viernes, 5 de marzo de 2010

PENSAMIENTOS PARA A FELICIDAD


La felicidad es proporcional al optimismo, y a su vez al pensamiento, es sabido por todos que los niños tienen su mayor aprendizaje en la imitación, se puede afirmar que el optimismo se aprende. Obviamente al nacer se trae un bagaje genético que marca una tendencia o la influencia de aspectos de crianza, pero todo es modificable. El optimismo no es ingenuidad ni fantasía: es un conjunto de expectativas respecto del futuro que le permite al chico interpretar con positivismo la realidad. El mejor inicio para inculcar, sembrar, abonar y cosechar pensamientos positivos en los chicos es que sus papitos y los adultos que los rodean sean optimistas, positivos y felices. La búsqueda de la felicidad para los hijos nace de un pensamiento de los papitos, todos quieren que sus hijos sean felices; y para hacer realidad este sueño se necesita, que el pensamiento trascienda con coherencia a la acción, actitud y expresión verbal.
A los chicos desde el nacimiento hay que hablarles en positivo, eres dulce, sonriente, repetir estribillos cuando son bebés cono: los bebés comen duermen y se sonríen, enseñar señas de felicidad de bienestar por ejemplo cómo amaneció el bebé? Muy bien y enseñarle con su pulgar el símbolo universal de OK, bien!; las características familiares que tienen aquellos hogares con niños más sanos, o cómo incide el sentimiento de esperanza en el proceso de curación de las enfermedades, viene sin lugar a equivocación de hogares donde el pensamiento positivo prima; las mamitas a veces contestan por los hijos y cuando pregunta cómo amaneció el bebé? La mamita dice furioso, enojado,… por favor este lenguaje debe cambiar, amaneció feliz, alegre, sano, sonriente. No existe un único modelo, lo que sí existe es una búsqueda de investigaciones científicas que demuestren cómo es posible que los niños desarrollen pensamientos positivos; hay que partir de un supuesto, los hijos se merecen ser felices, esto implica toda una integralidad frente al bienestar del niño.

Todo chico trae un kid de fortalezas personales, traen curiosidad, amor por el conocimiento, pensamiento crítico, ingenio, perspectiva, valentía, perseverancia, honestidad, vitalidad, amor (capacidad de amar y ser amado), generosidad, distintos tipos de inteligencia, sentido de la justicia, capacidad de liderazgo, don de perdonar, modestia, prudencia, autocontrol, aptitud para apreciar la belleza, disposición para agradecer, optimismo, sentido del humor, espiritualidad, este kid es universal, entonces hay que sacarlo con cuidado, cultivarlo y darle el lugar apropiado, y esto se logra con pensamiento positivo.

Y claro seguramente existen reveces en la vida infantil, nadie lo va a negar, pero con pensamiento positivo y optimismo, esta situación se supera con creces y deja rico al niño en aprendizaje de pensamientos optimistas y positivos. El pensamiento es la herramienta mas poderosa que tienen los papitos para educar para la felicidad, pero ojo, se parte del pensamiento positivo de ellos; y de qué se nutre un pensamiento? Pues en la infancia se nutre de instantes de momentos que marcan.. por ejemplo una mamita que siempre levanta a sus chicos cantando alegre, con sueños, ilusiones, dulzura y ternura, esta sembrando optimismo, mientras que la mamita que grita, reniega, regaña, esta sembrando pensamientos de negatividad, esta cegando y apartando la felicidad. Con los chicos es bueno dialogar, hablar fantasear sobre la felicidad, el bienestar, la lucha por conquistar sueños, con el juego se puede llegar a fortalecer un pensamiento positivo en los chicos; con los mas grandecitos jugar al detective y buscar momentos, situaciones, acciones de felicidad, para cada uno de los miembros de la familia es un ejercicio fantástico; por eso, la tarea consiste en desechar la costumbre destructiva y habituarse a generar pensamientos más optimismo sin perder de vista la realidad y la logice, es como elevar cometas que siempre tienen un polo a tierra.

