Hoy con una palabra bien rara: haptonomía, que es la ciencia de la afectividad que fue fundada hace más de cincuenta años por el profesor Frans Veldman y cuyas aplicaciones terapéuticas son practicadas desde hace años en casi todos los países de USA y Europa, aún es desconocida incluso para gineco obstetra, esta ciencia técnica ayuda principalmente para que en el nacimiento el primer contacto con la realidad sea mas tierno, afectivo y claro Feliz!
Esto quiere decir que mientras avanza la dulce espera, la gestación, el embarazo, hay que fortalecer los lazos afectivos entre el hijo, el padre y la madre. Pudiera ser que el padre ni este enterado, o se haga el loco, como quien dice sea un irresponsable; de todas manera la mamá puede y debe, propiciar una relación tierna mientras el bebé esta en su casita de agua, el útero. Este lazo convierte la vivencia del embarazo y establece un contacto íntimo, lo transforma en una dulce espera; gracias al cual los padres – la madre sobre todo – aprenden a cortejar eficiente y afectivamente a su bebé guiándolo con amor hacia la llegada o nacimiento. Pero por su puesto que después del nacimiento hay que continuar y afianzar los vínculos afectivos para asegurar la felicidad de el pequeño, ya que así su desarrollo afectivo es óptimo.
Y ¿cómo crear ese lazo afectivo durante la dulce espera? Sencillo, aumentando el bienestar de la madre, del niño y del padre, así al momento del nacimiento el bebé llega relajado y menos ansioso. Obviamente este proceso debe ir acompañado por un profesional, un gineco obstetra, que tiene a su cargo los controles médicos para garantizar que el aspecto biológico va bien. El acompañamiento pre y postnatal con el pediatra, auspicia el desarrollo de los lazos afectivos entre el hijo, el padre y la madre. Hay que invitar a la ternura a mudarse a vivir con los nuevos padres.
Hay que traer a colación los beneficios del embarazo o la dulce espera, por ejemplo la elasticidad obtenida en las articulaciones, ligamentos y músculos, incluido el útero, contribuye a mejorar la pasmada de la madre gestante, su bienestar y a disminuir las tensiones y molestias comunes del embarazo.
Y bueno las mamitas pueden y deben cuidar sus cuerpos, pero jamás sacrificar al bebé, nunca fajarse, tampoco ingerir licor y mucho menos drogas alucinógenas; los ejercicios deben ser moderados como todo, una alimentación optima, a la piel le pueden aplicar cremas para evitar las estrías y de paso masajean al bebé, y le hablan y le cantan…. Ojo que bueno “aprender a controlar la respiración” es vital para el momento de la dulce llegada.
A las mamitas que enfrentan la dulce espera solas... Tranquilidad y serenidad, pues el amor de una madre lo supera todo, total ellos se lo pierden.
Con Caricias Calientitas.
Un gran blog el tuyo. Gracias por visitar el mío. Te enlazo porque el tuyo me parece muy instructivo. Saludos. Creo que con una caricia a tiempo, se curan muchas más enfermedades que con pastillas. Y el amor, creo, debe empezar desde pequeño.
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