelicales y tiernos, es asegurarles un futuro feliz… para ese instante todas son miradas de amor y ternura y habrá quienes desde ese momento lo ponen en manos de Dios, habrá quienes los reciben con frialdad, pero también ha habido quienes los reciben con malos sentimientos triste pero sucede, sin embargo, cada día de su vida, la madre y el padre, o familiares, jardineras, y todos los que le rodean, serán participes de una educación que predomine en ellos, entonces ese nuevo ser, estará recibiendo y alimentándose de virtudes y debilidades; la actitud de los padres o acompañantes puede cambiar su futuro, para mal o para bien.

Porque los niños al nacer no traen instructivo, la gran mayoría de nuevos padres, no saben que hacer en casos comunes y sencillos, menos en casos complicados y de emergencia; a diario se va descubriendo con alegría, ilusión, preocupación, incertidumbre, dificultad y hasta con asombro, como ese nuevo ser al paso de los días, meses, años, esta ávido de comer, dormir, y de conocimiento, y deseos por jugar y de vivir como si quisiera comerse el mundo en un solo día, y exige una atención y cuidados a sus imperiosas necesidades, con educación y estimulación adecuada mientras se va desarrollando ese niño futuro del mañana, el cual se convertirá en un adulto, que le permita formar su propio hogar y así cerrar el ciclo, de nacer, crecer, producir y reproducirse. Y dependiendo de su educación y estimulación cambiaria su etapa de producir por destruir.

La educación y estimulación adecuada, basada en buenos principios y valores, edifica a personas llenas de bendiciones, son felices por añadidura, sanas, limpias, prosperas, amorosas, creativas y de larga vida, son fácil de identificar; se evidencian con mínimos detalles, son inteligentes, tienen sabiduría, son obedientes, honestos, trabajadores, buenos padres, hijos, esposos, estudiantes, maestros, orgullo de familiares y amigos, buenos competidores, profesionales, gobernantes, compañeros, tienen buen vocabulario, son amables, solidarios, participativos, hablan con la verdad, son prudentes, astutos, perseverantes, solidarios, difíciles de ser presa de los vicios, y demuestran su amor al prójimo, predomina en ellos las virtudes. Las malas y equivocadas estimulaciones, porque de alguna manera siempre se estimula para bien o para mal; estimulaciones inadecuadas de quienes influyen en la educación y formación del niño, por lo general lo hacen inconcientemente del alcance de las consecuencias que los van encausando hacia actitudes equivocadas. Igual lo negativo también se se aprende en caricaturas violentas, video juegos, y en las nefastas novelas televisivas, que tienen gran raiting que han hecho daño a varias generaciones, principalmente a mujeres, pues a través de las tontas novelas se promueven las falsas fantasías, mentiras, engaños, villanías, bajas pasiones e instintos desenfrenados, de intrigas, trampas, desencuentros, violencia, fanatismo, idolatría etc.

Nosotros atraemos lo positivo o lo negativo, según nuestra actitud o lo que declaramos con nuestra boca. Pero todo esto lo bueno y lo malo tiene su origen precisamente como se dijo en las primeras líneas, por la participación en su educación de padres o acompañantes y el medio en que se desarrollaron, empezando incluso desde el momento en que se tuvo la noticia de la concepción, desde los primeros pensamientos que tuvieron hacia ese nuevo ser, ya sea que hayan sido pensamientos y palabras de amor, y ternura, de beneplácito o rechazo, de bendición o de maldición. Hay que recordar siempre que nuestro destino toma el rumbo que nosotros tracemos con nuestra decisión, actitud y perseverancia, de lo que hagamos o dejemos de hacer, pero mucho tiene que ver lo que declara nuestra boca.

“Dios bendiga sobremanera a todos los niños del mundo, y a mis bebés Andrés y Jose también hoy y siempre”

La estimulación adecuada debe ser sinónimo de felicidad. El cerebro humano es tan dinámico que es muy fácil formar niños llenos de conocimientos o habilidades, pero sin motivación, ni pasión, o niños que al ser estimulados incorrectamente no son lo que sus estimuladores quisieron que sean (deportistas, músicos, etc.) sino por el contrario serán (anti-deportistas o anti-artistas) lo que realmente sería el producto de la también existente estimulación inadecuada que origina los "sabelotodo" pero incapaces de crear, organizar y gestionar. Sin pasión ni felicidad.
Concluyendo primero “actitud” el amor debe estar presente en todos los momentos de interacción, es decir estamos hablando de comunicación…. Con caricias Calientitas ....

¿Se enseña a ser feliz? Claro que sí. Los padres enseñamos no a través de lo que decimos o hacemos, sino de lo que somos. Así como se aprende a ser depresivos, también se aprende a tener una actitud positiva ante la vida. Si trabajamos por nuestra felicidad, vamos a querer compartirla y por lo tanto enseñaremos lo mejor o lo peor de nosotros mismos. La felicidad no es una meta, un lugar, un evento… es un estado emocional que se consigue a través del equilibrio y la armonía en las diferentes áreas de nuestra vida.


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