HIJOS UNICOS PARA LA FELICIDAD

Hoy por la mayor presencia de la mujer en el mercado laboral, así como la mayor planificación familiar provocan que cada vez un mayor número de parejas tengan sólo un hijo. Entonces, abordemos causas que llevan a tener un solo hijo, las más comunes son: las mayores oportunidades de la mamita para trabajar fuera de la casa, la ruptura de los matrimonios y la infertilidad. Sea cuales sean las razones para tener familia numerosa o un hijo único, la decisión desde luego no debe basarse en lo que hasta ahora se ha dicho de estos últimos. Son pocos los papitos que al conocer un hijo único exclamen ¡qué suerte!, más bien al contrario, se tiende a pensar que el hecho de serlo es una desventaja en la infancia, juventud y edad adulta. Este asunto es, además, expresado normalmente en voz alta con frases tipo: “pobre, se aburrirá ¿no?”, o “¿y cuando van a darle un hermanito?, claro sería emocionante conocer la opinión de los hijos únicos, en otra ocasión será. Pues bien, estudios empíricos realizados en la actualidad no sólo echan por la borda todas estas firmes creencias, además ponen de manifiesto que pueden tener efectos perjudiciales para los niños y para los padres. El primer efecto antagónico de estos pensamientos negativos es que uno de cada doce niños nacidos inspira pena o desconfianza. Se tiende a juzgar al hijo único como más egoísta, mandón y mimado, y esto no siempre es verdad. Esta actitud hacia los niños también afecta a sus papitos, ya que les puede crear un sentimiento de culpabilidad, pueden tener complicaciones en la relación con sus hijos o pueden tener más hijos de los que realidad querían tener. Con las posibles complicaciones que esto puede acarrear: criar a un hijo no plenamente deseado afecta a la salud y a la felicidad de toda la familia, los hijos queridos a medias tienen más posibilidades de encontrarse con una aceptación poco entusiasta y corren más riesgo de desarrollar patologías y de sufrir maltrato, aunque sea psicológico y en ocasiones maltrato físico también. Mucho se ha escrito sobre el inconveniente que representan los hijos únicos, ya que al tener toda la atención y los cuidados de sus papitos y adultos de su entorno, corren el peligro de volverse egoístas, inestables y necesitados de protección durante toda su vida. Pero los estudios publicados no hacen más que poner en duda que los hijos únicos tengan mayores problemas que los hijos de familias numerosas para integrarse en la sociedad y desarrollar su vida con normalidad. Igual existen estudios que revelan que los hijos únicos son más inteligentes que los nacidos en una familia numerosa. Los expertos ponen en manos de los papitos la responsabilidad de conseguir que los hijos únicos desarrollen su potencial y capacidades y que sean felices. Aseguran que la mejor de todas las opciones es no defenderle de las situaciones cotidianas en exceso, ya que se vuelven miedosos e inseguros. Lo hijos únicos deben practicar el “compartir” mas a menudo, y hay que proporcionarles que se relacionen con niños de su edad, diferente a relacionarse con adultos, igualmente este par de acciones se convierten en estrategias inteligentes. De esta manera es aconsejable que se integre en la guardería o en el colegio lo antes posible, y animarle a jugar con otros niños, incluso en casa, trayendo invitados de vez en cuando con los que compartir diversiones. Pero definitivamente los efectos de ser hijo único se notan a largo plazo, aunque curiosamente los hijos únicos adultos parecen ligeramente más exitosos socialmente, laboralmente son destacados, y buscan parejas mas cultas, y se gozan mas la vida, obviamente, de chicos si bien fueron hijos únicos, se les estimulo el compartir, y se les promovió la autonomía. En cuanto a los hijos únicos adolescentes, se dice según estudios que tienen una juventud menos feliz al verse sometidos demasiado pronto a la forma de pensar y al comportamiento de los adultos y que se convierten en “cerebritos”, buenos en el colegio pero con menos posibilidades de ser populares; de igual manera los hijos únicos no se diferencian de los que tienen hermanos en lo se refiere a felicidad ni satisfacción en la vida. Su autoestima tampoco es inferior y no dan tanta importancia a su belleza y aptitudes deportivas. Perece ser que si se encuentran en cierta desventaja ante situaciones específicas, como puede ser desempleo de los padres. El tema de los hijos únicos esta ligado con la soledad, mire por donde se mire, es el mayor obstáculo al que se enfrentan los hijos únicos, la soledad. Los hermanos son en muchas ocasiones una válvula de escape para los pequeños. En ellos pueden depositar sus temores, sus conflictos, juegos, y también les permite compartir complicidad. Lo que paso es que el hijo único crece en un mundo de adultos, con su lenguaje diferente, reglas, entre otras cosas. Por eso, la relación con niños es primordial para los hijos únicos y que los papitos jueguen con ellos desde el lenguaje del amor, la picardía, que se vuelvan niños, que sueñen, exploren desde un mundo mas blando y tierno. Siempre se ha dicho que el concepto de hijo único esta asociado con la extrema protección y la mala educación. Sin embargo hoy en día el panorama de esta situación esta cambiando. Las investigaciones llegan a asegurar que un niño que es hijo único posee más cualidades que defectos. Antes, el hijo único tenía fama de creerse el centro del universo, de ser egoísta, malcriado y rebelde. Hoy en día se ve el lado positivo de la situación. Hoy por la dinámica social, laboral y económica muchas familias deciden tener un solo hijo, porque el tener sólo un hijo le da a la madre más oportunidades para trabajar fuera de casa, pues un caso frecuente es que los papitos se separan, la infertilidad, y en China la situación es especial, el gobierno limita la población obligando a las familias a tener a sólo un niño. Las familias con hijos únicos suponen tener menos preocupaciones, incluso responsabilidades; mayor economía y por la tanto mejores oportunidades de educación, recreación, en fin, situaciones validas pero ojo porque el niño e puede confundir y creer que es el centro del universo, y además todo le pertenece. También hay que resaltar que los hijos únicos crecen con actitudes de vencedores pues los papitos depositan en ellos todas las expectativas y las exigencias; sus propias ilusiones y siempre le exigen dar lo mejor de sí mismo. El hijo único es el que sufrirá los miedos y equivocaciones de sus papitos, esto hará que se aburran un poco más que lo normal. Pero nada es tan definitivo. Tanto los hijos únicos como los que tienen hermanos pasan por las mismas situaciones. Los hijos únicos tienen todo el derecho a que la educación para la felicidad se volqué sobre ellos, con tiempo con calidad. Una llovizna permanente de cariño, dulzura y ternura, por su puesto soles con alegría y lunas con besitos de las buenas noches, como también necesitan normas, estímulos y sanciones.

CON CARICIAS CALIENTITAS

Hijos únicos: mitos y realidades. A pesar de que muchos psicólogos creen que no existe ninguna diferencia entre un hijo único y un niño con hermanos, existen ciertos factores que los padres deben tener en cuenta por si quieren quedarse con un solo heredero.