Es vital recordar que el pensamiento de actitud frente a la vida se forma en el hogar, y acompaña al pequeño por muchos años en su vida, solo es conversar con un psiquiatra y ver que la mayoría de frustraciones, debilidades, complejos, vienen de la infancia; la incapacidad en la mayoría de los chicos es mas mental que real, pues son hijos de la sobre-protección, ¿Y cómo garantizar que la influencia de los aspectos inconscientes no atenten contra la intención de modificar los patrones negativos de pensamiento? Pensar en términos positivos dispone a los chicos a que algo salga razonablemente bien. La felicidad depende más de desarrollar ese margen y, con esa conciencia, hacer algo. Porque de poco o nada sirve hacer reír al chico y luego gritarle porque no come todo como le gusta a la mamita, los papitos deben conocer los recursos, pero también saber cómo administrarlos.

Los chicos que viven en hogares con pensamientos positivos son más sanos y longevos, y se habla aquí de salud física y emocional. Toda la sintomatología que corresponde al estilo somático son propias de chicos que viven en ambientes de pensamientos negativos, y, de ese modo, genera un círculo vicioso, una auto profecía que posiblemente se cumplirá, te vas a caer dicen las mamita y bingo se cae, cuidado se te va dañar el juguete, es que no sirves para nada… estas frases que se escuchan con frecuencia terminan por convencer al chico que a él las cosas le salen mal. . El pensamiento positivo hace eco del espíritu universal de la época y recupera el bienestar de las personas: entre éstos, los valores, que constituyen en buena parte el capital psíquico del niño, y que lo ayudan a buscar el bienestar a partir de sus posibilidades, de sus propios recursos. Si se trabaja desde allí, es posible que las expectativas sean más reales para cada uno y enfrentar menos frustraciones. Es vital que el chico participe activamente desde bebé de acciones o situaciones de encuentros familiares fiestas infantiles, convites en que se hace necesario preparase con el vestido de la alegría para que los otros la pasen muy bien, sean felices, estos momentos le abonan con perfección la generosidad al niños le hacen ver que la felicidad de los otros también es parte de la tarea personal.

En realidad, existen momentos en que las cosas no salen bien y hay que llamar al perdón, para que el chico deje de sentirse culpable y planear para la próxima situaciones alegres, generosas, amables y positivas; todo esto nace y se puede dar si existe un pensamiento positivo en el hogar del pequeño; sería ilógico descartar factores como la religiosidad, la vida cultural, la gratitud, el sentido del humor y la autoestima, o las estrategias puestas en marcha frente a los duelos, en la calidad de vida de la familia y los colectivos sociales a los cuales pertenece el niño. Entonces nuevamente el ejemplo como mejor maestro, actitud positiva, paciencia, dulzura, creatividad, y mucho amor contribuyen de forma segura y armónica a que los hijos tengan pensamientos positivos, cuando ellos trasciendan la etapa de la imitación, estarán bien dotados para generar por si solos pensamientos para la felicidad.

Se dice que existen tres tipos de felicidad, aplicados a tres niveles de vida diferentes: la vida placentera, la vida buena y la vida con sentido, esto aplica no solo en los adultos, también en los niños; entonces para suministrarles el primer tipo de felicidad hay que fortalecer el disfrutar de los mayores placeres posibles y echar mano de métodos que les permitan saborearlos y disfrutarlos mejor: compartirlos con los demás, aprender a describirlos y recordarlos; para el segundo nivel, mucho menos superficial y pasajero, que consiste en encontrar las propias virtudes y los talentos, y ponerlos a nuestro a su servicio, viviendo experiencias que los dejen absortos, fuera del tiempo. Finalmente, la vida con sentido supone encontrar alguna causa, motivo o tarea, estar el servicio de los demás de alguna forma, y es la que permite una felicidad más profunda y duradera. El miedo se esconde de por vida detrás de la osadía y el espíritu aventurero que caracteriza a los chicos.

Con Caricias Calientitas

Enséñales a los niños a creer en los ideales, y que aquellas cosas que no se ven también son realidades. Dile que el amor no se ve, pero se puede sentir, que la música tiene una explicación pero que las melodías salen del corazón.

3 comentarios:

  1. Como siempre dejando enseñanzas en tus escritos, que son buenas de volver a repasar no solo para los niños, sino que se aplican muy bien en los adultos, porque hay una parte nuestra que sigue siendo niña!

    Súper interesante, hoy me llego muy bien este tema!

    Buen fin de semana Tita!

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  2. Hola Tita me pase por tu blog y me quede.
    La risa y el potimismo la mejor enseñanza y medicina.
    Me encanto elescrito.
    Saludos Risoabrazos Mariajo

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  3. Saludos. Una buena receta para hacer de este mundo algo que merezca la pena vivir.

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