Se sabe de sobra que la primera infancia de un niño representa un período importante en el futuro de todo persona, ya que allí se pincela y moldea la cimentación donde se elevará la disposición de su felicidad. Es de vital importancia motivar y acoplar al niño a una vida sana en todo el sentido de la palabra, física, emocional, psíquica y mental.
Educar para la felicidad empieza desde la gestación pues, en el fondo todo ser humano espera encontrar a ese niño feliz que existió, existe y existirá en lo mas profundo de su ser y, que es capaz de resolver los mayores conflictos que puedan poner a tambalear su felicidad.
Pero bueno a lo que vinimos
Hay que recordar que los niños aprender por imitación, valga traer a colación la máxima que reza, “el mejor maestro es el ejemplo” si el educador para la felicidad sonríe, el pequeño sonreirá, así con las habilidades y destrezas para la vida. La risa esta presente en la principal actividad del menor, el juego, que también es una acción de imitación, necesaria en la primera infancia, el juego es un alcahuete de la risa, el juego genera aprendizaje, normatividad, pues es jugando que el bebé aprende a caminar, que si el solito, que alcanza el juguete, que ir hasta donde papá y mamá; la risa es la antesala de las primeras palabras que obviamente también se aprenden por imitación, entonces educadores para la felicidad hay que reír y jugar.
Provocar risa en los niños jugando es el método más eficaz y rápido de lograr que el niño se sienta feliz, seguro, cómodo, integrado en el grupo, en la sociedad, en el jardín, en el hogar. Y por su puesto hay que traer a la música pues es la “celestina” de la risa y el juego, solo hay que repasar por encimita las actividades infantiles y todas llevan ritmo, música, las canciones infantiles de alguna manera son herramientas de aprendizaje, por eso a los pequeños jamás se le debe enseñar.. Canciones feas de despecho.. eso ni gracia tiene, los educadores para la felicidad inventan canciones, de ningún modo sienten pena de igualarse a los pequeños …. Volviendo a la música hay que decir que la risa es una sinfonía sin igual, así que también hay que reconocerle sus beneficios en las áreas cognitiva, social, emocional, afectiva, motora, del lenguaje, así como de la capacidad de lectura, escritura y aprendizaje.
Cuando los niños cantan provocan sonrisas
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